022 - No le dio buena espina.

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Bajando a pasos tranquilos aquellas largas escaleras junto a Mr. Quek a su lado, Taehyung, confuso revisó su móvil cuando Apocalypse de Cigarettes Afters Sex se detuvo de la nada. Una llamada entrante era la causa de que la canción se pausara. Miró curioso cuando "Kook" deslumbró como nombre de aquel contacto.

Sin quitarse los auriculares, descolgó la llamada.

—¿Bueno? —preguntaron—. ¿Taehyung? ¿Estás ahí? Soy Jungkook.

—Buenos días, Jungkook —dijo Tae al reconocerle—, estoy aquí.

Al terminar de bajar las escaleras a la par de Mr. Quek, llegó al recibidor y divisó a Rim, que lo esperaba para llevarlo a la escuela.

El nadador, soltó una corta risa y confesó:

—Yo no sabía en qué momento llamar.

Desde que despertó no soltó el celular, preguntándose si en llamar o no al menor, llenándose de excusas por producto de un nerviosismo que no quería aceptar que tenía. Él nunca se ponía nervioso. Nunca.

—No quería despertarte o interrumpir tu desayuno... por cierto, ¿Qué estás haciendo ahora?

—Voy de camino a la escuela.

—Yo también —Jeon comentó.

Yacía atascado en el tráfico. Taehyung incluso podía escuchar el sonido de los cláxones de los autos por la línea de teléfono.

—Me preguntaba si... —Jungkook vaciló un momento—. ¿Quieres ir conmigo a una tienda de mascotas?

—¿Una tienda para mascotas?

—¿Recuerdas que te hable de mi gato? Tengo que comprar unas cosas para él.

—Oh, es verdad.

Recordaba la mención de Jeon sobre el gato que adoptó de la calle.

—Y así aprovechas para comprar cosas para Mr. Quek, aunque bueno, no sé si venden cosas para patos... supongo que sí ¿no?

—Supongo que sí —respondió el menor, mirando al ave a su lado, quien, estirando su pescuezo, le miró de vuelta.

El recuerdo de Mr. Quek despertando junto a él en su cama esa mañana hizo a Taehyung sonreír. Saeron le había permitido que el pato se quedara con él y que incluso durmiera en su habitación puesto que parecía imposible que el animal se alejara de Taehyung. Era extraño y gracioso de ver como el ave seguía al menor de los Kim a todos lados, además de no permitir que otra persona que no fuera Tae se le acercara.

Incluso ambos tenían una rutina. Esa consistía en que: Taehyung, una vez se despierta, salía con el pato todas las mañanas a pasear por el jardín donde se había mandado a construir un pequeño estanque para el animal, este tenía tres metros de largo y ancho, y a lo mucho sesenta centímetros de profundidad. Consecuente del paseo, Tae le daba de comer a Mr. Quek, y desayunaba el mismo en una mesa estilo picnic que instalaron cerca del estanque, puesto que la vista de esta es agradable. Rodeada de árboles, arbustos, flores y rosas que en el jardín habitaba.

Después del desayuno, Mr. Quek acompañaba, o más bien, seguía a Tae a su habitación donde Kim se alistaba para ir a la escuela y luego una vez el menor se iba, se la pasaba en su estanque nadando hasta que Taehyung regresaba.

—Así que ¿Qué dices? Será saliendo de la escuela.

El de hebras doradas lo pensó y observó a Rim, quien ya se encaminaba hacia la puerta de la entrada para darle el paso.

En una tarde lluviosa || VharemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora