Capítulo 4

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Las tres iban caminando por los pasillos, tratando de esquivar a los alumnos que disfrutaban de la hora del receso. Isabella y Alicia, iban por los costados, dejándola a Agustina en el medio, la colocaban ahí siempre porque era la más alta y podían apoyarse de ella, raras veces eran que de imaginaban estar sujetas a un muchacho delgado, pero luego caían la realidad que era una chica con una estatura extraordinaria.

Luego de unos minutos, saludaron a profesores, y se cruzaron a compañeras que eran de su agrado, también las saludaron, y después llegaron a un punto donde les traían muchos recuerdos, un lugar donde ya no se encontraba el preciado asiento que las acompañó en sus chismes...

—¡Ay, tronquito! —Agustina se puso de rodillas y su voz quebró, lo extrañaba demasiado.

—Bueno Agus, ya está —Isabella la levantó de un tirón, puso todas sus fuerzas en ella—, nos están viendo todos —dijo entre dientes.

—¿Y pensás que le va a importar? —dijo Alicia, pero su voz estaba a punto de quebrar—. Quitaron finalmente el tronquito preciado... Que en paz descanse —quería hacer la señal de la cruz, pero sus manos fueron manoteadas por su amiga pequeña.

No había nada allí, solamente los soportes, pero el tronco... no había noticias de él. Algunos dicen que fue donado a un comedor para que se consuma con el fuego y sirviera para cocinar los alimentos, eso no era muy creíble; otros dicen que fue tirado en las afueras, y un vecino se lo llevó en su camioneta para hacer un banco, eso era más creíble que lo anterior; y unos pocos, dijeron que escucharon que fue vendido a un aserradero para lucrar con la madera, eso parecía todavía más cierto.

—¿Y qué le vamos a hacer chicas? —a la más pequeña le contagiaron la nostalgia—, si los acosadores del año pasado lo terminaron de romper.

Flashback de Isabella...

Estábamos repasando para el exámen de Historia, ya era Noviembre y era nuestra última nota. Para estar más tranquilas, porque en el aula la hermandad estaba haciendo desastre, nos dirigimos al tronquito y tomamos asiento... Bah, quise decir, Agus tomó asiento, Alice y yo no queríamos que esté parada, ni menos yo, me hacía sentir más pequeña de lo que era, y si nos sentábamos las tres, el tronco iba a romperse, ya que estaba a punto porque Talía la deterioró con su peso la otra vez.

Era tiempo de recreo, así que había varios alumnos en el patio, además él clima era perfecto, con algunas nubes en el cielo, templado, los cantos de los pájaros, como dije... era perfecto... Hasta que aparecieron "los acosadores". Por alguna razón Agus y Ali los llamaban así, y era porque ellos miraban mucho para nuestro lado, ninguna de las tres encontró el porqué, tal vez por las ocurrencias que tenía Agus de hacer payasadas... creo que es eso, no encuentro otra respuesta.

Los cuatro se sentaron en la parte más frágil del tronco, yo ya me estaba despidiendo de él, porque sabía que se venía una bomba.

Eran:

Iker Torres: el chico monaguillo que le atraía a Agustina, morenito, con una gran sonrisa y ojos chinos, era practicante de artes marciales, le decimos "Pie", más bien le decíamos, ya no está en este colegio.

Martín Salas: el mejor amigo de Iker, de ojos verdes, cabello castaño, y piel blanca, a mí me atraía pero a Alice... ni hablar, así que sólo me quedé con mis ojitos azules. Código: "Aula".

Santiago Guía: un chico rubiecito, de piel blanca, un poco cachetón, tenía brackets, era el gusto de Alice, más conocido en el colegio como unos de los jefes del grupo "Joven" (el grupo se hacía en el colegio, venían chicos de todos lados, y se dividían por edades), junto con Iker. "Flecha".

Agustín Nito: era el más alto de 5to, más moreno que Iker, tenía unas cejas espesas, era el gusto de Agustina y Alice... ahora que lo pienso, a Ali le gustan todos. A mí lo único que me gustaba era su sonrisa, y su altura. Nombre clave: "Infinito".

¿Por qué usábamos nombres claves? "Para más placer", como decía o dice Agus, además porque los demás no deben enterarse de lo que hablamos, y... ya, somos adolescentes y supongo que todos hacemos eso, no lo sé.

Ellos nos miraban, no disimulaban nada, y eso era muy incómodo, no por el hecho de que te miren chicos lindos te vas a sentir privilegiada... bueno un poco sí, pero es muy extraño que posen tus ojos en vos un largo tiempo.

Vamos —dije un poco seria, me sentía incómoda estando muy cerca de ellos.

No, nos quedemos igual —dijo Alicia.

No le demos el gusto —Agus se acomodó aún más—, nosotras llegamos primero, y nos vamos a quedar acá.

Y así fue, nos quedamos, hasta que empezaron a rebotar en la parte más frágil, Agustina se levantó rápidamente antes de que le pasé algo a ella, y sí pasó, por su manera de llamar la atención rompieron el tronquito, idiotas.

Normalidad...

—Qué en paz descanse —dijo Bella finalizando su recuerdo.

Luego aparece Yamila con Melanie, las dos con los brazos entrelazados.

—Deberían poner otro tronco —dijo Yamila.

—¿Un suplente? —dijo Agus mirando donde ya no había nada.

Daniel le hizo señas a su novia para que se aproximara a él.

—Me voy con Dani, chicas.

Se fue corriendo y le dió un abrazó a su novio, Agustina se alegró por ellos porque ella fue un poco la cupido de esa relación, mientras que las demás chicas los vieron y se miraron de forma rara.

—Dejenlos ser.

—Hace mucho calor y éstos se abrazan —dijo Melanie con gesto de asco.

Se quedaron hablando un rato, de lo que hicieron en sus vacaciones y demás cosas personales. Pero luego Alicia nota una presencia extraña, más bien, varias presencias.

—¿Chicas? —rascó su nuca—. Notan que tenemos miradas ante nosotras —hizo gestos con su cara para que vieran donde ella apuntaba.

Las tres giraron un poco su cabeza, para disimular.

—Sí ¿Por qué nos ven? —dijo Melanie.

—No hicimos nada, porqué deberían de vernos —Agustina hizo un montoncito con su mano derecha.

—Y bueno Agus, te tiraste en el piso —dijo Bella.

—Pero eso fue cuando apenas salimos del aula, en ese momento no había nadie porque la mayoría se dirige al buffet para hacer fila —comentó Alicia.

Bella se quedó pensando, sabía que tenía razón.

—Acá el asunto es —Marlowe siguió hablando—, ¿serán los nuevos acosadores?

Entre Amigas #3 - La previa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora