V.E.I.N.T.I.O.C.H.O

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Despierta con su alarma, rápidamente revisa si tiene algún mensaje o llamada, no encuentra nada, se pregunta si JungKook está bien, pero su día debe continuar y debe ir a su trabajo.

Se viste y, con Gukie tras él camina hasta la cocina, dónde prepara su propio desayuno, revisa su móvil constantemente intentando encontrar algo, una llamado o un mensaje del peli-negro, pero incluso cuando está saliendo de casa, no recibe nada.

No llama a la puerta de su vecino, no debe ir a trabajar y tampoco quiere molestarle para que le lleve; camina hasta la parada de autobús, toca su máscara, está fría, casi tanto como el frío del ambiente.

Sabe que la madre de JungKook anoche se moría, pero no sabe si ha fallecido o no, no sabe absolutamente nada más, no de Soo Yeon ni del mayor, se preocupa y desea con la suficiente fuerza que algún mensaje o llamada haga vibrar su móvil, sube al autobús y, durante el camino, vuelve a revisarlo todo, pero sigue sin haber nada, se pregunta si llamar a la menor estará bien o no.




JungKook sube a su casa, no ha pasado la noche allí, de hecho no recuerda casi nada de esa noche, sólo vagos recuerdos, un bar y mucho alcohol, él solo, recuerda haber bailado con algunas personas pero no mucho más, abre la puerta y entra, deshaciéndose al instante de la máscara, suspira al estar dentro, le duele la cabeza y tiene la boca seca.

No come nada, sólo se limita a caminar hasta su habitación y se deja caer en la cama, está cansado y dolorido, la imagen de su difunta madre no sale de su cabeza, incluso cuando se duerme, todo lo que hay en sus sueños son imágenes de su progenitora, de los mejores y peores momentos, de las veces que ha reído y llorado con ella, lo mucho que siempre le apoyó.

¿Por qué no había sido él?

  Realmente le hubiese gustado ser él y no su madre, ¿a caso la vida tenía algo bueno esperándole?, "Jimin", deja de soñar con su madre, sueña con las sonrisas del menor, con su pelo despeinado, con sus labios, con todo él, le sueña tanto que cuando despierta sólo atina a coger el teléfono, y marcar su número, aunque no ha llamar, tal vez siguiese en el trabajo, o tal vez haya quedado con sus amigos, realmente no sabía demasiado de él, pero quería hacerlo.

La puerta de su casa resuena varias veces, con lentitud se levanta de la cama y camina hacia el salón, no sin antes ponerse la máscara, abre la puerta, es consciente de su olor a alcohol y lo poco vestido que se encuentra, quitarse la ropa mientras duerme a veces se convierte en un problema para él. En la puerta se encuentra un chico de pelo castaño, un poco más alto que Jimin, en seguida sabe quién es y, aunque no le agrada el chico, su hermano le gusta y no quiere acabar mal por llevarse mal con el menor.

—Adelante.— invita a pasar, el menor entra, algo reticente, el olor a alcohol ha calado sus huesos y le repugna, ¿su hermano realmente gusta de un ser así?, ve al mayor deshacerse de su máscara, sin embargo el menor no lo hace, prefiere no hacerlo, no se fía de ese policía.—¿Quieres algo de beber?— niega y JungKook se encoge de hombros.—Espérame en el salón si quieres, voy a hacerme un café.— su tono no es amigable pero tampoco rencoroso, es completamente plano.

—Bien.— el menor se pregunta por qué razón su tono ha cambiado tanto, por qué hay dos grandes ojeras bajo sus ojos negros, realmente se asusta al ver esa imagen tan demacrada de alguien que parece un Dios, ve su espalda, no puede evitar fijarse en la numerosa cantidad de cicatrices que marcan su piel, y, cuando le ve venir de frente puede ver perfectamente las cicatrices que surcan su pecho, costillas y vientre, ¿eso es lo que esconde?¿lo sabrá Jimin-Hyung?

—Ve directo al grano.— sus palabras son crudas, el menor traga saliva intimidado, ¿ha hecho bien en ir a advertir a un policía tan bien formado muscularmente?,  probablemente no.

—No quiero que hables con mi hermano.— le ve encenderse un cigarro y dar una calada, después ve su rostro inexpresivo, pero ya lo ha dicho, ¿qué puede pasar?

—Creo que no entiendes una cosa, Jihyun, tú eres el menor de los dos, no tienes derecho a decirme eso.— el rostro del menor se tensa, ¿por qué siempre le recuerdan que es el menor?

—Me importa poco ser menor, me preocupo por él y le estás haciendo daño.— el menor cierra sus nudillos, le parece increíble que el mayor ni si quiera se inmute de sus palabras.—No quiero imaginarme lo que hará o sentirá cuando se entere de que eres un alcohólico.— esas palabras encienden algo en JungKook, acaba de perder a su madre y lo que menos necesita es que le recuerden al causante de sus desgracias. Su rostro se endurece.—Me parece increíble que se haya fijado en alguien cómo tú.— Jihyun no sabe de donde ha sacado el valor para decir esas palabras, pero se arrepiente en el momento en el que ve al mayor levantarse y caminar en su dirección.

—No sabes una mierda de mí o de mi vida, JiHyun,— el menor se encoge en su sitio ante el tono de voz de JungKook.—no te atrevas a llamarme borracho por haber salido una noche a beber. No te atrevas a decir que soy capaz de herir a Jimin porque eso no es cierto, le he salvado el pellejo en más de una ocasión.— JungKook coge con fuerza el cuello del jersey del más pequeño, reteniendo el impulso de darle un buen golpe.—Te irás ahora mismo de mi casa y no quiero que vuelvas a hablarme de esa manera, porque la próxima vez me dará igual que seas el hermano de Jimin.— dicho esto levanta al menor y le arrastra hasta la puerta, empujándole fuera de su apartamento unos segundos después.—No vuelvas a jugar conmigo, te lo advierto. No estoy para juegos de niñatos como tú.

La puerta se cierra en las narices del menor, que está completamente perplejo, no tiene la mínima idea de porqué JungKook ha reaccionado de esa manera, tampoco cree haber dicho nada malo, solo ha sido sincero con sus pensamientos.

Camina de vuelta al apartamento de su hermano, agradeciendo que el mayor le haya hecho una copia de sus llaves para poder entrar y salir con soltura del lugar.


Jimin termina su turno bastante tarde, aunque al menos tiene una buena noticia, para él y para JungKook, su jefe ha decidido remodelar el bar y las obras durarán cerca de un mes y medio por lo que no tendrán que ir a trabajar en una buena temporada, el autobús ya no pasa a esas horas por lo que se dispone a caminar hacia su casa, tal y como lo ha hecho siempre, pero tomando rumbo en otra dirección.

Recuerda los años en los que caminaba de vuelta a su casa, antes de conocer al peli-negro, del miedo e inseguridad que le absorbían por la oscuridad de las calles y lo que podría pasarle; se pone sus cascos, como lo hacía antes, le gustaría que JungKook estuviese con él para llevarle a casa, pero tampoco a recibido ningún aviso suyo o algo por el estilo, tan solo una llamada de su hermana pidiéndole que cuide del mayor, está preocupado por él, pero más le preocupa la oscuridad del camino en este momento.

Su camino se hace eterno, no recuerda que fuese tan largo, incluso ahora que vive más cerca de su trabajo, ¿es por que no está él?

A su lado se escucha la bocina de un coche, tiene la tentación de mirar y el deseo de que sea JungKook, que ha ido a buscarle, sin embargo ni mira, ni cree que sea él.



Máscaras.  //KookMin\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora