Post Amnesia || l.h (Temporada 2)

Capítulo 28

hola vuelvo a subir porque el otro era una puta mierda así de claro xd, espero que este os guste más

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Luke y yo somos un tanto especiales. Nos conocemos desde hace un par de años, y aparte de ser novios, somos mejores amigos. Sé que puedo confiar en él, que nunca me fallaría y que siempre estaría ahí cuando le necesitase. Pero todas esas ideas se estaban yendo a la mierda a medida que dejaba que siguiese pintándome las uñas.

"Lo estás haciendo mal." Me quejé viendo cómo prácticamente me estaba pintando el dedo del pie.

"Es porque no te estás quieta."

"No, es porque no tienes ni idea." Reí cogiéndole de la mano para indicarle cómo tenía que hacerlo.

"Shh." Me mandó a callar para pasar al siguiente dedo.

Era nuestro último día juntos antes de que se fuese a Londres, y lo estábamos pasando en mi habitación haciendo cosas como ver películas o intentar dibujarnos el uno al otro.

"Me estás poniendo nerviosa." Dije intentando quitarle la brocha del esmalte. Luke me dió un ligero manotazo para que le dejase espacio.

"Apuesto lo que quieras a que nunca has dejado que nadie te pintase." Dijo dando otra pincelada de color azul a mi uña.

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Caminé vagamente hasta mi armario, de donde saqué una chaqueta para no congelarme del frío mientras andaba hasta el aeropuerto. Ánimo, un par de años más y podrás ir en coche a todos lados.

Realmente la madre de Calum se había ofrecido a llevarme, pero me negué porque sentía que necesitaba unos minutos para mí misma, para hacerme a la idea de que esa era la última vez que iba a ver a Luke antes de que se fuese.

Vale, iban a ser unas cuantas semanas, máximo un mes, pero cómo debería sentirme si me parecía exactamente a cuando me fui a España.

Todos los recuerdos volvieron a mi mente. El instituto, los juicios, la distancia...

Odiaba eso, ¿por qué quería ser cantante? ¿Por qué no podía ser un simple panadero o incluso un empleado del McDonalds? Yo en cambio solo quería ir a la universidad, estudiar algo que me fascinase y ser feliz con ello. No quería fama ni nada por el estilo.

Pero Luke sí, siempre lo había querido, y se me hinchaba el pecho de orgullo al ver que lo estaba consiguiendo.

Divisé el aeropuerto a lo lejos, era el mismo sitio, iban a ser las mismas personas, pero ahora el que se iba era él, y yo me quedaba aquí.

Me armé de valor antes de entrar al edificio, no tenía muy buenos recuerdos de aquel sitio, y por lo que parecía, tampoco iba a haber forma de vivir algo diferente en un sitio como ese. Todo eran despedidas, aunque también bienvenidas. Pero para mí, el aeropuerto era un sitio triste en el que te sentabas esperando a que llegase tu turno para irte.

Claro que si eres Calum, te parece una montaña rusa de colorines en la que te dan caramelos y peluches cuando te bajas.

"¡Danielle!" Chilló cuando me vió acercarme. "Mi pequeña y adorable Danielle. Te voy a echar de menos." Me abrazó y nos movió de lado a lado mientras me apretaba contra él.

"Yo también a ti, chinito." Reí dejando un beso en su frente. "Dime que no te vas a ir de fiesta mientras estéis allí por trabajo."

"No te prometo nada." Me dijo volviendo a abrazarme.

"Bueno, te echaré de menos." Me dijo Michael abrazándome. "No te olvides de comprar los regalos de navidad." Me susurró antes de apartarse. Asentí y me giré para mirar a Ashton, quien no soltaba a Elena.

"Es mi turno." Le informé dando varios toques en su hombro. Ella se giró y me abrazó. "¿Estás llorando?"

"¿Quieres hacer el favor de despedirte de una vez?" Me pidió mientras se lanzaba a los brazos de Michael, esperando para volver a estar con Ashton. "Que sea rápido."

"Idiota." Le di un abrazo a Ashton y hablé rápidamente. "Pasároslo bien, y cuida bien de ellos." Reí.

"Lo haré." Me dió un último apretón antes de señalarme hacia una melena rubia al final del pasillo. "A por el último." Me dijo mirando a Luke. Asentí y comencé a caminar hacia él.

Luke se giró rápidamente para mirarme y seguidamente corrió hasta mí. Enrolló sus brazos en mi cintura y me levantó del suelo por un momento.

"Prométeme que vas a estar bien." Le susurré mientras acariciaba su cuello.

"Te lo prometo." Me estrechó más fuerte y colocó varios besos en mi oído mientras hablaba. "Te voy a llamar todos los días, ¿de acuerdo? Te quiero."

"Yo también te quiero."