capítulo 6

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Pov: Gabriel.

No busco a Peppa pig por que su madre me dijo que iría con Manuel, el vecino. Llego con intenciones, intenciones de partirle la cara Anthony,  pero no puedo llegar y partirle la cara a si como así.  Yo no soy problemático, ¿pero que hombre le dice gorda a una chica así como así?
Exacto, no es hombre. Para nada. La veo entrar a la clase, ella tiene eso que me hace querer molestarle todo el tiempo, y no del sentido malo, si no del bueno.

Se ve a leguas que se pone una capa de hielo para no salir lastimada, no tiene amigos por que teme un decepción en ello, puede fingir que se siente a gusto con ella misma, pero no es así.  Se acompleja, especialmente con su cuerpo. Mientras que yo sólo veo una bola de almidón,  es que las gorditas son tan cómodas ¿cómo se ven?. 

No entiendo por que razón, pero está sentada en los asientos de a bajo,  se supone que ella se sienta lejos de todos. Veo a Anthony sentado a su lado, soy del tipo espontáneo. Lo pateo haciéndolo caer y tomo su asiento, veo como me mira incrédulo.  No se atreve a decirme o hacer nada, soy el hijo del dueño de este imperio.  ¿quién se atrevería a ignorarme? O ¿ hablarme como si fuera estúpido?,  si hay alguien que hace y ha echo eso desde el primer día.

Se llama Julia Pilar, mi vecina que ahora es nombrada Peppa pig. Siento su mirada en mi, veo sorpresa por el echo de haber tirado al piso el chico que la molestaba, intento actuar normal. Pero ¡Dios! ¿quién actúa normal con ella?.. es que ella tiene un no se que, que me hace querer molestarle cono ya he dicho.

Sin contar que es toda una pervertida sin querer, no puedo negar haberla visto mirándome por la ventana mientras me quitaba la ropa, no estoy seguro si se calló al piso está vez, espero que no.

-hola, Peppa.- intento no hacer escándalo, la clase esta por empezar.

-hola, púlpito. -ven, es que es tan respondona que me agrada.

Empieza la clase y yo intento centrarme en ella, veo como mis compañeros se sientan mi lado y otros de lado de ella. La veo concentrada en su clase. Al parecer le gustan los animales. Puede que tenga 26 y este estudiando, pero en realidad ya terminé mi carrera, la cual fue administración de empresa, ya que mi padre lo quiso así, cuando terminé de estudiar le propuse que quería seguir estudiando, esta vez lo que queria,  no se negó,  al contrario.  Le encantó la idea de que hiciera algo productivo en mi vida. Me siento orgulloso de ello y mi familia también.

La campana suena y hago que me veo, pero en realidad no lo hago. Sólo espero a ver si la Peppa pig va a salir, la última dos veces no la vi merendando. Según su madre, ella come como cosa loca. Veo unos segundos y se queda ahí sentada leyendo los ya habíamos estudiado. ¿en serio? .. ¿se quedará allí?.  Veo como una de las estudiantes se le acerca entonces me alejo. Tal vez esa chica si la convenza de que meriende, no debería estar preocupándome  por eso pero es que ella me hace sentir así .

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La hora de salida para mi es un caos, todos saliendo como enanos. Peppa pig, para mi es una alerta. Ella me pone con energías, energías de molestar. Es tan divertido y quisquilloso al mismo tiempo. La sigo, veo como se sube al coche de su madre.. ¡es tan tierna!. Si le dijera algo así en su propia cara, estoy seguro que me mandaría al diablo. Ya me he fijado en su actitud y su forma de ser, ella es tierna, sólo que le cuesta demostrarlo.

Lo sé,  soy muy observador.

-Manuel, ¿cómo está?-. Manuel es la mano derecha de mi padre, es como si fuéramos familia.

-todo bien,  ¿cómo están ustedes?.

-perfecto.- recuerdo el mandado de mi padre.- papá dijo que te quiere ver, está noche.

Lo vi asentir y lo vi entrar con Peppa. Pensándolo bien, ese nombre le queda tan perfecto a ella. Entro a casa, ahí veo  a mi preciosa, Lillo. Es mi cachorra, es una pekinés,  es toda una monada. Tan cariñosa, cuando llego a casa ella es la primera en recibirme.

-¡ven aquí cariño!-. Muero de amor, cuando se sube sobre mí.

-ya llegaste, ¿que quiere comer mi niño?-. Es rosa, la mucama. Puede que este mayor y todo eso pero es como mi nana.

-tostadas, iré a darme un baño para sacar a Lillo a pasear. - ella asiente y empieza  a hacer lo suyo.

Yo cargo a Lillo  para ir a mi cuarto, a mi se me ha pegado una maña de mirar por la ventana cada vez que entro a mi cuarto. Al parecer a ella también por que la veo mirando hacia acá.  Se toma por sorpresa que también la veo por que mueve de inmediato. Ella me causa tanta gracia, las demás vecinas que he tenido son.. algo más pervertidas, más tiradas. Era como (cógeme de inmediato).

No soy ese tipo de chico, al contrario. Soy uno muy peculiar, con diferente gustos y diferentes mañas, por ejemplo una de ellas es molestar a mi nueva vecina. Escucho que tocan la puerta.

-entra.- es mi madre.

-no tienes que ir a la empresa hoy, ya me he encargado de eso.

-Que bueno, tengo que darle un paseo a Lillo ya que no lo he echo en estos días.- ella me sonríe tiernamente.

- eres tan lindo, ve a darte una ducha. -lo dice mientras se lleva a Lillo en sus brazos, ella es toda una monada,  se va con quien sea.

- ahora bajo, rosa me está cocinado tostadas, ¿dónde está el pequeño?-. Le pregunto por mi hermano antes de que salga.

- se quedó haciendo tareas con su amigo de clases.- para.- por lo menos está haciendo amigos, ya sabes como es.



curvas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora