Capítulo 40

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Metí toda la ropa posible dentro de la maleta.

No me lo podía creer, en unas horas iba a volver a verle. Después de casi tres meses, iba a volver a verle.

Eran las cuatro de la mañana, el tren salía en una hora y llegaríamos allí sobre las diez de la mañana. Me senté encima de la maleta para poder cerrarla, cinco horas y estaríamos en la misma ciudad.

¿Qué hará al verme? ¿Cómo reaccionará?

Esperé sentada en el sofá, sin poder apartar la vista de los billetes de tren, por si acaso era una especie de sueño y desaparecían de un momento a otro.

El timbre de la puerta me hizo reaccionar, me levanté y cargué con la maleta.

"¡Feliz cumpleaños!" Chillaron las dos al unisono cuando abrí la puerta. Me abrazaron y eché un vistazo al interior de la casa para asegurarme de que no olvidaba nada.

"Vamos a llegar tarde." Dijo Elena ajustándose la bolsa a su hombro. Asentí y salimos a la calle, en menos de diez minutos ya habíamos llegado a la estación de trenes.

"Estoy muerta de los nervios." Reí abrochándome el cinturón.

"Pues aún nos quedan cinco horas hasta que lleguemos, así que mejor tranquilízate." Me dijo Madison dedicándome una sonrisa.

Cinco horas, cinco horas, cinco horas.

-

"Dani, despierta." Me susurró alguien agitándome el brazo. "Ya hemos llegado."

Justo cuando oí eso, abrí los ojos de par en par y me froté la cara.

"Joder, creo que he dormido durante todo el camino." Dijo Elena bostezando y estirando los brazos.

Miré alrededor para ver al resto de pasageros cogiendo sus maletas y saliendo de allí.

En cuanto pisamos el suelo de Melbourne, fue cuando me lo creí. Íbamos a volver a vernos.

"Creo que el hotel está por aquí cerca," Dijo Madison sacando un papel de su bolsillo. "Calum me mandó la dirección, pero no me aclaraba y por eso tuve que dibujarlo."

Reí mirando el papel, solo se veían rayas y palabras que no se entendían. Con ayuda de gente que encontrábamos por la calle, conseguimos llegar hasta el hotel.

No era algo increíble, para un par de noches era suficiente.

"Dani, necesitamos que te quedes aquí, nosotras vamos a hacer unas cosas." Dijo Elena sonriendo.

"Realmente vamos a comprar la tarta y las velas, no encontrábamos una vela en forma de uno." Aclaró Madison abriendo la puerta de la habitación.

"Se suponía que era una sorpresa." Me dijo Elena negando con la cabeza.

"Lo siento, es la primera de nosotras en cumplir los diecisiete, no podía aguantarlo." Rió antes de salir por la puerta y agarrar a Elena para sacarla de allí.

Aún no me había hecho a la idea de que era mi cumpleaños, saqué el móvil de la maleta y comencé a contestar a todas las felicitaciones.

Michael me mandó un mensaje a las 0:00, diciendo que esperaba ser el primero en felicitarme. Calum y Ashton tardaron un poco más, pero lo que más me sorprendió fue que Luke no me había dicho nada.

A lo mejor estaba esperando a que le llamase, diciéndole que ya estaba despierta para poder felicitarme por teléfono. Sonreí marcando su número y poniendo el móvil en mi oreja.

"¿Quién?" Escuché a alguien al otro lado de la línea.

"Hola." Sonreí dando vueltas de la emoción por toda la habitación. "¿Qué tal?"

"Bien, bueno, ahora mismo un poco ocupado."

"Oh, ¿tienes un momento para hablar?" Dije sin poder dejar de sonreír.

"No sé, Dani. Ayer ya hablamos durante mucho tiempo, tengo que seguir con el ensayo." Suspiró.

"Ya, pero Luke, hoy es mi-"

"¿Puedes contármelo luego? De veras que ahora tengo algo mucho más importante que hacer."

"¿Qué? ¿En serio también se te ha olvidado?" Pregunté cruzándome de brazos.

"Mira, no sé qué es lo que se me ha olvidado esta vez, ¿de acuerdo? Ya te dije que el otro día no pude llamarte porque estaba ocupado. Y ahora también lo estoy." Dijo cambiando el tono de voz a uno más serio.

"¿Esto es una especie de broma, no?" Reí irónicamente.

"¡No! ¡Estoy ocupado!" Gritó contra el teléfono.

"¿¡Qué cojones está mal contigo!? ¡Solo quería llamarte para hablar contigo!" Le grité de vuelta.

"¿¡Si!? ¡Pues estoy harto de que me llames constantemente, siempre interrumpes un ensayo o una twitcam o cualquier cosa!"

"¡Oh, disculpa que te moleste tanto! ¡Si no te has dado cuenta, tenemos horarios distintos! ¡Cada día estás en una maldita ciudad diferente!"

"¡Dios, tendrías que haberte quedado en España! ¿¡Me escuchas!? ¡Si no hubieses vuelto, ahora estaría aquí tan tranquilo, sin tener que preocuparme por ti!"

"¿Qué acabas de decir?" Le pregunté soltando un sollozo.

"¿¡No lo has oído!? ¡Estoy hasta los cojones de estar siempre deprimido! ¡Y todo por tu culpa, porque si no hubieses vuelto, ahora yo no tendría la necesidad de estar contigo constantemente!"

"¿¡Y por qué no simplemente me dejas!? ¿¡Por qué cuando tuviste el momento no cortaste conmigo!?"

"¡PUES NO LO SÉ! ¡PERO ESTO SE HA ACABADO!" Gritó más fuerte que antes. "¡ESTOY CANSADO DE ESTA MIERDA! ¡ESTOY CANSADO DE TODO ESTO!"

"¡YO TAMBIÉN ESTOY CANSADA!" Le grité lo más fuerte que pude.

"¡PUES OLVÍDATE DE MÍ! ¿ENTENDIDO? ¡OLVÍDATE DE NOSOTROS Y DE TODAS ESAS TONTERÍAS!"

Dejé caer el móvil al suelo, sin poder dejar de llorar, aún le podía oír gritando al otro lado de la línea. Una línea que definitivamente se había roto.

Post Amnesia || l.h (Temporada 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora