Cindy:
Ya habíamos estado 1 hora aquí, llevaba solo tres cervezas y Cornelio llevaba más de cinco y ya se estaba poniendo borracho. Estaba en mi celular hasta que percibo un olor horrible. Miré a Cornelio y vi que tenía un cigarro en la mano.-Cornelio -lo llamé. El volteo- No fumes.
-¿Por qué? -preguntó.
-Te hace mal -dije y trate de quitarle el cigarro pero él alejo la mano.
-Si yo quiero fumar voy a fumar -me dijo.
Aspiró el humo y lo soltó en mi cara.
-Enserio dame el cigarro -le dije- No te lo volveré a decir.
Él volvió a aspirar el humo y lo volvió a soltar en mi cara.
-No -dijo y me sonrió.
Se acerco a mi para besarme la mejilla pero me quité.
-No quiero estar contigo si vas a estar así -le dije y me levante.
-Vete a la chingada entonces -dijo y siguió fumando.
Me dí la vuelta molesta y comencé a caminar.
-Va a volver, no conoce a nadie -escuché que grito.
Caminé hasta la cocina y tomé otra cerveza, me senté en una silla que estaba afuera y noté como un grupo de chicos se me quedaban viendo. Voltee a verlos y todos despistaron la mirada menos uno, le sonreí y me sonrió. Comenzo a caminar hacía mi y se sento a mi lado.
-Hola -me dijo.
Le di un trago a mi cerveza.
-Hola -le respondí.
-¿Tú eres la chica de Justin Bieber, no? -me preguntó y fruncí el ceño.
-¿De qué hablas? -le pregunte confundida.
-¿No has visto la foto que subió Justin Bieber de ti?
-No -respondí- ¿Cuál?
Él saco su celular y se metió en Instagram y me enseño el celular.
-La subió hace tres días.
Vi la pantalls y me vi, era una foto mía.
-Díos mío -dije sorprendida.
Mire al chico sorprendida y volví a ver mi foto.
-Si soy yo -volví a decir.
Él lanzo una carcajada.
-Al parecer aún sus fans no hayan tu cuenta -dijo sonriendo- ¿Por qué no estás con Cornelio?
-Anda de mamón -dije molesta pero aún seguía sorprendida por lo de Justin, no puede ser.
Seguimos hablando e intercambiamos números.
-Cindy -se escuchó una voz atrás mío.
Voltee y era Cornelio que me miraba molesto.
-¿Qué demonios quieres? -le pregunté molesta- ¿No ves que estoy ocupada?
-Quiero hablar contigo -dijo.
Voltee a ver al chico cuyo nombre es Erick y le sonreí.
-Otro día quedamos para vernos -dije- Quiero que me sigas contando de esas vacaciones en Cancún.
Reí, le besé la mejilla y me levante con Cornelio. Él me llevo adentro de la casa.
-Ya no voy a fumar -dijo- Ya me puse un chicle de menta y ya me puse perfume y huelo nada a cigarro ¿contenta?
Lo miré serió.
-No -respondí- Me mandaste a la chingada, pues me voy.
Me di la vuelta y di un paso pero Cornelio me jalo a él de mi mano.
-No te alejés de mi -dijo- Ya perdón, no lo vuelvo a hacer.
Juntó sus manos como si estuviera rezando y me hizo un puchero. Sonreí y me lancé a él abrazandolo. Él rió y paso sus brazos por mi cintura.
-Vamos a sentarnos -dijo.
Caminamos hacía un sofá donde estaban muchos chicos y entre ellos Vale, Grillo, Memo y Bryan. Cuando Cornelio y yo nos acercamos todos se nos quedaban viendo.
-¿Y ella, Cornelio? -pregunto un rubio- ¿Tu llevada de esta noche?
-Cuando acabes con ella yo la quiero -dijo otro y todos comenzaron a decir lo mismo.
Cornelio se sento y me iba a sentar a su lado pero me jalo de las caderas y me sentó sobre él. Me acomode bien en sus piernas, pase mi brazo por sus hombros abrazandolo y él puso su mano en mi cintura.
-Ya ella quiero que sea la oficial -dijo Cornelio- Es bien cariñosa y amorosa cuando quiere, en lo demás es bien mamona y cabrona.
-Si esas son las buenas, Cornelio, no te puedes quejar -dijo otro sonriendo.
Y todos siguieron hablando, cuando derrepente mi celular comenzo a sonar y vibrar demasiadas veces, lo abrí y vi que me estaban llegando demasiados seguidores de Instagram.
-Tssss -dijo el rubio- Checale el celular Cornelio, todavía ni andan y ya te es infiel.
Cornelio me arrebato el celular y frunció el ceño.
-¿Por qué derrepente te están llegando muchos seguidores? -me pregunto y me miro molesto- ¿Qué hiciste? ¿Qué subiste o qué?
Trate de quitarselo pero movió la mano.
-Explicame -exclamo molesto.
-¡Por eso, idiota! -exclame molesta y sus amigos rieron.
-Demandala por maltrato animal, Cornelio -dijo uno.
Cornelio se carcajeó.
-Vete a la verga -respondió.
Me metí a notificaciones y vi que me mencionaban en comentarios y tenía muchos seguidores y más mensajes. Me metí al pérfil de Justin y le enseñe a Cornelio.
-Es por esto -dije y él me arrebato el celular y vió la foto.
Comenzamos a leer los comentarios donde muchos me etiquetaban recientemente, unos me insultaban que andaba de zorra y otros me decian que era linda.
-Ya hasta a Justin Bieber le gustas -dijo molesto y me entrego el celular- ¿Te puedes bajar? Me dolieron las piernas.
Lo abrace más fuerte y le besé la mejilla.
-Sabes que solo te amo a ti, tú me gustas, no él, ni siquiera he hablado con ese jamás -le dije.
-Sí, claro -respondió- Mejor ya hasta aquí la dejamos, solo amigos, es mejor que no me haga ilusiones, se que te irás con él.
-Ay amor -le dije molesta- Sabes que no.
-Enserio Cindy -dijo él molesto.
-¿Es enserio, Cornelio? -le pregunté con el ceño fruncido.
Él solo asintio. Me levante de golpe y me salí de la casa, caminé rápido pero por accidente tope con alguien más alto que yo haciendo que me cayera de sentón y me pegará en la cabeza con una pared, cerré los ojos con fuerza. Sentí unos brazos tomarme y ayudarme a levantarme.
-Enserio, perdoname, no te vi -dijo una voz masculina.
Yo todavía mantenía los ojos cerrados, me guió hasta unas sillas y me ayudo a sentarme, abrí los ojos y por unos segundos vi todo borroso.
-Perdón, no te ví, enserio.
Voltee a ver al chico, era de piel blanca y ojos azules.
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Como tú || Cornelio Vega
De TodoCindy Kimberly Torres Palacios es una de las dos hijas queridas de Manuel Torres Félix, un narcotraficante, la mano derecha de El Mayo Zambada, dueño del cártel más poderoso y peligroso del mundo, el Cártel de Sinaloa. Tras años de la fatal pérdida...