Capítulo 1

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- ¡¡Para ya, Ashton!!

Me tiré de los pelos. Mi hermano me estaba poniendo de los nervios. Salí de mi habitación y entré a la de Ashton.

- ¡_______! ¿Qué pasa?

- ¿¡Cómo que qué pasa!? ¡¡Deja ya de tocar esa estúpida batería, que tengo que estudiar!!

Ashton empezó a reír.

- ¿¡Por qué te ríes!? - le grité, enfadada. - ¿¡Es que no me tomas en serio!?

Él seguía riendo.

- Es que me haces gracia cuando te enfadas.

- ¡Pues a mí no me hace gracia, Ashton!

- Está bien, está bien - dijo él. - Ya paro de tocar.

- Eso está mejor - le respondí, ya un poco más relajada.

Iba a salir ya de su habitación, cuando él volvió a tocar la batería, esta vez más fuerte.

- ¡¡¡Ashtoooon!!!

Fui corriendo hacia él y me puso a intertar pegarle, mientras él conseguía esquivarme y estallaba en carcajadas.

- ¿¡Esto qué es!? - gritó mi madre, que subió corriendo.

Antes de que pudiéramos responder, mi madre me dijo que me fuera a mi habitación para que siguiera estudiando y a Ashton le dijo que dejara la batería un rato. Me tiré en mi cama boca arriba, mirando el techo. A veces mi hermano era muy pesado, pero aún así lo quería mucho. Era muy gracioso y siempre sabía sacarme una sonrisa. Le encantaba tocar la batería, y estaba segura de que algún día sería parte de una banda y se haría famoso.

Intenté seguir estudiando, pero no conseguía concentrarme, así que cogí el móvil y me puse a chatear con mis amigas, para darme un descanso. Mi mejor amiga, Violet, me había mandado un mensaje:
Hoy he visto algo en la calle que creo que puede interesarle a tu hermano.

¿A mí hermano? ¿Qué podía interesarle a mi hermano? Respondí a su mensaje:
¿El qué has visto?

Esperé un rato a que me escribiera. Después de unos diez minutos, recibí otro mensaje suyo.
Un cartel, unos chicos buscan batería para su banda. ¿Te mando el número al que hay que llamar?

Le dije que sí y ella me dio el número de teléfono. Volví a la habitación de Ashton.

- ¿Has venido ha pedirme perdón por haberme gritado, ______? - dijo él con una expresión divertida.

- ¡Eres tú el que tendría que pedirme perdón! - le grité. Inspiré aire para calmarme y seguí hablando. - Por cierto, Violet ha encontrado algo interesante.

Le conté lo que me había dicho mi amiga. A Ashton le brillaban los ojos de emoción.

- ¡Por fin voy a poder ser parte de una banda! - gritó emocionado.

No pude evitar soltar una risita al verle tan contento. Estaba muy feliz por él. ¿Quién sabe? A lo mejor con esa banda conseguía cumplir su sueño.

Rápidamente, él llamó al número.

- Ponlo en altavoz, para que yo pueda oíros también - le sugerí.

- No, esta conversación es privada - dijo Ashton, muy serio.

- ¡No seas aguafiestas! - le dije molesta.

- Shhh, que ya lo va a coger. Vete a estudiar ya.

Salí de allí pegando un portazo. Pero decidí no irme. Apoyé la oreja a la puerta, para ver si podía escuchar algo. Por suerte, se oía perfectamente.

- ¿Hola? Encantado, soy Ashton - podía escuchar desde el otro lado de la puerta. - Soy batería y me gustaría entrar en vuestra banda.

De repente, todo estaba en silencio. No oía nada. Después de un rato, volví a oír a Ashton.

- Está bien, allí estaré. ¿A qué hora habías dicho? Ajá, vale, adiós.

Entonces colgó. Abrí la puerta corriendo.

- ¿Qué ha dicho? - pregunté nerviosa.

- Pues... ¡Voy a ir mañana a practicar con ellos!

- ¡Eso es genial, Ashton!

- Bueno, me van a hacer una prueba antes, para ver si soy bueno, pero seguro que les encanto - dijo, y sonrió triunfante.

Empecé a dar saltos de emoción y él me imitó.

- ¡Estoy tan orgullosa de ti!

Cuando dije eso, se acercó a mí y me abrazó.

- Te quiero, enana.

- Y yo a ti, feo. No podría tener un hermano mejor.

AmnesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora