Aquella, sin lugar a dudas, había sido una semana de mierda para Mark Lee.
Como si la ansiedad por estar perdiendo a su mejor amigo no fuese suficiente para fastidiarle la existencia, el señor destino había decidido añadir otro ingrediente a la catastrófica receta que daba forma a su (desde hace unos seis días) fatídica vida.
Sí, porque no bastaba con saber que Haechan comenzaba a detestarlo por culpa de su errático comportamiento irracional, no señor, a aquello le hacía falta otra cosa, un hecho que Minhyung había ignorado hasta ese momento y que hubiese preferido no haber averiguado jamás. Al final, para su horror, resultó que Jeno había estado en lo cierto. Mark en realidad sentía celos de todo aquel que osase tener demasiado contacto con Donghyuck.
¿La razón? Pues he allí el dilema, ya que el buen Mark había descubierto que aquel escandaloso niño de tez morena le gustaba, le gustaba mucho, de aquella forma cursi y romántica en la que se suponía que debían gustarle las chicas.
Pero Minhyung nunca había fijado su mirada lo suficiente sobre alguna niña como para que esta llegase a gustarle. Sus ojos siempre habían estado puestos sobre Haechan, sólo en Haechan. No hubo lugar para alguien más.
Y nunca lo habría.
Era una atracción tan absurda y abrumadora que, por más que lo intentara, el pobre Mark no encontraba otra palabra para describirla que no fuera amor.
Amor
Oh, Dear God. Why?
Mark habría dado cualquier cosa por no sentir aquello, por seguir en negación...
Por haberlo descubierto antes.
Pero de haberlo sabido con anterioridad ¿Podría haber cambiado en algo las cosas?
Que a Haechan le gustaran los chicos fue un hecho que a la mala había tenido que aceptar, la pregunta real era... ¿A Haechan le gustaría él?
Si se armaba de valor y confesaba sus recién descubiertos sentimientos ¿Donghyuck lo aceptaría?
No, claro que no.
Muy probablemente el niño se reiría y le escupiría en la cara que no quería volver a verlo.
Es decir, no podía llegar y soltar como si nada: Oye, Hyuck. ¿Adivina qué? Enloquecí y ataqué a media escuela porque me gustas y no soporto que nadie se te acerque... ¿te gustaría salir conmigo?
Vamos, que hasta él mismo se mandaría al diablo.
Era una locura, y Mark no dejaba de preguntarse: ¿Cuándo fue que empezó todo esto?
Quizá fue en la fiesta de cumpleaños número trece de Jaemin, cuando accidentalmente Haechan botó algo de refresco sobre su playera y él había tenido que acompañarlo hasta la habitación del cumpleañero porque el mocoso era un niño berrinchudo que no quería quedarse solo. Pero luego el muy desgraciado se había sacado la playera como si nada, y Mark aún jura que su corazón se saltó un latido cuando toda aquella piel color miel con grasita de bebé a los costados quedó expuesta frente a él.
Tan lindo. Pensó.
Y tuvo que abofetearse muy fuerte en la cara para no quedarse mirando más de la cuenta, babeando como un imbécil mientras su amigo se cambiaba.
O tal vez fue en aquel Halloween, cuando el muy idiota decidió vestirse como chica y se pavoneó durante seis cuadras completas con aquel estúpido trajecito rojo repleto de lunares blancos que le quedaba absurdamente bonito y que mostraba sus hermosas piernas color caramelo.
ESTÁS LEYENDO
I Call It Love (Markhyuck) «I Call It Series II»
FanfictionLa situación con Donghyuck realmente estaba afectándolo y no sabía qué rayos hacer para resolverlo. ¿Se acabaría sólo así? ¿Perdería a su mejor amigo por enamorarse de él? No lo sabía, pero si de algo estaba seguro era de una única cosa: El...