Brenzie a better ship name?

Pruebas

Mackenzie pov
Me desperté empapada en sudor a causa de la pesadilla que acababa de tener. No me podía sacar de la cabeza las malditas pruebas. Aparte de las que me había echo ayer, aún me quedaban algunas que ya tenía programadas que eran algo más precisas, por lo que llevaban más tiempo.
Ayer cuando llegué a casa enseguida me puse a hablar con Johnny intentando sacarme todo esto de la cabeza, pero claro también se lo quería contar, necesitaba hablar con él y que a la vez me ayudase a quedarme más tranquila. Si que es cierto que no fue demasiado, como decirlo, cómodo hablar sobre ello, se suponía que todo se estaba cerrando que todo iba a ir bien, y de repente ¡pum! Pasa esto. Pero él me ayudó a tranquilizar me y a pensar con la cabeza fría y eso me fue muy bueno; durante dos minutos o algo así, porque, siendo sincera, el agobio volvió a mi en cuanto dejé de nuevo el móvil sobre la mesilla que tengo en mi cuarto.
Después de vestirme bajé a desayunar, aunque no tomé demasiado de nada, tenía el estómago  revuelto y sólo era capaz de pensar en lo que me esperaba en tan solo una hora. Si, en una hora tenía que estar en el hospital lista para recibir el resultado de las pruebas.
-¿Cariño no vas a tomar nada más?
-No mamá, esto es suficiente.
-Solo te has tomado medio vaso de zumo.
-Para mi es suficiente.
Puedo ver la preocupación en los ojos de mi madre, y de verdad que no quiero que esté mal antes de saber lo que pasa, pero claro yo tampoco quiero estarlo y no puedo evitarlo.
-Mamá tranquila, es solo que de momento no quiero comer más.
-Bien, pues entonces ve a avisar a tú hermana, dentro de nada tenemos que salir.
-Ok, ahora voy.
Salí de la cocina, esta situación es muy estresante para todos.
-Maddie, ¿estás lista? Saldremos en nada.
Ella enseguida salió de la habitación, pero tenía los ojos un poco hinchados y se le notaban unas pequeñas venas rojas.
-Estoy lista.
-¿Maddie estabas llorando?
-¿¡Qué!? No, es solo que... Bueno... No es nada, dejalo, soy yo que soy boba.
-Maddie, por favor, quiero saber que es lo que te pasa. Va enserio.
-Es solo que... No quiero que todo vuelva a empezar.- Puedo ver como sus ojos se cristalizan.- He visto como te ibas derrumbando poco a poco, he visto como dejabas de ser Mackenzie para convertirte en otra persona. No puedo volver a verte así otra vez...
No dejo que continúe, porque enseguida me abalanzo sobre ella para enrollarla fuertemente en un gran abrazo.
-No quiero que estéis así por mi, ¿vale?
Ella no dice nada, solo llora apoyada en mi hombro, cuando mi madre nos llama para que salgamos. Nos separamos y ella se seca las lágrimas. Se que yo tampoco podría soportar todo esto otra vez, ver no solo como yo misma me voy marchitando poco a poco, si no como el dolor de los que me rodean también hace que ellos se marchiten. El echo de no saber aún que es lo que me pasa y que mi hermana y mi madre ya se vean así de preocupadas, me asegura que volver a tener leucemia una segunda vez será demasiado.
El viaje en coche intentando hacerlo lo más ameno posible, mi madre pone música alegre, movida y Maddie y yo la cantamos y nos movemos junto con Maliboo, pero hay ciertos momentos de tensión, cuando durante el viaje vuelvo a tener náuseas; pos suerte no hubo ni un solo vómito.
En cuanto llegamos nos hacen pasar a la consulta, lo cierto es que por un momento creo que me quedo sin aire. Maddie aprieta mi mano con fuerza y mi madre soba mi hombro con cariño.
Al entrar un aire frío nos envuelve y no puedo evitar frotar con delicadeza mis brazos, haciendo que Maddie tenga que soltar mi mano.
-Bien tomen asiento- Nos dice el doctor.- Se que esto no es agradable para nadie, así que no le daré más vueltas, estos son los resultados de las pruebas que realizamos ayer.
Varios papeles caen sobre la mesa, pero mi mirada es de incertidumbre, no entiendo muy bien lo que quiere decir.
-Voy a redimirles lo que dicen estas pruebas. Lo importante, lo que les interesa saber. Esto quiere decir que lo que tienes Mackenzie, es gripe.- Un gran alivio recorre mi cuerpo y puedo ver como causa el mismo efecto.- Haber tenido leucemia a bajado tus defensas lo que ha causado que coger gripe haya sido más fácil y rápido. De todas formas no te aconsejo que durante estos días salgas de casa, tener las defensas bajas y en especial después de por lo que tú has pasado, no es algo nada bueno. Así que ya sabes, tienes que tener más cuidado que nunca.
Sus advertencias no me pasan desapercibidas, durante unos días no pienso salir de casa, no me voy a arriesgar. De todas formas se que ni mi madre, ni Maddie ni mi padre me permitirían salir.
-Bien pues ya está todo listo. Pueden irse.
-Muchas gracias doctor.- Se apresura en decir mi madre.
Salimos de la consulta y mi hermana y yo tenemos que ahogar un grito de la alegría y las tres nos abrazamos.
Desde luego el camino de vuelta a casa es mucho más ameno, tengo alguna que otra náusea pero eso ya no me preocupa, si tengo que ir a radioterapia pero es lo único, todo esto podría haber sido peor, podríamos haber empezado de nuevo, pero no, gracias a dios todo se a quedado en un susto, solo es una gripe, una estúpida gripe que casi hace que me de un infarto.
Llegar a casa fue un verdadero alivio en especial cuando abro la puerta y veo a Lauren de pie, esperándome junto a mi padre; enseguida me abalanzo sobre ella.
-Pensé que llegarías más tarde.
-En cuanto Johnny me contó lo que pasó tenía claro que esto no podía esperar.
Volví a abrazarla, no me podía creer que hiciese eso por mi, estas claro que tengo mucha suerte al fin y al cabo, puede que mi salud no sea la mejor, pero lo compenso con la buena familia y los buenos amigos que tengo. Y está claro que Lauren es la mejor amiga que podría desear, una pena que Johnny no haya podido venir, pero tiene que mirar por su futuro también. Ya perdió demasiado tiempo de su carrera y de grabaciones por estar todos los días junto a mi en el hospital, así que no le puedo pedir más.
Simplemente me puse a hablar con Lauren y contarle la alegría que me había llevado a pesar de tener gripe y empezar a notar como los mocos estaban empezando a taponar me la nariz. Puede que esa información no la necesitase, pero oye, ella quería saber como estaba y yo se lo conté.