D.O.S

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Pasan varias horas hasta que llegan al sector dos, el camino ha tenido buenos y malos momentos.

Momentos en los que ambos desconocidos hablan e intentan conocerse un poco más, aunque tan solo consiguen conocer aspectos superficiales del contrario, momentos en los que cantan alguna canción que suena en la radio y, por el contrario, ratos en los que el silencio es incómodo, en los que no saben qué más decir o preguntar.

JungKook aparca el coche frente a una pequeña tienda situada junto al apartamento de su familia, las luces del local están apagadas por completo por lo que decide llamar nuevamente a su hermana y darle la noticia de su llegada.

Jimin observa estático la tienda que se encuentra frente a él, no consigue ver nada debido a la oscuridad y eso le da mala espina, por desgracia él aprendió hace muchos años que la oscuridad no suele ser tu mejor aliado.

Escucha la voz grave y profunda de JungKook junto a él, tiene la posibilidad de huir pero está muy lejos de su sector y, además, a esas horas ya no se pueden ver autobuses o taxis que te acerquen a tu destino.

  — Sí, es urgente.— JungKook se mantiene en silencio durante unos segundos, escuchando las palabras de su hermana.— Muchas gracias.

JungKook cuelga el teléfono y se apoya en el cristal del local, la máscara sigue ahogándole pero no puede quitársela en mitad de la calle, no quiere tener más problemas ni mucho menos perjudicar a su querida hermana por no tener su máscara puesta.

Jimin desea volver a ver al policía junto a él sin la dichosa máscara pero no lo dice en voz alta, prefiere deleitarse con el reciente recuerdo del rostro aniñado del peli-negro.

El silencio no es incómodo, sin embargo, Jimin cree que debe llenar el vacío de sonido que tan solo es acallado por los grillos y las hojas siendo zarandeadas por el viento, agradece haberse puesto un polar antes de salir esa mañana de su casa porque el único lugar en el que comienza a tener frío es en sus pies, manos y barbilla.

Escuchan como una puerta se abre y Jimin es observador de cómo una chica bastante bajita, con el pelo castaño claro, lacio y liso, se lanza contra el policía, que crea un profundo e íntimo abrazo que hace sentir momentáneamente incómodo a Jimin.

— Menos mal que estás bien. —  la chica se aleja y tiene la tentación de quitarle la máscara a su hermano para corroborar con sus propios ojos que la salud de su hermano mayor no ha sido afectada.

—Unnie...— le llama la atención al ver las intenciones de su hermana.—Eso es peligroso. — la chica agacha la cabeza, sabe que su hermano tiene razón y que lo único que hace es protegerla y, aunque nadie puede ver su triste sonrisa y sus ojos apagados por culpa de la máscara, intenta mantenerse positiva ante su querido hermano.

— Lo sé, lo siento.—  se disculpa y es entonces cuando ve al castaño junto a su hermano, ésta intercala miradas entre ambos, el más bajo tiene su máscara rota y, si alguien más le viese estaría en graves problemas.—¡Dios, ven, vamos dentro! — grita en susurros para así no despertar a ningún vecino.

La chica abre la perta de su tienda e invita a ambos a entrar, Jimin pasa delante de JungKook, que aprovecha para mirar con descaro el redondo y prominente trasero del castaño, después cierra la puerta con extremo cuidado y sigue, junto a Jimin, a su hermana hasta llegar al desván, donde ve varias máscaras guardadas.

Máscaras.  //KookMin\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora