Capítulo 4

531 67 12
                                    

—¿Quieres algo de música? —preguntó Liam intentando entablar una conversación con el pequeño chico. Él solo volvió a negar con la cabeza y Liam continuó con su mirada en el camino.

Ni siquiera había esperado su hamburguesa de doble queso al ver a Niall ahí sentado. El irlandés, al verlo, quiso correr o esconderse, pero Payne pudo alcanzarlo mucho antes.

Liam le hizo las típicas preguntas que se esperaba: ¿Qué haces aquí? ¿Por qué te ves agitado? Deberías estar en casa durmiendo. Pero Niall nunca respondió a ninguna de ella. El chico más grande solo se sentó a su lado y lo rodeó con un brazo, cosa que Niall, en lugar de protestar, se dejó abrazar durante un rato.

Luego de un rato sin hablar, Liam le susurró: "Esta bien di no me quieres decir. Te llevaré a casa".

El inglés se sorprendió al ver como el chico se desesperó y empezó a decirle que no quería ir a su casa, que quería quedarse en otro lugar, y Liam, como el buen amigo que es, le ofreció quedarse en su casa por esa noche.

En vez de estar feliz porque pasaría una noche a solas con el irlandés, el británico se encontraba preocupado y triste. Siempre quiso pasar una noche a solas con el amor de su vida, pero ahora el chico solo estaba callado y perdido. Asustado.

Niall suspiró calladamente al ver la casa de Liam. Bueno, no tan calladamente ya que el mayor lo escucho.

—Dormirás en el cuarto de huéspedes, sabes dónde es. —Liam le dio una sonrisa para suavizar su incomodidad mientras se quitaba el saco y la corbata, dejándolos sobre el sofá de manera desacomodada.

Niall asintió y lo miró —Gracias, Liam. Eres un buen amigo. — el chico se sorprendió cuando de repente tenía al pequeño envuelto en su cuerpo, regalándole un tierno abrazo que correspondió al instante. Liam sintió como si el mundo se estuviese yendo a la mierda y solo importaran ellos dos. Y lo odiaba, ya que un simple gesto de afecto del irlandés hacía que su corazón revoloteara de una forma muy homosexual.

—Si quieres hablar estoy al lado del baño. —Niall rió un poco y Liam se emocionó al ser el causante de esa diminuta pero hermosa risa.

—¿Te molesta si me doy una ducha? Creo que dejé algo de ropa aquí cuando tuvimos la piscinada y la parrillada.

Liam estaba flotando en su propia mente. Por un lado, era capaz de perder la cordura ya que tendría al chico desnudo a unas cuantas puertas de su habitación. Y por el otro, había recordado las cosas que hizo con los pequeños bóxer de Niall y dónde estaban guardados.

—Ehm... N-no, e-esás en tu c-casa.

—De acuerdo. Muchas gracias de nuevo. —Niall le dio otro rápido abrazo y subió hacia su habitación correspondiente. 

Liam sacudió su cabeza y subió a su habitación, rápidamente saco de su gaveta la playera azul junto al pantalón del chico. Por último, abrió el lugar de sus bóxer y tomó el del irlandés. Le dolía hacerlo pero debía regresarlos a su dueño. Antes de salir, le dio una última olfateada al bóxer y tomó una toalla limpia.

El castaño inhaló y exhaló varias veces antes de entrar a la habitación. Mordió su labio al mirar otro bóxer de Niall tirado en el piso, que hermosa era su ropa interior. Dejó sus pensamientos morbosos y dejó la ropa limpia en la cama.

Liam se acercó a la puerta del baño de la habitación y tocó la puerta, escuchando el agua correr y chocar contra los azulejos. Tocó la puerta y se aclaró la garganta.

—Ehmmm... Niall, traje una toalla limpia.

—¿Puedes dejarla sobre el tubo? —esto no podía estar pasado.

—S-seguro. —el castaño abrió la puerta y vio la hermosa silueta del chico de sus fantasías. Niall tenía simplemente un cuerpo malditamente hermoso. Dejó la toalla en el tubo y salió rápido de ahí antes de que sus pantalones estallaran por la presión que sentía.

Al salir, Liam se golpeó la frente contra la pared de la habitación una y otra vez hasta que ya no pudo escuchar el agua caer. Salió de ahí rápido antes de que Niall saliera, no sin antes haber tomado su ropa sucis. Tendría otro bóxer del chico para jugar.


El castaño recién bañado, bajó las escaleras en forma animada. Llevaba su pecho al descubierto con solo unos shorts negros y descalzo. Entró a la cocina y abrió el refrigerador, para luego tomar el juego y tomar directo del envase.

—¡Dios! —Liam mojó su pecho de jugo al escuchar aquel ruido —. ¡L-lo siento! No sabía que estabas sin camisa. —Liam torpemente se tapó con la puerta del refrigerador y vio a Niall cubrirse su rostro con las manos.

—¡Fue mi culpa! —intentó explicar —. Debí ser más precavido, sabía que no estaba solo en casa. No pasa nada. —Niall destapó su rostro y le mostró una sonrisa tímida, una sonrisa que Liam nunca vio en el Niall extrovertido.

—Y lo siento por haber hecho que derramaras el juego.

—No pasa nada —Liam le sonrió y tomó un pañuelo para limpiarse el pecho —. ¿Quieres comer algo? Yo estoy muerto de hambre. Tengo pan, jamón, queso, jugo —Liam miró el jugo aún en su mano y le sonrió nerviosamente —. Aunque el jugo ya está infectado con mis babas.

Niall esta vez soltó una sonora carcajada y el corazón de Liam pegó un brinco —Sándwiches y jugo suena bien.


Luego de un rato, ambos chicos estaban sentados en el sofá, cada uno con un sándwich en un plato con papas fritas y un vaso de jugo de naranja. Liam había subido rápidamente a buscar una camiseta para luego bajar con el chico.

Ambos miraban una película de batman. Sorpresivamente para Liam, luego de comer, Níall recostó su cabeza de su brazo fornido. Liam lo rodeó por el cuello y lo atrajo a su pecho. Por primera vez en su vida no estaba disfrutando de una película de batman, estaba disfrutando de ese pequeño momento de felicidad de tener a Niall cerca, de poder tocarlo, de poder estar con él.

La película iba transcurriendo cuando el británico miró al pequeño chico, este estaba dormido y con el dolor más grande de su alma lo despertó.

—Niall, mejor vamos a dormir, ya es de madrugada. —el irlandés solo asintió y le dio las buenas noches.

Esa noche Liam se acostó en su cama mirando feliz hacia el techo. Era una noche que iba a recordar por el resto de su vida

Quiero Protegerte (Niam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora