Con el cielo despejado, el sol mañanero entraba por las ventanas dándole vida a los colores. El canto matutino de las aves a lo lejos se escuchaban junto a leve sonido de la ciudad en movimiento. Un olor a césped recién cortado en compañía del perfume de las rosas ondeaba alrededor. La frescura de la noche anterior todavía se levantaba ante los cálidos rayos del sol. Y era esta última lo que sentía Taehyung en los talones de sus pies mientras se encontraba frente a la puerta de unas de las habitaciones para invitados después de haber llamado con tres golpes.
No pasó mucho para que Seokjin saliera vistiendo una pijama de un color rosa tenue y portando una pantuflas blancas realmente esponjosas.
«Refrescante» era lo que pensó Tae de como lucia el mayor.
Con la piel brillando de saludable y el cabello sin ningún enredo visible, ni con lagañas en los ojos ni marcas de baba en la comisuras de la boca tal y como despertaba Taehyung.
—¿Qué haces descalzo?
La pregunta de Jin lo trajo de vuelta. El rubio lo observaba con desaprobación, a él y a Mr. Quek que estaba a su lado estirando su pescuezo.
—Perdí mis sandalias —mintió.
El rubio alzó una ceja, no creyéndole del todo.
—¿Si voy y las encuentro, qué me das?
—Las gracias.
El mayor no pudo sostener su rostro serio más de unos segundos pues terminó soltando la carcajada de su vida. Su peculiar risa se escuchaba por todo el pasillo de habitaciones. Por su parte, con una pequeña sonrisa, Tae detallaba como el rostro del contrario se arrugaba desde la nariz a los ojos y la manera en que encogía los hombros con los brazos al reír.
—Ah... —suspiró Seokjin calmando su risas y limpiándose las lágrimas que le había sacado esta—. Eres todo un caso, lindo.
—Mi nombre es Taehyung.
Los labios de Jin se estiraron.
—Lo sé, lindo.
El menor prefirió ya no decirle nada y en cambio preguntó: —¿Hoy si almorzará conmigo y no escondido en mi habitación?
Era la segunda vez que el rubio se quedaba a dormir en su casa. La primera fue antier cuando se hizo la pijamada, pero cabe decir que Jin no salió de la habitación del menor hasta que 'el clan' (como decido llamar el mayor a Yoongi, Jungkook, Jimin y Hoseok) se fue de la casa a mediodía. Y a pesar de que Tae le rebatió un poco para que saliera, él no quería morir trinchado por manos de Min o Jeon cuando descubrieran que estaba ahí.
—¿Quieres que desayune contigo?
Seokjin lo pensó un momento. La vez pasada había salido corriendo una vez tuvo la oportunidad, pero luego se encontró que al llegar a casa, está estaba vacía.
—De acuerdo, no es como que a mis padres les preocupara si aparezco en casa o no.
Dicho eso emprendió marcha hacia el comedor. Al tener al mayor por delante, Taehyung observó su espalda. Era ancha y ligeramente encurvada, pero... se veía fuerte. Inquebrantable. Por lo que no se preocupó.
«Lo que no te mata, te hace fuerte» citó.
Ambos en silencio caminaron por el corredor de habitaciones hasta llegar a las escaleras y bajar. Siguieron caminando otro tramo más y finalmente estaban en el comedor. La mesa estaba vacía a excepción de los alimentos. Todo esto siendo acompañados de Mr. Quek que a veces hacía ruidos extraños (según Seokjin) al caminar.
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En una tarde lluviosa || Vharem
FanficLos seis peleaban entre ellos por la atención de Kim Taehyung, más conocido como el príncipe de hielo, que capturó su atención una vez ingreso al instituto. • Historia completamente original. • Contenido homosexual. • Lees esta historia...