Capítulo 11

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os recomiendo leer este capitulo mientras escucháis Terrible Things de Mayday Parade, la letra no tiene nada que ver pero la música es muy aw

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Suspiré al entrar por las puertas principales del cementerio, ya era la tercera vez que iba hasta allí a por Michael, pero era la primera vez que iba sin que él me hubiese llamado antes.

Odiaba el cementerio, odiaba ver todas esas flores y a los ancianos sentados en los bancos, como rogando que llegase su hora lo más pronto posible.

Caminé por una especie de camino que llevaba a la tumba de mi mejor amiga, difenrencié una melena oscura detrás de la lápida. Como siempre, Michael estaba con la espalda apoyada en la piedra que tenía el nombre de Paula escrito.

"¿Qué tal, Cobrain?" Me preguntó sin levantar la vista del suelo. Suspiré por lo que pareció la quinta vez en la última media hora y me senté al lado de Michael, los dos apoyando la espalda en la lápida.

"Eso te va a matar." Le dije, señalando el cigarro que tenía en la mano. Habían varias botellas de cerveza a sus pies y más colillas por el suelo.

"Un coche también te puede matar, pero todo el mundo conduce." Dijo dando una calada. Asentí sin decir una palabra, tenía razón y lo sabía. Me ofreció el cigarro después de soltar todo el humo que tenía en la boca. Lo miré por unos segundos y terminé cogiéndolo sin pensármelo más veces.

"Vamos a morir." Dije después de toser por todo el humo que había a nuestro alrededor.

"Tarde o temprano lo haremos, Cobrain." Le miré sonriendo tristemente.

"¿Estás bebido?"

"Solo un poquito." Rió y se pasó una mano por el pelo, a continuación volvió a encender otro cigarrillo y sonrió. "Lo más triste es que ha pasado un año, tres meses y ocho días y aún estoy enamorado de ella."

"Ella también sigue queriéndote."

"¡Ella está muerta!" Gritó y se llevó ambas manos a la cara, escuché cómo sollozaba y pasé mi brazo por encima de sus hombros, permitiéndole apoyar su cabeza en mi hombro.

"Si te soy sincera, Clifford, tienes razón. Está muerta, no está en el cielo esperándonos, ni sigue viva en nuestro interior. Está ahora mismo a tres metros bajo tierra de nosotros, ¿y qué? ¿Vas a hacerme caso y olvidarla? ¿Vas a desenterrar su cuerpo para meterlo en una nevera y practicar magia negra para revivirla?" Él rió bajito y se frotó los ojos con las palmas de sus manos. "Es totalmente normal que sigas queriéndola, y es totalmente normal que vengas aquí de vez en cuando. Pero hazme caso, estás viviendo de un recuerdo. Abre los ojos y mira el presente; ¿por qué no sales a la calle y buscas alguna aventura? No te estoy pidiendo que la reemplaces, porque tanto tú como yo sabemos que no lo vas a hacer, pero te digo que si ella pudiese verte, te diría que eres un gilipollas por estar así. Yo obviamente no creo que seas gilipollas, pero estoy segura de que ella lo diría." Conseguí hacerle reír un poco más fuerte y volvió a la posición anterior, con la espalda en la lápida.

"Tienes razón, Cobrain. Tengo que ir en busca de alguna aventura, eso es lo que necesito."

Nunca me di cuenta del grave error que cometí hasta el momento que encontramos aquella aventura.

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"¡Vamos Danielle! ¡Tú puedes!" Me gritó Michael al otro lado de la valla.

"¡No puedo! Se me ha quedado la bota enganchada." Y era verdad, la punta de mi zapato estaba atrapada en el alambre que nos separaba a Michael y a mí. ¿Cómo me había enganchado en uno de los huecos de la valla? O una pregunta aún con más sentido, ¿qué hacía trepando una valla enmedio del bosque a las siete de la tarde?

"Oh, vamos Danielle." Michael estiró los brazos y se puso de puntillas para llegar hasta mi pie y tratar de desengancharlo. "Listo, date prisa que si se hace de noche no vamos a encontrar el sitio."

"¿Qué sitio se supone que es?" Dije una vez había conseguido pasar por encima de la verja y me encontraba caminando al lado de Mike.

"Ya verás, es una pasada. Lo encontré el año pasado después de lo del accidente de Paula, no suelo venir aquí mucho. Esta es la tercera vez." Michael se metió las manos en los bolsillos y habló sin levantar la vista. No quise decir nada más porque no encontraba las palabras exactas. Caminamos durante un par de minutos hasta llegar a lo alto de una colina. Michael estiró los brazos señalando lo que había delante de nosotros. Me agarró por los hombros para acercarme lo máximo posible al borde del precipicio para que pudiese ver perfectamente las vistas. Me agarré a su camiseta por miedo a caer, hacía tiempo solía tener miedo a las alturas y cosas por el estilo, pero últimamente me estaba preocupando menos en pensar tanto las cosas y decidí disfrutar del momento.

"Esto... Esto es..." Negué lentamente con la cabeza, no habían palabras que describiesen lo que estaba viendo. La ciudad estaba bañada por un color anaranjado y violeta que se mezclaba con las nubes y hacía que te perdieses mirando los edificios que acariciaban en cielo.

"Hemos venido en el mejor momento." Suspiró Michael. Quitó sus manos de mis hombros pero yo no solté su camiseta mientras se sentaba a mi lado. Le imité y apoyé mi cabeza en su hombro. "Creo que éste es mi lugar favorito." Susurró apoyando su barbilla en el tope de mi cabeza.

"¿Te importa si traigo alguna vez a Luke aquí?" Dije riendo ligeramente.

"Claro, mientras no folléis donde yo me siento no pasa nada." Él rió y yo me giré para darle un golpe en el hombro con el puño cerrado. "Auch, era una broma, tranquila." Volvió a reír y me desordenó el pelo con la mano con la que no se apretaba donde había recibido el golpe.

"Das asco Michael Clifford, mucho asco."

"Tú también Danielle Cobrain, tú también." Rodé los ojos ante su comentario y volví a apoyar la cabeza en su pecho, sin querer perderme un minuto más del atardecer.

"Siempre pensé que los atardeceres eran más rápidos." Dije después de estar un largo rato fijándome en el horizonte, que parecía estar igual que hacía media hora.

"Realmente duran un minuto y cuarenta segundos, pero de todas formas aún no está atardeciendo, queda un poco para que se haga de noche." Frotó su cara en mi pelo, desordenándomelo aún más.

"Entonces, ¿esta es la gran aventura que tenías pensada?" Le pregunté, él bostezó antes de contestarme.

"Realmente sí, tampoco hay mucho más que hacer aquí. Podríamos meternos en el bosque pero no me apetece perderme." Dijo riendo y después resopló.

"Podemos ir a buscar comida, me apetece una hamburguesa."

"Una hamburguesa con queso no estaría nada mal." Nos volvimos a quedar mirando a la ciudad, sin saber exactamente qué hacer. "Vamos a por esa hamburguesa." Se puso de pie después de estar un rato sin decir nada y me ofreció una mano para ponerme de pie. La agarré y cuando me hube quitado todas las hojas y ramas de los pantalones, comenzamos a volver a andar hacia la valla para seguir con nuestra aventura y conseguir una hamburguesa con queso.

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tranquilas que no se va a transformar en una ffic de michael lol

ahora mismo mike está como: oh dios mio cuanto echo de menos a paula no puedo vivir sin ella la necesito más que a una hamburguesa con queso

y danielle es: pobre michael mi mejor amigo lo está pasando mal pues vámonos a un bosque enmedio de la nada en busca de aventuras

Post Amnesia || l.h (Temporada 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora