I Call It Love (Markhyuck) «I Call It Series II»

Ahora o nunca

—¿Hyuck? ¿Hyuck, estás bien? 

Haechan sabía que Mark estaba parado justo frente a él, pero escuchaba su voz a lo lejos. Sentía cómo el frío sudor le recorría la espalda y sus mejillas hormigueaban por el calor.

¿Estaba teniendo un ataque de pánico?

¿Se desmayaría?

No, sólo moriría por la vergüenza. Nada de que preocuparse.

—Ey. Hyuck, mírame —aterrado, vio cómo Mark acortaba la distancia entre ellos y sintió sus cálidos dedos posarse bajo su mentón— ¿Hyuck? 

Cuando sus ojos se cruzaron nuevamente con los de su amigo, su corazón dio un brinco tan fuerte que casi se le sale del pecho. 

Mark tenía los ojos brillantes y las mejillas teñidas de un sutil rojo carmín.

Tan lindo, pensó. 

Lee Minhyung era el chico más lindo que Haechan había conocido en su corta y disparatada vida.

En realidad, Donghyuck estaba seguro de que no existía un chico más atractivo sobre la faz de la tierra. Era adorable y guapo al mismo tiempo, con un rostro angelical y una voz tan seductora que le producía terribles escalofríos desde el más erizado cabello de su enmarañada cabeza, hasta la punta de los dedos de sus pies.

Tengo que decirle, tengo que decirle, tengo que...

—¿Hyuck? Hyuck ¿Me estas escuchando?

Haechan respiró hondo y asintió con rapidez. —Estoy bien, sólo... creo, creo que estoy algo nervioso. Y tu estúpida cara no está ayudando en nada.

Mark soltó una risa floja y bajó sus manos en busca de las de Haechan para sujetarlas.

—Mamá empacó mi desayuno en una bolsa de papel bastante grande ¿Quieres que me la ponga en la cabeza? Así no tendrás que ver mi feo rostro.

Con una sonrisa, Haechan apretó con fuerza las manos que sujetaban las suyas y habló: —¿Cuándo dije que fueras feo? Estúpido. Pero será mejor que saques esa bolsa cuanto antes, porque creo que voy a vomitar.

—Oye, tranquilo —Mark elevó una de sus manos juntas y besó el dorso de la palma de Haechan—. Todo está bien ¿sí?

¡No, claro que no! 

Su cerebro había hecho corto circuito y soltó tanto aire que se estaba empezando a hiperventilar. 

—¿Quieres que nos sentemos en alguna parte? ¿Necesitas algo de beber?

Haechan asintió torpemente sin entender qué diablos le decía porque: ¿Mark le había besado la mano? ¡Mark Lee le había besado la mano!

¿Por qué carajo su mano tenía tanta suerte? 

Sus labios estaban envidiosos.

Mientras su cabeza daba vueltas, Mark lo ayudó a cruzar la calle y lo condujo lentamente hasta el final de la avenida.

Estaba tan absorto en sus propios pensamientos que sólo cuando levantó la vista y vio al puente Hangang* alzarse frente a ellos entendió que habían caminado demasiado.

—¿Mark? ¿Por qué estamos frente al río Han?

—Te pregunté a dónde querías ir y no dijiste nada. Además, hay demasiada gente en las bancas. El Gyeonu* debe estar abierto a esta hora ¿Subimos?

—Eso es tan de turista. —soltó de mala gana mientras rodaba los ojos. 

La verdad es que no le parecía una mala idea, pero ir al Gyeonu Café con Mark...