Hice el intento de arreglarme lo mejor posible, el vestido callo como otra piel para mí, era tan cómodo, y el color quedaba bien con el color pálido de mi piel. No quise verme tan demacrada así que use un poco de maquillaje. No tenía argollas más que las que siempre usado. Toda mi vida mis aretes pequeñitos que mamá me regaló cuando nací, y nunca me he quitado. Y cómo nunca he usado de esos collares extravagantes, no tenía ninguno. Decidí que como mi cabello estaba de buen humor debía dejarlo suelto, los rizos estaban bien formados.
Airis me había emprestado unas zapatillas, por qué yo no tenía unas que combinarán con el vestido. Ya casi eran más de las 8, Adam no tardaría en pasar. Tenía muchos nervios. Después de tanto evitarlo mi corazón no pudo más.
-me doy un punto por el vestido- dijo alzando el pulgar- estás muy bonita-
-gracias- le dije con nervios- estoy nerviosa, sería mejor que Adam se arrepintiera de llevarme-
-si te deja plantada de verdad lo mato- dijo alzando el puño-¿como me veo?- me dijo dándose vuelta-
-muy bonita- un vestido azul que era muy clásico, pero el escote era muy revelador, llegaba hasta la cintura en un corte amplio. Y su cabello recogido. Con unos aretes y collar amplio.
De pronto sonó el timbre de la puerta. Dios, ayúdame a controlar este corazón loco, loco por Adam. Airis corrió a abrir la puerta, yo me acerque poco y distendí un poco el vestido, sentía que las manos me sudaban.
-Adam, hola- solo vi su sombra- pasa-
Airis se quitó de la puerta y no me había dado cuenta de cuánto lo extrañe hasta ahí. Traía su cabello castaño de lado, peinado. Y sus ojos seguían siendo sus ojos, puesto en ese hombre, tan alto. Con un smoking negro, diferente a como lo había visto antes, con su uniforme de la cafetería.
Se acercó a mí. Mi cerebro decía que me alejara pero mi corazón respondía que ahí pertenecía a su lado. Y sus labios se abrieron para formar un círculo de sorpresa.
-estas hermosa- me dijo sin más- más que siempre-
-si lo dices así podré creerte-
-¿es el chiste de los cumplidos no?- su sonrisa-
-hola Sara- me dijo ahí de pie-
-hola- fue lo único que mis labios pudieron decir-
-bueno, bueno- dijo Airis, creo que rompió ese momento- tenemos que irnos, o llegaremos tarde y tú!- dijo señalando a Adam- tendrás que conseguirme una cita-
-vamos- me dijo- tome mi pequeña bolsa y Aris hizo lo mismo, junto con nuestros abrigos-
No sé si eran los nervios, que no sabía cómo formar conversación con el. Era algo extraño, siempre teníamos algo que contar. Y creo que él también lo sentía así.
Tomamos el elevador. Supuse que en algún momento querría hablar de por qué no le contesto ni las llamadas, y eso me angustiaba más. Por que no podría decirle la verdad.
-¿lista?- doblo su codo-
Asentí y pase mi brazo por el suyo.
-¿lista?- dijo ahora dirigiéndose a Airis-
-si!- dijo muy animada- "de verdad quería un novio"-
Me reír un poco. Talvez está noche sea perfecta o puede ser el último en el que este con el.
En la puerta una limosina negra estaba estacionada. Mi corazón vibro un poco.
-esto va en buen camino- dijo Airis entrando en ella. Adam cerró la puerta tras ella.-
Así que me detuve.
-algo falta para que estés más perfecta- dijo, sacando una caja de su saco, era algo grande- solo no la rechaces- y abrió la caja, era un collar con una pequeña estrella dorada. Brillaba mucho, para mí. Era muy bonita.-
-Adam- le dije- no, no-
Comenzó a sacarla del estuche.- quiero que lo uses, no iba a comprarte un collar por qué sabia que no la aceptarías, esta es de mi madre, tómalo como un préstamo-
-si es de tu mama, con más razon-
-te lo empresto así que no te preocupes- comenzó a desabrocharla, y dio media vuelta atrás de mi. El collar roso con mi pecho dándome un pequeño escalofrío.
Se rio- ya paso- dijo- listo-
Tome la pequeña estrella en la punta de mis dedos.
-ahora si, está más que perfecta-
-te prometo que la devolveré pronto-
-te queda hermosa-
-oigan!- dijo Airis por la ventana- llegaremos tarde!-
No reímos un poco. Adam abrió la puerta, yo entre y Aris me veía con una gran sonrisa, que no dejaba de mostrar los dientes y alzaba las cejas.
Adam entró después de mí y cerró la puerta. La limosna avanzó más rápido de lo que me imaginaba, ver la calles de Nueva York, siempre era relajante, pero luego vi enfrente una alfombra y muchos. Muchos paparazis, que me dieron miedo.
He oído que son cómo cocodrilos y no dejan a su presa hasta que la despedazan.La puerta de lado de Airis se abrió y un joven algo atractivo esperaba.
-tu cita Airis- le dijo muy alegre Adam-
- a esto me refería- dijo Airis saliendo del auto sin pensarlo dos veces -
Los nervios se apoderaron de mí y mi cara se sintió roja.
-se que eres valiente- me dijo mirándome a los ojos-
-podría caer- le dije-
-y caeríamos juntos te lo prometo- me respondió- Alzó su mano y tomo la mía- si sientes muchos nervios solo aplica fuerza y yo volteare a verte para que solo seamos tu y yo-
Podré contener mi corazón al verte.
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Mi Estrella Favorita
Teen FictionSara había prometido nunca enamorarse. Su sueño es convertirse en una gran editora, junto con su mejor amiga, Airis. Así es como llega a New York. Pero luego aparece Adam, el chico de su pesadilla, el de los incomparables ojos verdes . El dueño de s...