Esa camioneta no salía de su mente, tanto por el dibujo del fantasma como por lo que decían las letras. Si fuera el Jimin de hace casi dos años, habría llamado al número que estaba en el auto inmediatamente pero el Jimin del presente ya no creía en eso, no se dejaría engañar otra vez además de que no tenía dinero para pagar una sesión más de esas, estaba ajustado y no hacía falta endeudarse por eso.
Pero le sorprendía también el hecho de que hubiesen esos "farsantes" en su universidad, no pensó en esa posibilidad ni un día, suponía que ir a la universidad lo rodearía de personas serias, pero uno siempre encuentra diversidad en todo sitio.
Su segundo día y ya se llevaba sorpresas.
Lo que no vio fue a Yoongi subiendo a la camioneta que ahora, después de un recorrido de media hora, estaba estacionada frente a una casa de tres pisos con fachada pintada de diversos colores que seguro en el día se veían aún más nítidos, brillantes y llamativos que en esa oscuridad.
—Nos obedecerán en todo lo que les digamos, ¿vale? —Hoseok recibió un asentimiento de sus ayudantes, ambos viendo cada detalle de esa casa.—Entonces cojan cada uno un cuaderno y un lapicero
—¿No llevan crucifijos? —preguntó Namjoon subiendo de nuevo a la camioneta, en busca de los cuadernos.— ¿No se usan con entes malos?
—La verdad es que no —respondió Jungkook sin mirarlo.— Toda esa basura en las películas de terror no sirven aquí
Tocaron el timbre de la casa una vez estuvieron listos y esperaron unos segundos hasta que la puerta se abrió dejando a la vista una mujer con ojeras y una mirada asustada. Hoseok habló con ella mientras entraban a la casa y Namjoon se encargó de anotar todo lo que ella le respondía.
Su trabajo se había repartido. Namjoon escribiría todo lo que Hoseok hablase y dejaría un espacio para que Hoseok luego escribiese lo que le respondieran a él, mientras Yoongi hacia lo mismo pero con Jungkook. Lo único que se les haría difícil sería cuando se pusieran a hablar con el espíritu, ellos no podían escucharlos y por ende no escribirían lo que respondieran los fantasmas y entes, bueno, eso si querían hablar.
—Nos vamos a dividir, ¿está bien? —ordenó Hoseok, mirando a su hermano.— Busquemos juntos aquí en la primera planta. Namjoon y yo después iremos a la segunda y ustedes dos a la tercera —Namjoon no sabía si anotar eso o acatarlo nada más. Hoseok miró a la señora.— Usted vendrá conmigo a la segunda planta y su hermana va con ellos a la tercera
Todos asintieron sin poner peros y eso hacía felices a los hermanos Jeon, pocas veces atendían a clientes que hicieran todo sin rechistar o preguntar por todo lo que se les ocurriese, todo lo idealizaban como en las películas. Todos habían sentido ya el peso en el ambiente, había algo allí sin duda pero no sabían si era un fantasma o algo aún peor.
Avanzaron por la primera planta, atentos a cualquier señal, tocando apenas las cosas que habían a sus lados como fotos, floreros, mesas, libros, lo que fuera que pudiera darles una visión de recuerdos o pistas de qué o quién podría ser.
Y lo encontraron.
Jungkook tocó una muñeca de porcelana que de inmediato le llevó a la cabeza imágenes de una mujer corriendo tras una niña de pelo oscuro justo frente a esa muñeca, en la visión la mujer envejeció de inmediato pero con una mirada llena de miedo pasando a llorar después, su rostro de a pocos comenzó a llenarse de rasguños, golpes y por último sangre.
El menor soltó la muñeca cuando vio eso último, asustado sin quitarse la imagen de su mente y tragó saliva pesadamente.
—¿Qué viste? —preguntó Hoseok viéndolo volver en sí.
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|| I Still Here || #BearsAwards2020
Fanfiction||Park Jimin siempre fue el mejor amigo de SeokJin hasta los últimos momentos de vida de él pero no se imaginó tenerlo a su lado aún después de su muerte y menos interponiéndose en su felicidad.|| *Yoonmin// Vkook