¿Existe el destino? ¿O todo es producto de coincidencias y casualidades?...
Lara es una chica tan tranquila y segura como intensa. Le apasiona la música y la fotografía. Un día durante un viaje, conoce a Evan, un chico misterioso, cautivador y muy p...
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Hace más 70 años, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) se topó con un descubrimiento completamente inesperado. Entre medio de los experimentos, proyectos y programas de poca ética que se estaban llevando a cabo bajo su liderazgo, accidentalmente dieron con dos sujetos de pruebas que aparentaban ser humanos, pero su genética y bioquímica no correspondía a la de la especie terrestre.
La investigación llevó varios años. Ambos sujetos fueron retenidos contra su voluntad en los laboratorios, y sometidos a la realización de numerosos estudios y análisis. Mediante diversos métodos de coerción, se intentó averiguar más información sobre su especie, pero los sujetos nunca cedieron. Los únicos resultados relevantes fueron los referentes a su naturaleza, como por ejemplo, que envejecen mucho más lento que un Humano. Se estimó que ambos especímenes, que aparentaban tener unos 20 años físicamente, tenían más de 50.
Posteriormente, se logró capturar varios familiares de estos visitantes no-terrícolas, que intentaban rescatar a los rehenes. Ante el escepticismo de la comunidad científica se pudo concluir que están entre nosotros, y desde hace muchos años.
No se pudo obtener un número aproximado de cuantos son en total, ni su verdadero motivo o duración de la visita; ni siquiera se supo si tienen acceso a entrar y salir de la Tierra a su preferencia; ya que ellos prefirieron no informarlo, y la Tierra no tiene la tecnología como para rastrearles. Pero se estima que no, que por algún motivo están estancados en nuestro Planeta, posiblemente esperando un rescate.
Los altos mandos de la CIA decidieron mantener el asunto en totalmente encubierto, luego de tratativas mediadoras y de pactar con representantes de la comunidad extraterrestre. Se eliminó toda documentación existente; y ningún país, ningún gobierno, ninguna otra área de la CIA (a excepción del laboratorio que trabajó en ello) se enteraría jamás del secreto.
El propósito del pacto fue acordar que no habría futuras capturas o secuestros entre ninguna de las dos partes, ni enfrentamientos, ni intercambio de información.
Los alienígenas serían "invitados de cortesía" del Planeta Tierra mientras necesitasen el alojo, tratando de mantener discreción y distancia prudente para que ningún humano notase que el paso del tiempo no les afecta; de ese modo podrían vivir en tranquilidad. A cambio, aseguraron y prometieron que no pretendían colonizar ni atacar en ningún futuro, ni cercano ni lejano.
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