Capítulo 17

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sinceramente, me he puesto a llorar mientras escribía esto, si queréis disfrutarlo os aconsejo leerlo mientras escucháis "One" de Ed Sheeran

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Me apreté a Calum mientras íbamos conduciendo hacia el hospital. Por suerte él se había venido en moto y así tardamos muchísimo menos en llegar.

Tenía un nudo en el estómago.

Me sudaban las manos.

Sentía que en cualquier momento explotaría en lágrimas.

Solo necesitaba verle, necesitaba ver que seguía bien. Y me daba la sensación de que eso no iba a pasar, de que él se iba a volver a ir como Paula.

Era el mismo hospital, el mismo olor y las mismas paredes. Todo era igual, pero no iba a permitirme perderle.

"Tranquilízate, todo va a ir bien." Calum entrelazó sus dedos con los míos y me rodeó con un brazo mientras andábamos hacia el sitio donde nos dirían en qué habitación estaba y si podíamos verle.

Por dios, dime que estás bien, que todo está bien.

"¿Dónde está Luke Hemmings? ¿Está bien, verdad?" Me acerqué a la ventanilla lo máximo posible. La señora me miró por encima de sus gafas y suspiró.

"Primero tienes que rellenar estas hojas con su información, sois familiares, ¿no?" Asentí y cogí los papeles. Nos apartamos y Calum me los quitó de las manos.

"Yo llamo a Liz y le pido la información y eso." Miró a todos antes de agacharse más para que nadie nos escuchase. "Está en la habitación 256, por tu bien que no te pillen." Asentí y le di un abrazo rápido antes de irme.

Mientras caminaba tratando de aparentar que estaba calmada, me di cuenta de que Calum estaba a punto de llorar cuando leyó las hojas.

Aumenté el ritmo, el nudo de mi garganta no me dejaba tragar saliva.

Me temblaron las piernas cuando vi una puerta con el número 256 a un lado. Dentro se escuchaban bastantes voces, pero ninguna era de Luke.

Y lo peor, era que todas emitían preocupación, angustia y nervios.

Apoyé la espalda en la pared y me dejé deslizar hasta el suelo. A esas alturas ya me daba igual todo. Me daba igual que hubiese besado a Nessa, me daba igual que me hubiese confundido, me daba igual todo.

Con tan solo verle y asegurarme de que seguía vivo me bastaba, aunque él no quisiera volver a verme.

"Quédate, por favor. No te vayas. Te quiero, te quiero. Quédate." Susurré con la cara escondida en mis rodillas. No podía dejar de llorar, me sentía patética.

Levanté la cabeza para escuchar una puerta abrirse. Tres médicos salieron de la habitación sacándose el sudor de la frente. Seguidamente desaparecieron por el pasillo.

Me levanté apoyándome en la pared.

Luke.

Crucé mis brazos en mi pecho mientras daba el primer paso hasta la habitación.

Luke.

Me llevé una mano hasta la boca antes de empujar ligeramente la puerta.

Luke.

Solté un sollozo que inundó la habitación. Me acerqué a la camilla para verle tumbado, con varias heridas en la cara y una pierna vendada.

"Por favor..." Susurré mientras le acaricié la mejilla manchada de sangre, parecía indefenso, expuesto a todos los peligros que existían. "P- Por favor..."

No se movía. El único sonido que se escuchaba era el de la máquina que indicaba que su corazón seguía latiendo, y nunca me sentí tan feliz por algo tan horrible. Porque seguía vivo, seguía conmigo.

Entonces se escuchó la puerta abrirse de golpe.

"¿Quién eres? Lo siento pero aquí solo está permitido el personal del hospital." Me agarró por los hombros y me empujó, sacándome a la fuerza de allí.

"¡No! ¡Tengo que estar con él! ¡Déjeme! ¡Luke!" Traté de agarrarme al marco de la puerta, sabía que así lo estaba empeorando todo, pero no era capaz de controlarme. "Por favor." Volví a sollozar antes de que la puerta se cerrase en mi cara. "Luke..."

No podía más.

Si fuese capaz de hacer cualquier cosa, solo pediría que Luke estuviese a mi lado.

No quería dinero, ni tiempo, ni cualquier cosa increíble. Le quería a él, y le quería ahora.

¿De qué servía tener todo eso si él no estaba conmigo? ¿De qué servía todo esto?

Intenté imaginarme qué habría pasado si nunca nos hubiésemos conocido, o si nunca hubiésemos ido a esa estúpida fiesta en la que todo se destrozó.

Miré mi muñeca para encontrarme con la pulsera con la que nos habíamos prometido. Otra promesa, nos envolvían las promesas y nos mareaban, obligándonos a cumplirlas. ¿Y de qué sirve? Si vas a la calle y te pasa un coche por encima, al igual que le pasó a Paula e igual que le ha pasado a Luke.

Ahora era yo la que me sentía indefensa, si me tocasen seguramente me desmoronaría.

Despierta pronto, por favor.

-

Me desperté por los pinchazos de un dedo en mi hombro. Levanté la cabeza para encontrarme con el chico que me había echado de la habitación.

"Disculpa, ¿eres Danielle? Un familiar de Luke Hemmings nos ha pedido que seas tú la primera en verle." Me sonrió y me tendió una mano, ayudándome a levantarme. Pasé la manga de la sudadera de Calum por debajo de mis ojos, seguramente me mataría cuando la viese tan mojada de lágrimas. "Verás, yo no suelo ser el que habla con los familiares... Luke acaba de despertarse, ha entrado en una especie de coma, pero no ha durado más de una hora. Ahora mismo está bastante inestable, pero supongo que ver a un ser querido le hará mejorar." Colocó una mano en mi espalda, dirigiéndome a la puerta 256. "Estaré justo aquí, si necesitas algo solo tienes que gritar 'Jamie' y entraré en un segundo." Asentí y me rodeé con mis propios brazos, insegura de si estaba lista para verle. O peor aún, de si él estaba listo para verme.

Repetí la acción de empujar la puerta, pero esta vez no lloré, porque sentía que iba a ir bien.

Me puse a su lado, él seguía con los ojos cerrados.

Acerqué una silla al lado de la camilla y me senté. Apoyé los codos en la cama y dejé caer mi cabeza, cansada de haber estado sentada tres horas en el asqueroso suelo de un hospital. Cansada de haber estado llorando todo ese tiempo.

Ahora le tenía a mi lado, pero me sentía peor que antes.

Había estado en coma durante una hora, y había vuelto a la tierra. Era un superviviente, era un luchador.

Y yo era una cobarde, una cobarde que se asusta en cuanto él dirige su mirada a otra persona. Era una cobarde y una egoísta. Todo eso era mi culpa.

El hecho de que Luke había estado al borde de la muerte era mi culpa.

El hecho de que yo -

Pegué un brinco al sentir que alguien me agarraba una mano. Levanté la vista para mirar a Luke, él aún tenía los ojos cerrados, pero había enlazado nuestras manos.

Intenté decir algo, pero no me salía la voz, había tanto que le quería decir, y a la vez no tenía palabras.

"Quédate." Me susurró tan bajito que me costó escucharlo. Pero le entendí. Apreté la boca, aguantando todas las lágrimas que comenzaban a caer.

"Para siempre." Le contesté en un susurro y me volví a quedar callada. Observando cómo subía y bajaba su pecho mientras respiraba.

Porque me había dado cuenta de algo, y es que lo peor no es la distancia, sino estar demasiado juntos. Tanto que nos quedamos ciegos y ya no sabemos distinguir la realidad de lo que no lo es.

Porque un beso puede significarlo todo y a la vez nada.

Post Amnesia || l.h (Temporada 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora