Si debía vivir con el dolor de haber perdido el amor de Adam, Debía aceptarlo. Posiblemente no yo me perdonaría tal mentira. Fui envidiosa en quererlo para mí. Aún si mi corazón lo amaba de esta manera debía ser lo suficientemente fuerte para saber qué el pronto me olvidaría y algún día podría ser feliz.
Solo se oía el ruido de las rueditas del carrito de oxígeno y como se rompía mi corazón como un jarrón directo al piso. Mientras abría la puerta de mi departamento.
-Yo también quiero amar a quien fue capaz de sacrificarse todo, por evitar dolor- decía su voz en mi espalda.- Quien prefirió sacrificar la galaxia entera solo por una estrella.
Voltee a verlo. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Para poder ser infinitos- le dije con una sonrisa.
Corrí hasta donde las rueditas del carrito pudieron y lo abracé con todas mis fuerzas. Sus brazos me llevaron más hacia el, que por un momento mi corazón se aceleró tanto que creí que se saldría de mi pecho.
-Perdóname Adam, te juro que nunca quise causarte este dolor. Preferiría morir mil veces antes de verte derrame una lágrima por mi. Antes de que lastimaras una mano por mi antes de lastimar tu corazón- dije sintiendo el vendaje de su mano en mi espalda.
-Por que tú!- dijo quebrándose le la voz- De todo lo que me queda en el mundo. Por que tu!- sentí su lágrimas en mi cuello- Por que de todo lo que amo en el mundo, tu…
-El amor es épico- le dije en un susurro- El tiempo hace más fuerte a las personas-
-Yo no podría vivir sin ti, ni siquiera sé cómo es que puedo estar de pie- Me aleje un poco de el-
-Tu eres lo suficientemente fuerte, no vas a estar solo- mis ojos veían directamente a los de el.
Tomo mis mejillas en sus manos como siempre lo hacía.
-como podría vivir sin ti- Rosaba con la yema de sus dedos los cables de oxigeno- Daría todo lo que tengo, por salvarte. Ya perdí a papá, no voy a perderte a ti.
-Adam, solo debes ser fuerte-le interrumpí- Yo estaré todo lo que pueda, dándote lata, siendo la persona que siempre quiero que recuerdes. La que no está enferma. La que te ama con todo su corazón.
-No me daré por vencido.
-Y no lo harás- lo volvía interrumpí- Tu diste todo por mi, yo daré todo por ti- ¿podrías vivir con eso?.
-Sara...- sus ojos estaban hinchados.
-Nunca serás culpable. Así es el destino. Vive con saber que tu me hiciste la mujer más feliz del mundo.
-Aun así te perderé- sus ojos se cristalizaron – Ese era mi peor temor.
-No pienses en ese día, piensa en el ahora. Tu y yo ¿recuerdas?-
-Infinitamente- me dijo para después volver a abrazarme.
Debía oír y calmar el corazón de Adam, yo debía ser la fuerte, por qué sería el quien me perdería. Y ese era mi pero temor, que llegará ese día.
Adam se descargó su tristeza en mi hombro. Su mano estaba vendada. Y llevaba varios días sin afeitarse.
Después de que se diera un baño y lo esperara en la sala de su departamento (ya que nunca había entrado) vi las fotos de su familia. Fotos de el con sus papás. Y debo admitir que Adam tenía la mirada de padre. Y una fotos de nosotros en le baile de bienvenida.
En ese momento pensé en algo para que Adam no se sintiera culpable por no poder ayudarme. Y lo haría al llegar a casa.
-Papa siempre decía, el dolor más grande del corazón era la perdida.
-El mejor consuelo de la perdida es el amor.
-Sara, no podemos hacer…-
-Adam, hablaremos bien. Pero no aquí. Debes saber la verdad completa- le dije interrumpiendo- primero debes ir a la cafetería. Llevas dos semanas sin ir a trabajar.
-Debía pensar mucho- me dijo bajo dobla vista.
-No quiero ser la causa de tus problemas.
-Nunca – me decía componiendo una foto de las demás.
**
Cuando llegamos a la cafetería sentí como un oleada de sentimientos. Debía componer la vida de Adam, no quería convertirla en un desastre.
Nos centamos en una mesa cerca de la ventana. La misma donde me tomo la foto la primera vez que me invitó.
-quiero ser lo más sincera contigo- suspire- debí hacerlo desde un principio.
-Sara, no puedo estar molesto contigo, sé que esto es algo difícil para ti y no te juzgo. Yo haría lo mismo en tu lugar, pero de otra manera es difícil para mi. Yo te perderé..
-No quiero que pienses en eso. Aún no- Ya había dejado una herida en Adam, y pronto esa herida de haría más grande.
-Por favor, quiero saberlo todo, por más que duela.
Suspiré lo más pronto posible.
-Es un tumor cerebral en fase terminar en la parte derecha del cerebro. Me diagnosticaron hace casi un año. Acababa de graduarme cuando mi nariz goteo la primera vez.
-El día que te conocí ¿eso fue la causa que te desmayadas en la puerta del edificio?-
Asentí.
-cuando mi cerebro se inflama es a causa de falta de oxigenación, cuando esto pasa la parte donde está el tumor también se inflama y causa que de mi nariz fluya sangre.
-Y tu tratamiento- me dijo fijo a mi- por pudiste haberlo tomado.
-Adam - tome sus manos- Mis padres no podían pagarlo, era demasiado caro. Tengo 3 hermanos, dos van a la universidad y está Mery que aún va en la preparatoria. Mis padres perderían su casa por mi- mis ojos se cristalizaron- yo solo tenía un 45% de probabilidad que el tratamiento funcionará. ¿Y si no funcionaba?,- baje mi vista, no quería que me viera llorar- Mis hermanos perderían su carrera y mis padres su casa. Y yo aún así moriría.
-Tenias una pequeña posibilidad- lo interrumpí.
-Arruinando el futuro de mi familia, quitándoles la posibilidad de soñar.
-Sara, yo pude…
-Nick- sonreí- no se podía hacer nada. Tu no tenías ningún deber conmigo para darlo todo por mi.
-Sara daría todo por ti- aún sujetaba mis manos.
-Yo vine aquí a vivir mi vida, poder llegar a ser una editora, poder ser un poco de lo que no podré ser.
Besaba mi mano
-Quiero que te olvides que estoy enferma. Quiero tener esa vida extraordinaria contigo, quiero poder hacer tantas cosas. Y que tu estas ahí conmigo
No podía ver su rostro.
-Hazlo por mi. Se mi superhéroe.- le sonreí y con una mano levante su rostro- y los superhéroes no lloran.
-Solo tu y yo- me partía el corazón verlo así. Pero debía crear buenos recuerdos para que algún día olvide los malos.
-Infinitamente- tomo mi manos y la junto con la otra.
-Te amo con todo el corazón Sara- me dijo-
-Yo también te amo con todo el corazón Adam- no podía llorar.
Nos quedamos viendo uno al otro. Sus ojos verdes estaba cansados y algo hinchados aún. Pero había conocido una faceta de Adam donde abría su corazón al mío.
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Mi Estrella Favorita
Teen FictionSara había prometido nunca enamorarse. Su sueño es convertirse en una gran editora, junto con su mejor amiga, Airis. Así es como llega a New York. Pero luego aparece Adam, el chico de su pesadilla, el de los incomparables ojos verdes . El dueño de s...