Los chicos subían por la escalera que se abría paso a dos grandes pasillos. Y tal cómo Taehyung se lo pidió —quién había ido por las palomitas y dijo que luego subiría—, escogieron el de la izquierda que mostraba el largo corredor de habitaciones.
—La casa es preciosa —comentó Hoseok observando alrededor.
Sus padres se iría para atrás si tan sólo la vieran.
—Lo es —concibió Jimin.
Pues el hogar de Taehyung era muy diferente a la suya, y no por el tamaño, si no por el ambiente. Su casa por más que tenían mucha servidumbre era solitaria y... fría. Sobretodo fría. La única calidez en su casa era su hermana pequeña. Porque su madre... Su madre era la principal razón por la que en casa no hubiera risas.
Jungkook y Yoongi se mantuvieron en silencio detrás de los otros dos. Observando completamente todo. No había ninguna decoración por el corredor más allá de un bonito tapiz color crema en las paredes y uno que otro jarrón.
Para cuando llegaron a la tercera habitación (la cual el menor les había indicado que era su habitación) Hoseok se sintió ansioso y fue el primero en abrir la puerta para entrar, seguido de los demás que no estaban menos curiosos.
Se dispersaron en el cuarto y su primera impresión una vez prendieron la luz pues ya no había ninguna iluminación por parte del sol fue: ordenado. No podían decir que era simple porque una pared de cuadros destacaba mucho. Tampoco podían decir que era linda porque no habían más colores que el azul rey de las sábanas de la cama, el blanco de las paredes, y el café de la mueblería y la alfombra.
Se asemejaron a águilas recorriendo con la vista cada rincón del lugar.
No era para menos. Era la habitación de Taehyung.Dejando sus maletas, con un cambio de ropa y una mudada para dormir en una esquina de la recamara dentro, la voz de Yoongi llamó la atención de los restantes.
—¿Qué diablos es eso?
Segundos después se encontraron siguiendo la línea de vista del pálido. Estupefactandose con lo que encontraron. Justo en medio de la cama del menor, lo que parecía ser un ave de plumaje verde en la cabeza y oscuro en lo demás, se encontraba mirándolos fijamente con sus cuencas.
—Quek.
«¿Ehhh?».
Hoseok abrió los ojos como platos cuando le llegó el entendimiento. —¡Es el pato de Taehyungie!
—¿El pato? —Jimin preguntó alzando una ceja.
A diferencia de los demás, era el único que no estaba enterado de que Tae tenía por pato como mascota.
—Sí —le respondió el líbero, y restándole importancia a la cara confusa del pelirrosa se acercó al pato—. ¡Hola! —le saludó sonriente.
—Yo que tú no me acercara —le advirtió Jungkook.
El nadador se encontraba tenso en su lugar. Aún no olvidaba la corretiza que le hizo pasar el ave.
Jung se detuvo a mitad del camino. Ahora un poco temeroso, miró con sigilo al ave quien tenía estirado completamente el pescuezo.
—¿Por qué? ¿Muerde?
—Los patos no muerden... —dijo Yoongi.
Y ante dicho comentario, Hoseok se acercó de lleno. Estiró su mano para acariciar al animal como si de un cachorro de tratara. Pero el pato le graznó y un picotazo fue lo que recibió a cambio.
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En una tarde lluviosa || Vharem
FanficLos seis peleaban entre ellos por la atención de Kim Taehyung, más conocido como el príncipe de hielo, que capturó su atención una vez ingreso al instituto. • Historia completamente original. • Contenido homosexual. • Lees esta historia...