Post Amnesia || l.h (Temporada 2)

Capítulo 4

Me desperté a las 19:20pm de la tarde ese mismo día, supuse que justo después de Calum me hubiese dado un baño de cloro, había encontrado la forma de quedarme dormida en el sofá.

Arrugué la frente al darme cuenta de que tanto mi habitación como la de los chicos estaban en silencio, cosa que me extrañó bastante conociéndoles a ellos y a Elena.

Me puse de pie y me di una ducha, en un momento cerré el grifo para asegurarme de que seguía sola y poder cantar sin sentir que me escuchaban.

"He's the one who likes

all our pretty songs

and he likes to sing alone

and he likes to shoot his gun

But he

knows not what it means

Knows not what it means

when I say..."

"¿Has terminado ya?" Escuché al otro lado de la puerta.

"¡Juro que como me vuelvas a dar un susto de esa forma te arranco la cabeza!" Chillé mientras agarraba mi corazón en un puño.

"No tardes mucho que tenemos planes." Dijo riendo antes de alejarse. Respiré varias veces y sonreí mientras terminaba de quitarme el champú del pelo.

"Te odio." Le dije cuando salí del aseo, enrrollada en una toalla.

"Sabes que no." Él levantó la vista y me sonrió mordiéndose el labio inferior. Rodé los ojos y fui hasta mi bolsa en busca de ropa.

"¿Qué clase de planes tenemos?" Le pregunté dándole la espalda.

"Pues todos se han ido a no sé dónde y nos han dejado a ti y a mí aquí. Y he pensado que como te dan pánico las películas de miedo, podríamos ver unas cuantas." Me giré para verle sosteniendo la carátula de Paranormal Activity, Insidious, Possession y La Dama De Negro.

"No."

"¡Vamos!"

"He dicho que no."

"¿Por favor?"

"Léeme los labios: n o." Luke se rió mirándome y bajó la vista para echarles un vistazo a las portadas de cada película.

"Me vas a tener al lado, no te va a pasar nada." Nos sostuvimos la mirada durante un par de segundos hasta que sentí que mis mejillas cambiaban de color, obligándome a mirar hacia otro lado.

"Ni loca."

"Hacemos un trato; si te pasa algo después de la primera película, no seguimos con las demás." Apreté la boca en gesto de que me lo estaba pensando. "A no ser que quieras volver a ver las de ayer."

"No, por dios. Está bien, pero prométeme que no vamos a tener todas las luces apagadas." Luke asintió dando palmadas y giró sobre sus pies en dirección a la otra habitación. Sonreí mientras buscaba mi sudadera negra, al sacarla salió junto con una camiseta que llevaba muchísimo tiempo buscando. "Luke, esto es tuyo. Acabo de encontrarla." Le di su camiseta de Nirvana, la misma camiseta que había usado para dormir la noche anterior a la muerte de Paula.

"Oh, puedes quedártela, tengo miles igual que esa." Asentí y la volví a meter en la bolsa.

Me senté en el mismo sofá que él pero en la otra punta, para que no hubiese contacto entre nosotros.

Me dió a elegir entre cuál empezar y escogí la de La Dama de Negro, que más que una película de miedo parecía una pieza del ajedrez.

Justo a los diez minutos de que hubiese empezado, le pedí al cielo que realmente fuese una película de ajedrez.

A la media hora ya estaba debajo de mi manta, temblando del miedo y a punto de llorar. Luke estaba completamente embobado mirando a la pantalla y ni siquiera se lo pensó dos veces cuando puso Insidious nada más terminar la primera.

"Luke, Luke no puedo hacer esto. Quítalo ya." Le pedí sin dejar de lloriquear y de temblar. Él en seguida paró la película y se acercó a mí.

"Shhh, tranquila, estoy aquí." Me colocó sobre sus piernas mientras me abrazaba y acariciaba cuidadosamente mi cabeza. "No te va a pasar nada, estoy aquí." En lugar de tranquilizarme me hizo llorar más, arrepintiéndome de todo el tiempo que habíamos perdido.

"No quiero seguir viéndolas." Dije cuando ya me hube calmado.

"Vale, de todas formas a esta solo le quedaban diez minutos, la puedo ver en otro momento." Dijo sonriéndome.

"Perdón."

"¿Por qué?" Me preguntó.

"Por ser una llorona." Reí en su pecho, él me volvió a sonreír mientras colocaba los mechones de mi pelo detrás de mi oreja.

"No pasa nada, tengo bastante sueño, deberíamos dormir ya." Asentí y me quedé quieta, indispuesta a apartarme de él aunque fuese por un segundo. Apagó la televisión y nos quedamos a oscuras.

"Luke." Susurré al poco tiempo.

"Dime."

"Has roto tu promesa de no tener todas las luces apagadas." Él se rió suavemente y volvió a pasar una mano por mi pelo.

"Supongo que así siento que estoy más cerca de ti." Susurró tan bajo que se me hizo difícil entenderle, pero opté por olvidarlo y hacer como si solo hubiese suspirado.