❝Eres muy mayor para ser mi novio❞ • myg + pjm [LIBRO #2]

C U A T R O

Los besos, rasguños, gemidos y chupetones no tardaron en hacer acto de presencia cuando ambos se adentraron en la casa. 

JiMin incluso tuvo la osadía de mencionar un par de veces que quería conocer el estudio privado del rapero y este no tardó en guiarlo a su habitación, murmurando que ese sería el lugar perfecto para hacer un poco de música. Ambos se reían de sus propias ocurrencias, besándose cada vez que sus risas chocaban.

Un par de manos se adentraron en la ropa del menor y como respuesta mordió uno de los labios ajenos. Las sonrisas seguían y los besos se hacían cada vez más profundos. El deseo que volvió borrosa la oscuridad de la habitación estaba quemando ambos cuerpos, JiMin entonces se aferró al cabello de YoonGi mientras gemía y movió sus caderas como reflejo de las sensaciones. En ese momento, el rubio tuvo el sólido pensamiento de que no quería estar en ningún otro lugar jamás por el resto de su vida.

A la mañana siguiente sin embargo, cuando el brillante sol le avisaba que ya debía despertar y el cuerpo a su lado le daba la indudable información sobre claro desenlace de la cita, entró en un pequeño pánico que lo hizo jadear bajito, y luego, lamentarse porque su cabeza le dolía a horrores. 

La espalda baja de YoonGi se escondía entre las sábanas, pero aun así, a JiMin no se le hizo complicado darse cuenta de que el contrario estaba tan desnudo como él, era jodidamente obvio.

Se cubrió el rostro entonces, dejando a la resaca golpearlo un poco más y ahogó un bufido de frustración.

No podía creer que ellos realmente se habían acostado en la primera cita.

Él no estaba buscando terminar en una situación como esa, YoonGi si que era una de las personas más calientes que había conocido en su vida, pero él se sentía como un imbécil por haberse dejado llevar tanto por las apariencias. Lo más probable era que había arruinado todo por completo, porque las cosas se volverían incómodas, no era la primera vez que esto le sucedía.

Lo más seguro era que ambos estuvieron al mismo nivel de ebriedad la otra noche y él no tomó precauciones en absoluto, ¿en qué estaba pensando?

Se deslizó fuera de las sábanas con cuidado, masajeando su cuello y frunció su entrecejo cuando no se sintió tan adolorido como esperaba estarlo. Entonces miró de nuevo a YoonGi, él no lucía como el tipo de hombre que le gustase recibir. JiMin luego viró los ojos, otra vez se estaba dejando llevar por las apariencias.

Se metió en sus boxers mientras salía de la habitación, siguiendo el rastro de ropa que se extendía por la casa. Estaba demasiado apenado, ¿en serio se habían desvestido mientras caminaban hacía la habitación? Incluso encontró su camisa a un lado de la puerta de entrada. En ese momento estuvo tentado a salir de allí, huir, pero no creía que fuese lo correcto. Sin embargo, si YoonGi se despertaba y se molestaba de verlo todavía en su casa, ¿no sería eso peor? Él no estaba dispuesto a pasar una vergüenza como esa.

Dudó y se relamió los labios en señal de nerviosismo. No debía tener un nivel alto de inteligencia para darse cuenta que YoonGi estaba más que interesado en su cuerpo, era un poco obvio que quería acostarse con él, ¿entonces por qué no podía abrir la puerta y salir con la poca dignidad que le quedaba?

Sacó su celular de sus pantalones y no se dio cuenta de lo que hacía sino hasta que alguien le contestó la llamada.

—¿Hola?

—Hyung... —alargó la palabra, sonando como un quejido y bajando sus hombros.

—¿JiMin? ¿Qué sucede?

—Creo que acabo de cometer una estupidez —hizo un puchero y se frotó el rostro. No podía creer que, para colmo, estaba llamando a SeokJin como si este pudiese ayudarlo en su situación.