|| I Still Here || #BearsAwards2020

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—Sabes que tu papá no sabe ni calentar agua, debe estar muriéndose en este momento —decía la mamá de Taehyung mientras jalaba las frazadas de su hijo.— Anda, levántate. Jiminnie ya está en la ducha

—Mentira... —le murmuró su hijo haciéndose un ovillo.— Está aquí...

Tanteó la cama en busca de su amigo y gruñó al sentir el otro lado de la cama frío y vacío, se sintió traicionado, la traición. La mujer rodó los ojos y de un fuerte jalón le quitó las frazadas para poder sacarlo. Jaló un mechón de su cabello y lo jaló con un poco de fuerza para levantarlo por completo.

—¡MAMÁ! —gritó el castaño.— No haces eso desde mis doce

—No me hiciste caso —Taehyung bostezó y se estiró mientras su madre lo miraba con impaciencia.— Apresúrate que tu universidad queda muy lejos

—Aún no es mi universidad —le contestó poniendo los pies en el frío suelo.— ¿por qué no espero y postulo?

—Porque tu padre no quiere que pierdas tiempo. Así que apúrate y levántate

Taehyung asintió apenas. Parándose para poder ir al baño y comenzar a arreglarse. No sabía porque pero aquel día se sentía como un buen día para iniciar algo nuevo.

♣♣♣

—Están seguros de que no se van a perder al regresar —volvió a preguntar Jimin con algo de preocupación.— Se la pasaron todo el camino del bus durmiendo, ¡no reconocen nada!

—Sabemos tu dirección y número telefónico —Taehyung sonrió.— No te preocupes

—Preguntando se llega —alentó su mamá.

El pelinaranja los miró con algo de desconfianza y negó con la cabeza, no se iban a perder, Seúl podría ser grande pero tampoco es como si estuviesen al otro lado de la ciudad, sólo son unos veinte minutos de distancia... no puede ocurrirles nada super malo ¿verdad?

—Ya se metió en su mundo —Taehyung jaló a su mamá.— Entremos, él regresa solo

La mujer sonrió y palmeó la cabeza de Jimin para sacarlo de sus pensamientos. Movieron las manos para despedirse y entrar al gran terreno universitario, ya casi podía ver a su amigo matándose estudiando por pasar el curso para que sus padres no le recriminen el dineral que van a gastar cada mes en la pensión.

Caminó algo pensativo hacia una parada cercana de autobús, ojalá fuera que la que estaba viendo ahora le llevara a su casa o tendría que seguir buscando y si eso sucedía perdería tiempo y justo ahora estaba recordando que le faltaba la tarea para esa tarde... ya se estaba desesperando por no encontrar la avenida principal, ¿tanto se habían adentrado?

Tanteó sus bolsillos en busca de su celular y lo encontró pero se quedó helado al no sentir otra cosa, volvió a tantear sus bolsillos, todos los que tenía, la billetera no estaba.

—Maldición —vociferó.

—¡Joven! —una voz femenina tras suyo lo hizo saltar.— ¿No ve que está frente a una iglesia?

La mujer señaló a su lado derecho y bueno era una casa con un cartel que decía que allí se hacían cultos. 

El pelinaranja pidió disculpas y caminó preocupado porque no recordaba si se le había caído o si no la había traído, no recuerda si la metió a su bolsillo o no, no recuerda nada.

Se dio por vencido, puso el mapa en su celular y bueno supo que estaba a menos de una hora de su casa caminando. Resopló antes de colocarse los audífonos y caminar a paso apresurado.