Quiero Protegerte (Niam)

Capítulo 9

—Qué mierda más grande, Neil. —dijo Zayn cruzándose de brazos.

En cuanto Niall le explicó a Liam lo que había ocurrido y porqué su ojo estaba así, llamó a sus tres amigos, ahora los cinco estaban reunidos en la sala de la casa del castaño.

—Esto es mi culpa, primero fue porque en el trabajo había un tipo que me regalaba chocolates, era muy amable.

—¿David? —susurró Louis, él ya sabía que los oídos de Liam estaban captando todo lo que decía el irlandés con atención.

—Sí. Sabia que quería algo conmigo, así que lo rechacé de una forma amable. Él lo tomó bien, pero no sé como mierda se enteró Dan —el tono de voz del chico empezó a romperse—. Me dijo que lo había golpeado y lo amenazó con que si volvía a ir al trabajo o si se acerba a mí su familia lo pagaría. —todos en la sala se callaron, luego Harry habló.

—¿Desde cuándo empezó todo esto? 

—Luego de que comenzáramos a salir. Al mes. Todo comenzó con peleas tontas y celos absurdos, al principio creí que era lindo o dulce por sus celos, pero luego de comenzó a volver más intenso.

Niall miró a Liam, que estaba sentado a su lado y este le asintió. El irlandés se acercó y se recostó en su pecho, por alguna razón Liam le hacía sentir más seguro. Todos en la sala pensaron que se veían muy tiernos.

—Pero luego, primero fue una bofetada —continuó—. Quise dejarlo en ese momento, pero él se disculpo, me prometió que nunca lo haría otra vez y yo caí en sus palabras. A veces usaba suéteres para que no notaran los moretones.

—Maldición, quiero matarlo. —la voz de Liam tenía un tono molesto.

—No eres el único, Payne. —habló Louis desde que habían llegado.

Harry volteó a mirar a su esposo con cara de "mejor quédate en casa tranquilo" y Zayn estalló en carcajadas.

—¿Qué? —esta vez Harry no soportó la risa y se unió a Zayn, seguido de Niall y Liam—. Puedo defenderme solo y golpear a alguien, idiotas.

Niall sonrió y cerró los ojos sintiendo la caricia de los dedos de Liam en su cabello. Sus amigos eran los únicos que lo reconfortaban en momentos así y lo hacían reír.

—Los quiero, chicos. —susurró el irlandés y todos se callaron.

—Yo también los quiero. —secundó Zayn. Y todos los demás dijeron lo mismo.

—Bueno, ya fue mucha cursilería, hora de irse a la cama. —Harry se levantó estirando sus brazos.

—Chicos, me sentiría más seguro si me quedara cerca de todos —los cinco miraron a Niall con expresión confusa—. Dan seguro ya se dio cuenta de que no estoy, siempre me hace dormir en el sofá. No puedo ir a mi casa porque es muy peligroso y debe estar buscándome. Quédense, por favor, Li no tiene problema.

Y ahí estaba de nuevo, el arma mortal de Liam, esos ojos azules hermosos rogándole para que sus amigos se quedaran. Joder. Como decirle que no a ese hermoso ángel. De todos modos los chicos siempre eran bienvenidos a su casa.

—Por mí no hay problema, pero solo tengo dos habitaciones, la mía y la de invitados. Puedo dormir en el sofá, Harry y Louis en el de invitados y Niall y Zayn en mi habitación.

—¿Qué? ¿Estás loco, Liam? —el nombrado notó la macabra y malévola sonrisa en el rostro de Louis, Harry y Zayn también pudieron notar sus intenciones—. Somos tus invitados, no podemos abusar y quitarte tu cama.

—Tiene razón, Liam —se sumó el moreno—. Yo dormiré en el sofá y tú dormirás con Niall.

Que hijos de puta.