Los secretos de Wolfpire Dale

Capítulo 5- Me siento completamente engañada.

Observo a mi hermano.

-Quien es la perra?.

-Oye tranquila vieja. Primero que nada ya conoces a la persona y segundo que nada...

-Segundo que nada?

-SI SEGUNDO QUE NADA, sería perro, porque es un amigo.

-Qué amigo?

-Isaac, quien conocí de París.

-Oh. Cuanto tiempo vendrá?

-Quien sabe, al menos hasta que termine el año escolar estará aquí.

-Irá al Instituto con nosotros?- pregunto.

-Ajam. Eso ya te lo había mencionado.

-Por que viene?.

-No tengo tanta información.

-Es tu maldito amigo, deberías saberlo.

-Exacto, AMIGO. No soy el maldito FBI.

-Ok, que venga entonces.

-Lo hará, no te estaba pidiendo permiso.

-Idiota. Llega el miércoles?

-Si, si quieres me acompañas al aeropuerto, llega en la mañana.

-Que tan temprano?

-A las 10 am.

-Quizás vaya

-Bueno, sigamos viendo la serie.

Y volvemos a mirar la serie, estoy mirando el televisor pero sin captar realmente lo que sucede ya que mi mente está pensando en como será convivir con alguien que apenas conozco, sus costumbres, sus hábitos. Espero que no sea irritante y nos llevemos bien, al menos eso es mejor a que traiga una novia.

Suena el celular de mi hermano, lo miro.

-Pongo pausa?-pregunto.

-No es necesario, es un whatsapp de Isaac, si es importante llamará.

-Ok.- vuelvo a poner la serie. El celular suena de nuevo iluminando la pantalla, 3 veces, 3 mensajes nuevos.

-Debe ser importante, fíjate ya.

-Ok, sólo para estar seguro y poder continuar con la serie en paz-Al instante toma su celular y lo observa leyendo los mensajes con confusión.

-Bueno hermanita parece que la serie queda postergada, lo bueno es que el miércoles no vas a madrugar.

-Qué?.

-Isaac tuvo un imprevisto y llega esta noche, me vas a acompañar a buscarlo cierto?.

-Ya que insistes.- Me sonríe y se va, seguramente a decirle a mis padres de la llegada de su amigo que nos tomó bastante por sorpresa y también para aprontar el cuarto de huéspedes, al lado de el mío. Es el último cuarto de el pasillo y el mío el penúltimo.

Decido irme a bañar y esperar lista a mi hermano para cuando decida ir a buscar a su amigo.

Son las 22:00 y ya estamos rumbo al aeropuerto, casi llegando. Escuchamos música, cantamos y gritamos todo el camino. Mi hermano estaciona su auto, es un BMW z4.

-Llegamos, espero que seas amable.

-Lo seré hermanito.- le guiño un ojo. Bajamos y decidimos entrar, subimos por la escalera mecánica y lo empezamos a buscar.

-Es aquel que está sentado de espaldas, con un café en la mano.- efectivamente lo es. No ha cambiado en nada.

Mi hermano toca su espalda sobresaltándolo y el se voltea.