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Park Jimin no tenía intenciones de llamar de ese modo la atención.

Sonrió con nerviosismo a las miradas de los demás chicos y acomodó su cabello mientras caminaba con prisa por el pasillo lejos de ellos completamente avergonzado.

¿Qué había pasado?

Pues lo que se había temido. Sintió algo acariciándole el lóbulo de la oreja derecha generándole cosquillas lo cual soportó por estar en público, pero es entonces que comenzaron los piquetes, las ligeras jaladas de cabello y por último golpes en la mano haciéndole botar los papeles y folder que le habían entregado en el área académica.

Se metió a uno de los baños y se encerró en uno de los cubículos tratando de acomodar todos sus papeles con desespero y rogando para que ninguno se le perdiera.

—¿Por qué lo haces? —preguntó a la nada, su voz se escuchaba con cierto lamento.— ¡Me has puesto en ridículo el primer día SeokJin!

Sí, sabía que era SeokJin, ¡claro que era SeokJin!, porque este siempre le había dicho lo que le haría en su primer día de universidad y lo estaba cumpliendo, dejándolo en ridículo y como un tonto frente a los demás alumnos, peor aún porque él se había movido, mandando manotazos al aire y quejándose con la nada.

Seguro ya pesaban que estaba loco. El peli naranja loco, eso.

—Sólo por hoy —pidió tomando una respiración profunda.— Al menos por esta mañana

Nada, sólo sentía el aire pesado a su alrededor, lo que hacía pensar que su amigo no iba a desistir de sus planes de vivo, de aquellos que contaba en cada reunión familiar.

—Es mi primer día SeokJin. Tú sabes muy bien como he esperado por esto. Por favor, por favor, ¡Por Favor! —un brillo en sus ojos apareció cuando nuevamente un aire pasó entre su hombro y cuello.— Si es un sí, golpea la puerta una vez —no hubo nada en los cinco segundos siguientes.— vamos, sólo un golpe ¿me lo vas a negar hyung?

Y hubo algo, un golpe a su puerta pero que fue seguido de tres golpes más y una voz ronca de alguien que sí estaba vivo. Alguien que pasaba y que sintió curiosidad por saber que parejita era quien se salteaba las reglas de la universidad y se metían juntos al. Fue cuidadoso al entrar y antes de saltar a la sala de espejos miró a través de ellos para sólo escuchar al joven sin nadie que estuviera fuera, por eso tocó.

—Mmm ¿estás bien? —Preguntó la voz masculina haciéndole helar a Jimin.— Te escuché pedir que golpearán la puerta

Claro que no se lo había pedido a él pero decidió hablar al ver que por debajo de la puerta sólo había un par de piernas, lo cual le resulto totalmente raro y le dio escalofríos pensar que se estaba metiendo en donde no lo llamaban.

—L-lo siento —respondió como pudo hundiendo su cara entre sus manos.

No escuchó respuesta del desconocido, contó hasta tres y escuchó como pisadas se perdían fuera del baño al igual que la sombra de ese individuo a través de las losetas del suelo. Al fin pudo soltar el aire que había retenido en ese lapso de tiempo.

Esperó unos momentos más y asomó la cabeza para ver si quedaba alguien a parte de ellos. Sí, seguía sintiendo a SeokJin, pero esta vez era muy distinto, pocas veces lo sentía así, más pesado y frío que de costumbre, ¿le había molestado el desconocido?

Salió del baño susurrando maldiciones porque había olvidado llevar un abrigo para este tipo de situaciones y vaya que lo necesitaba.

—Calma el ambiente hyung —pidió mirándose al espejo mientras lavaba sus manos— Moriré congelado si sigues así y no me querrás a tu lado tan pronto ¿verdad?

|| I Still Here || #BearsAwards2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora