Capítulo 6 Confusión

39 1 0
                                    

No pude ni siquiera negarme, su aliento me embriagó en un segundo y lo único que conseguí fue cerrar mis ojos, me dejé llevar por el instinto y dejé que me besara, había soñado con ese momento años atrás, yo quería que él fuera mi primer beso, él me gustaba mucho y siempre me trató bien, pero después todo salió mal así que jamás pensé que tendría la oportunidad de besarlo, en cambio mi primer beso fue con Aidan, quien había conocido justo después del incidente con Steve.

-Aidan... ¿Aidan?, es cierto ¡Aidan!, ¿qué demonios estoy haciendo?, no puedo fallarle a Aidan- me dije a mi misma, abrí los ojos de golpe y me alejé de Steve quien un poco confundido se levantó del piso y comenzó a disculparse.

-Lo siento mucho Maya, en realidad no era mi intención incomodarte, yo solamente quería expresarte mis sentimientos y al tenerte tan cerca no pude resistirme, lo siento mucho, soy un verdadero idiota- dijo con arrepentimiento.

-No... te preocupes... siento haberte empujado, es solo que me tomaste por sorpresa, no creí que harías algo así y... lo siento, pero estoy saliendo con alguien y no creo que esto sea justo para él, en realidad no es algo concreto o formal, solamente estamos tratando de intentarlo, de intentar que las cosas funcionen- dije sin poder mirarlo, las palabras comenzaron a fluir como si fuera un discurso escrito, como si estuviera leyendo las palabras de alguien más y no algo que pudiera decir yo misma.

-Lo entiendo, he sido un completo idiota, he perdido mi oportunidad y ahora tendré que aceptarlo, siento mucho haberte ofendido de esa manera, descansa, creo que es hora de irme.- dijo mientras se dirigía rápido a la puerta.

-Espera Steve...- dije levantándome del sillón.

Él dio la vuelta un segundo para mirarme y dijo -Solo quiero que sepas que no me rendiré tan fácil- se dio la vuelta nuevamente y cerró la puerta dejándome ahí parada sin más nada que poder hacer o decir.

Me quedé muda, helada, escuché la puerta del coche cerrarse y el ruido del motor cuando se marchó de la casa, no sabía qué hacer, cómo reaccionar, qué debía hacer ante aquella situación. Le había mentido a Steve, en realidad no estaba saliendo con Aidan oficialmente, solamente éramos amigos tratando de ser algo que nunca sería, me sentía tan desorientada, estuve sentada en el sillón mirando a la nada alrededor de dos horas, el sonido de mi celular fue el que me sacó de mi transe así que me levanté, cerré la puerta de la casa, apague las luces y me fui a mi habitación, me cambié de ropa y me lavé la cara, revisé mi teléfono antes de acostarme, era un texto de mi madre contándome sobre sus aventuras con mi padre, me preguntaba cómo estaba, qué había hecho, dónde había comido, entre otras cosas, me limité a decirle que había visitado a Jenna y que me encontraba bien.

Al día siguiente Jenna me llamó temprano para preguntarme qué había pasado, se le notaba en la voz que estaba algo ansiosa por saber qué había ocurrido. Le conté todo lo que había pasado y como ya lo esperaba no dijo nada.

-Maya, querida, sé lo que sientes respecto a Aidan, pero...

-No digas pero Jenna, no hay un pero en ésta situación, yo solamente quería arreglar las cosas con Steve y eso, no quiero formar una relación con él ni nada parecido, simplemente somos conocidos que fueron juntos a la preparatoria y eso es todo.

-Está bien, en ésta ocasión no me voy a entrometer en tus decisiones que ya muchos problemas causé en el pasado, simplemente te digo que pienses un poco las cosas.

-No tengo nada que pensar, Aidan es lo que quiero y aunque nuestro futuro sea incierto quiero permanecer a su lado el tiempo que me sea posible...- mis palabras sonaron muy convincentes hasta para mi misma, colgué el teléfono y me tumbé en mi cama.

Con 30, soltera y virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora