CAPITULO 1

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««- Es por tu propio bien

- ¡¿Por mi propio bien?! – Preguntó con ironía a su padre - ¡ME ALEJARON DE LA MUJER QUE AMO!

- ¡Por dios! Michael, eres muy joven para comprender esa gran palabra – Joseph lo miró exasperado

- Eres tú el que no comprende – Se dio media vuelta y se marcho del lugar»» 

Abrió sus ojos al escuchar que el teléfono estaba sonando insistentemente. Al levantar la bocina para tomar la llamada se dio cuenta de que habían cortado la llamada, tal vez por su tardía contestación. Suspiro pesadamente al volver a recordar aquella conversación que había tenido con su padre años atrás.

Mas de diez años habían pasado desde que los habían separado. Sentía su corazón partirse al no tenerlos cerca, al no escuchar su voz y no volver a sentirla en sus brazos; Aun la amaba, aun se encontraba en su corazón.

La buscó infinidad de veces, pero había desaparecido, no había rastro de ella ni de su hijo, a quien nunca pudo conocer y era una de las cosas que más le dolía a aquel joven convertido en hombre.

- Siento interrumpirte Michael, pero Frank no puede venir hoy y necesita que firmes estos contratos – Ciara había entrado en el despacho rápidamente

- Ciara, no hay problema – Le sonrió a la chica castaña que tenia enfrente de el - ¿Frank te dijo el motivo por el que no vendrá?

- No dio detalles, pero dijo algo sobre una reunión y de que su esposa lo mataría

No pudo evitar emitir una sonora carcajada al escuchar las palabras de la chica, quien no pudo reprimir una sonrisa tímida. Michael comprendió que se había avergonzado un poco así que le dedico una mirada tierna para aligerar el ambiente.

- Frank es un exagerado, su esposa, Linda, es de las personas mas amables que he conocido

- Oh bueno, no he tenido el gusto que conocerla – La chica castaña tomo asiento para así poder discutir lo de los contratos con su jefe – Frank dice que por favor los leas detenidamente, no quiere lidiar con más problemas por el momento

- ¿Pero si yo no doy problemas? – Preguntó con cierto aire de ironía e inocencia, algo por lo cual no pudo evitar sonreír la chica – Bien Ciara ¿Qué tienes para mí el día de hoy?

- Epic ha aceptado la propuesta del nuevo disco, así que te manda el contrato, previamente leído por Frank, pero aun así debes leerlo.

Y suspiro pesadamente, le fastidiaban un poco los contratos, todas las clausulas y las letras pequeñas que se escondían le daba dolores de cabeza. Confía plenamente en su manager, pero, aun así, este mismo, siempre le decía que debía analizarlo con una lupa si era posible.

La tarde fue cayendo lentamente, y con ello pequeñas gotas de lluvia. Las nubes se aglomeraban en el cielo, logrando que la luz solar se fuera perdiendo poco a poco en el horizonte. El despacho se encontraba en un profundo silencio, solo el suspiro de ambos y el rasgueo de los bolígrafos irrumpían el ambiente.

Michael levantó la mirada un poco cansado por el echo de estar tan concentrado leyendo, atentamente, cada una de las palabras que había en los contratos. Estiró un poco sus brazos haciendo el menor ruido posible. Se dio cuenta de que la pequeña lluvia se había vuelto una tormenta y ya la noche había caído por completo.

Admiró cada detalle del escritorio, desde el color caoba que tenía, hasta las pequeñas y casi imperceptibles fisuras que se fueron formando por el paso del tiempo debido a la antigüedad. Ciertamente, solo era una excusa para no seguir con los pendientes que tenia por delante.

En esta vida...y en la otraWhere stories live. Discover now