Capítulo 4

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Dejamos el coche en el garaje y entramos a casa de Violet. Fuimos a almorzar y después la madre de Violet nos dijo que fuéramos al cuarto de mi amiga a estudiar.

- Mamá... - dijo Violet tímidamente. - ¿Podemos pasarnos ______ y yo un momento por casa de Michael?

Su madre nos miró un poco enfadada.

- Tenéis que estudiar para el examen de mañana - dijo con un tono que me asustaba un poco.

- Pero mamá, es que es importante. Tardaremos poco, te lo prometo - replicó Violet.

- Bueno, vale, pero id rápido y ya no saldréis de la habitación hasta que vengan a recoger a ______.

Las dos asentimos y fuimos corriendo a casa de Michael. Pegamos las dos a la vez en la puerta y nos abrió él. Estaba igual que como lo vi la última vez: ojos verdes, piel más o menos blanquita, pelo rubio y un extraño peinado.

- ¿Qué pasa chicas? - preguntó él extrañado.

- ¿Por qué no me dijiste que tenías una banda? - dije yo.

-  Bueno, nunca me preguntaste y no surgió ocasión para decirlo.

- ¿Ashton ha entrado en la banda? - le preguntó Violet.

- Sí. ¿De qué le conocéis?

- Es mi hermano.

Michael abrió mucho los ojos.

- ¿De verdad? Vaya, no me lo esparaba. No os parecéis mucho.

- Deberías haberme dicho que tenías una banda por mi hermano - le dije molesta.

- Pues tú deberías haberme dicho que tu hermano era batería - me respondió de la misma manera en la que le hablé a él.

En ese momento intervino Violet.

- Mike, ______, tranquilizaos - dijo calmada. Ahora se dirigió a Michael. - ¿Cómo son los otros dos de la banda?

- Ahora después vienen a practicar a mi casa, si queréis venís y los conocéis.

- Está bien - dije yo. - ¿A qué hora vienen?

- A las seis.

Violet y yo le dijimos que iríamos a esa hora y nos despedimos.

Entramos en la habitación de Violet. Estuvimos estudiando hasta que dieron las seis menos cuarto. Me tumbé en la cama de Violet.

- ¿Qué vamos a hacer? Tu madre no nos deja salir más de aquí - suspiré.

Ella sonrió pícaramente.

- Recuerda que Michael y yo somos vecinos.

Abrió la ventana y justo enfrente estaba la ventana del dormitorio de Michael.

- ¡Michael! - gritó Violet, y la ventana que teníamos delante se abrió.

- ¿Ya venís? - dijo sonriendo.

Violet no le respondió. Se fue hacia su armario y de él sacó un largo tablón de madera.

- ¿Desde cuándo tienes eso ahí? - pregunté.

- Desde siempre, supongo.

Puso el tablón de manera que cada uno de los extremos en la ventana de Michael y en la suya.

- ¡Vamos para allá, Mike!

Michael agarró muy fuerte el tablón y Violet fue hasta la habitación de Michael a gatas con paso lento.

- ¡Te toca, _____! - gritó Violet desde la ventana de Michael.

Miré a la hierba. No estaba muy alto, pero tenía miedo de que se rompiera el tablón. Me subí a la tabla de madera temblando. Fui muy lentamente. Cuando ya estaba a punto de llegar cuando de repente oí un ruido raro. Como si algo se resquebrajara. Miré hacia atrád y observé aterrorizada cómo se rompía el tablón. Intenté saltar y cogerme a la mano que Michael me tendía, pero no lo conseguí. Empecé a caer. Cerré los ojos y apreté los dientes con fuerza, esperando el impacto contra el suelo del jardín de Michael. Sin embargo, alguien me cogió.

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