Capítulo 38

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Día 5...

Piii... Piii... Piii...

El despertador, que era el celular de Agus, se escuchó en el aula que en ese momento era un dormitorio, todas abrieron sus ojos de repente, porque les resultaba bastante fastidiosa la alarma.

—El tono es hartante —habló Romina—, pero cumple con el objetivo de despertarnos bien.

Vázquez estiró su cuerpo, y giró para ver a su amiga, aún seguía dormida, estaba con la cabeza abajo, le puso el celular encima de la oreja que estaba en el lado de ella, reaccionó después de 1 minuto.

—No —alzó su mano para que detenga ese frustrante ruido.

Agustina lo apagó y volvió a ver a Alicia.

—Ya veo que así será en mi adultez.

—Y la universidad —se levantó de un solo saltó. Alzó su equipo para higienizarse — ¿Vamos?

Alicia estiró sus brazos para que ella la ayude a levantarse, y lo hizo, usó sus fuerzas y ya estaba de pie.

Todas fueron al baño, y luego de terminar su lavado, se reunieron e hicieron el trabajo de limpieza en el aula, incluso en el salón: sacar el polvo y la basura, hacer entrar nuevamente las mesas y sillas, subir todas sus cosas hacía arriba, y revisar que todo estuviera como la servidumbre había dejado para ellas.

Después de un intenso trabajo de limpieza, lo que seguía era el desayuno.

—No hay nada como un buen café —Agustina dió un sorbo.

—Se acerca el final del viaje, pero aún no hemos visto el paisaje, quiero ver esas cataratas antes de que nos vayamos —Nadelina restregó sus ojos.

El cura aplaudió, y justo se sentó a lado de Vázquez, su enemigo, Víctor.

Hubiera preferido a alguna de la zona fría, inclusive a Jessica —pensó la muchacha y vió el contenido de su taza verde, té.

—Cuando acaben de desayunar, pueden dormir, por supuesto, se lo merecen, han estado trabajando muy bien...

—Como decir algo sobre "atracciones sexuales" —masculló Alicia, y luego bebió algo de su leche.

—... En el día de hoy, los varones vamos a entregar las mercaderías a las casas, y las chicas van a quedarse a ordenar lo que queda de ropa, como les dije en el segundo día, no le entregamos todo a la familia, para que ellos puedan venir y elegir acorde a su elección, todo eso después del almuerzo, así reponemos fuerzas. Desayunen tranquilos —extendió sus manos como si les diera permiso para que se alimenten.

Todo el salón estaba un poco silencioso, debido a que era de mañana, y la mayoría estaba apagada, lo mismo que asistir temprano a clases, aún tenés el cerebro dormido.

—Ufff... —habló Beto que estaba a lado de Victor—. Lorena tiene un buen culo.

Oremor hacía fila para recibir el desayuno junto a su grupo de amigos, pero estaba agachada porque las agujetas de sus zapatillas se habían desatado.

Las chicas se miraron entre ellas, todas las que estaban en la mesa, a pesar de que hablaba muy bajo, se lo escuchaba.

—Deberías agarrarte a ella también, el team de hermanas completito —dijo Paulo masticando con la boca abierta un poco de pan.

—Chicos —Victor agarró su taza para poder beber de ella—, es la ex de un amigo, además Jessica está aún más buena —guiñó un ojo.

Todas se sintieron asqueadas, algunas se retiraron a la mesa contraria.

Entre Amigas #3 - La previa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora