Capítulo 27

587 23 0
                                    

Cindy:
Todos se fueron, solo quedabamos Cornelio, Valentin, Ash, Osmara, Memo, Grillo, Don Cove, Alma, los pequeños y yo. Me salí de la alberca con Ashley y tomé una toalla que nos habían dejado los chicos. Caminé hacía donde dejamos las mochilas y me cambie. Caminé hacía donde estaba Don Cove con Alma.

-¿Y Cornelio? -pregunté.

-Esta afuera, sacara unas cobijas que trajo -respondió Alma con una sonrisa.

-Dejen voy a ayudarle -dije.

Camine hasta afuera y ahí estaba con Grillo en la camioneta.

-¿Les ayudo? -pregunté acercandome a ellos.

Cornelio me sonrió y me entrego dos cobijas.

-Solo con eso hermosa, gracias -dijo.

-¿Y dónde las pongo? -pregunté.

-Ahí donde esta mi apa -dijo.

Me metí a la quinta donde estaba Don Cove y las deje aun lado. Cornelio y Grillo metieron más y cerraron la puerta de la quinta. Paso su brazo por mis hombros y me abrazo por atrás besandome la mejilla.

-Sueltala, Cornelio -dijo Osmara.

-¿Por qué la voy a soltar? -le pregunto Cornelio- Si a mi me gusta Cindy.

Osmara lo miro molesta.

-¿Y por qué me besaste? -lo miró retadora.

-Fue un error -dijo.

Yo lo abrace sonriendo. Todos comenzaron a hacernos burla y reí. Comenzamos a acomodar las cobijas en el suelo ya que todos ya tenían sueño. Todos empezaron a acomodarse, estaban emocionados por poder dormir al aire libre y ver las estrellas, me incluyo en eso.

-¿Ya te dormirás? -me pregunto Cornelio en voz baja acercandose a mi ya que todos estaban dormidos.

Yo estaba sentada alejados de ellos ya que aún no tenía sueño.

-No -respondí- No me ha dado sueño.

Se sentó a lado mío, tenía una guitarra en su mano derecha y la puso a un lado.

-¿Puedo cantarte algo? -preguntó.

-Ah, claro -dije un poco confundida pero sonriendo.

Tomó la guitarra y la acomodo sobre él.

-Esta canción la escribí hace unos tres días, quería cantartela hoy.

-¿La escribiste pensando en mi? -le pregunte y asintió.

-Escribí dos canciones ahorita que me acuerdo -dijo.

Comenzo a cantar y cada que cantaba un nuevo verso hacía que mi sonrisa se agrandara.


-¿Me conquistarás de nuevo? -le pregunte y tome sus dos manos.

-Claro -dijo- Si lo hice una vez, lo podre hacer otra vez.

-Es hermosa la canción -dije sonriendo y me quize acercar a él para abrazarlo pero me detuvo.

-Falta una -dijo- Y esta es mucho más hermosa.

Volvió a tomar su guitarra y empezo a tocar.

(Solo cambienle la letra de "Tus ojitos cafés" a "Tus ojitos verdes")

Paso los días y las noches imaginando besarte, yo no se si me equivoque pienso que también llegas a imaginarte. Eres quien me quita el sueño, me has llenado de alegría, me muero por ser tu dueño, no puedo esperar a que se llegue el día. Dime que me quieres tanto como yo te quiero, corazón. Dimelo aunque no sea sierto solo me conformo con oir tu voz. ¿qué piensas con tu belleza? Me has robado el corazón.
Por besar esa boquita y ahora entrego todo, ¿y quién lo pensaría que me cautivaran tus ojitos verdes?
Llegaste y te convertiste en mi mayor deseo, fue cuestión de tiempo y hoy traigo mi mundo por ti puesto al revés y esa vosecita hermosa me trae de cabeza, difícil de creer.

Terminó de cantar y se me quedo mirando poniendo su guitarra a un lado.

-¿Y qué te pareció? -me preguntó.

-¡Cornelio, es hermosa! -exclamé y me lance a sus brazos.

Mis ojos estaban llorosos, la canción era sin duda hermosa, las dos, pero esta me causaba un tipo de cosquilleo.

-¿Te gusto? -me preguntó.

Y asentí.

-¡Me encanto! -exclamé.

Me acomode sentandome sobre él y me separé un poco y lo miré.

-Osea hasta estoy llorando -dije riendo

Me volvió a abrazar.

-Enserio me gustas -dijo Cornelio- Y se que...

-¡Ay, lindos, anden! -exclamarón.

Cornelio y yo volteamos. Todos estaban despiertos mirandonos.

-¿Qué todos ustedes no estaban dormidos? -preguntó Cornelio.

Quize quitarne encima de él pero me tomo de la cintura.

-Si pero nos despertaste con la primera canción -dijo Valentin.

-No llores Osmara -le dije burlona al ver su cara molesta.

-No estoy llorando, estúpida.

Lancé una carcajada y escondí mi cabeza en el cuello de Cornelio.

-Vamonos a un lugar más privado -dijo Cornelio.

Me levante y luego él. Comenzamos a caminar un poco más alejados de ellos.

-¿Llevas condón, Cornelio? -grito Don Cove y lanzamos una carcajada.

Nos sentamos en el césped recargados en una pared. Me acoste en sus piernas y él comenzo a hacerme piojito.

-¿Cómo erán las fiestas en el rancho? -me pregunto Cornelio- Con tus tios, con Lenin y todos ellos.

Sonreí.

-Las fiestas en los ranchos o pueblos son hermosos -respondí- ¿Nunca has ido a ninguno así?

Negó con la cabeza.

-Mi papá Manuel tenía un gran terreno para toda la droga, los caballos y las casas de nosotros -dije- También le dio casa a muchas personas que vivían en la calle, mando a hacer casas y se las dio sin cobrar ni un peso.

Vi como sonrió un poco.

-¿Tu papá era muy humilde, verdad? -me pregunto y asentí.

-En las fiestas invitabamos a todos los que les dio hogar y a toda mi familia. Lenin, Gerardo, Regulo, El Fantasma, Jesús y muchos más se ponían a cantar, todos tomaban y bailaban, también montabamos a caballo, hacíamos carne asada y de todo -dije- Todo es perfecto ahí.

Lo miré.

-Cuando haya una fiesta te llevaré -le dije.

-¿Te puedo hacer una pregunta? -me preguntó y asentí- Desde que murió tu papá tuve curiosidad. Tu papá fue gran amigo de mi papá, recuerdo que un día Manuel vino con nosotros y me regalo un acordeón. Todavía lo tengo, yo tenía 13 años, ese fue mi segundo acordeón. Fue el mismo año que murió. Desde ahi tuve tanta curiosidad y apenas cuando te conocí comence a investigar, visite tantas páginas pero todas decían cosas diferentes. Quiero saber de tu papá, como era.

Sentí como mi corazón se hacía añicos.

Como tú || Cornelio VegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora