Entre Amigas #3 - La previa

Capítulo 31

—¿Qué verga fue eso? Mi pinche corazón estuvo apunto de estallar.

Todos con corazones agotados, algunas tiradas en el piso por el freno tan repentino a tan alta velocidad con la que defendía el vehículo de la montaña.

—¿Están todas bien? —preguntó la profesora Romina.

Mientras la profesora Rosi estaba discutiendo con el chófer y Romina tratando de calmar las aguas.

—¿Chocamos con algo? —preguntó Jimena desde su asiento.

—No —Sabatina se levantó para ver desde el ventanal de atrás—, ni un árbol, ni una piedra, parece que el chófer lo hizo con el freno de mano.

Alicia y Agustina se miraron, aún tenían el Jesús en la boca, igual que todas.

—Primer año, viajamos sin puerta; segundo año el olor óxido que tenía el colectivo; tercer año, fue un colectivo con buenas condiciones pero estaba el típico viejo tirando onda con pibas; cuarto, casi morimos... Que pasará el último año...

—Si es que pasamos porque la cosa está complicada con la materias...

—No lo digas, porque tenemos que pasar sí o sí el último año juntas —abrazó a su amiga.

—Vos decís eso, pero... ¿Rosi? La estás llevando medio mal.

—Ni me lo recuerdes.

Los tres adultos entraron, la docente nombrada aplaudió para que todas volvieran a sus respectivos lugares.
—Ok ok ok, ya bastante del show. Emmm... Cómo decirlo.

—No lo vamos a hacer...

—Van a tener que empujar el transporte —interrumpió a Romina muy rápidamente.

—Usted está demente.

Todas se callaron y miraron a Agustina, ella cerró los ojos, sabía que había cometido un error.

—Tu lo pensaste —miró directamente a Alicia, le habló muy gruñona y entre dientes.

—Pero tu lo dijiste —susurró.

Se levantó de su asiento para buscar una defensa a favor de ella, bastante tenía con las regañadas de la educadora, Bella y ella eran mirada clave para Rocío.

—Sabe usted a lo que me refiero, empujar un colectivo en una montaña, que vamos para arriba a 1000m. de altura... por eso lo decía, no por insultarla, ni menos creo que usted está loca y pirada...

—Fue una broma lo del colectivo. Queríamos poner una pequeña broma con la profesora.

—Qué bien que resultó —volvió a tomar asiento, se sentía incómoda.

—El asunto es que vamos a tener que esperar a que arranque, si alguna quiere ir al baño, más bien a regar la fauna, puede ir en este tiempo ya que nos hemos tardado bastante en salir de Liralsati... son libres de salir...

Todas las alumnas despegaron sus traseros de la almohada chata del asiento, pero fueron paradas cuando Rosi habló nuevamente.

—Chicas, saben que este es un viaje muy hermoso, no queremos que familias y el colegio...

—Quédese tranquila, no vamos a decir nada —habló Abigaíl achicándose por posibles fuga—. ¿Nos deja orinar?

Abrió paso a las "desesperadas por vaciar el tanque".

—Lévantate Agus.

—Quedan 4 horas más, te vas a velar el culo afuera, Alicia...

—Pero quiero hacerlo —golpeó su brazo, le urgía salir ya mismo de ahí, y no quería ir sola, necesitaba compañía.