Atada al señor oscuro

Objetivo indeterminado

-¡¿Qué Malfoy hizo qué?!

Hermione se felicitó por haber puesto un encantamiento silenciador en el cuarto antes de contarles a Harry y Ron la noticia del día anterior. Ella casi no había podido dormir tras aquella experiencia y nada más se despertaron sus amigos, les había llevado hasta una sala vacía y les relató lo sucedido.

-No me puedo creer que ese maldito hurón se atreviera a...- Ron no pudo poner un nombre a lo sucedido.

-Hay algo que sigue sin cuadrar- dijo de pronto Harry en medio de los insultos. Sus amigos le miraron curiosos- ¿No os dais cuenta? ¿Por qué Malfoy avisaría a Hermione? ¿Por qué no simplemente llevar a cabo lo que fuera que esté tramando?

-¿Porque el chico tiene problemas desde el nacimiento? ¡Y yo qué sé, Harry! ¡Pero el idiota de Malfoy amenazó ayer a Hermione! ¡Le amenazó de muerte!

-Puede que Harry tenga razón, Ron- intervino ella dejándose caer en una silla- ¿por qué avisarme? ¿Por qué me dijo que no saliera del casillo?

-¡Porque te quiere tener a su merced! ¡¿Es que no lo veis?!- a cada palabra que decía el rostro de Ron se iba poniendo más y más rojo. Harry y la bruja, envueltos en sus pensamientos, no lo notaron- ¡Lo llevo diciendo desde primer curso! ¡A ese hurón hay que ingresarle junto con su familia! ¡Uno a uno en una fila de entrada a Azkaban! ¡Eso es lo que habría que hacer! ¡Pero como siempre Dumbledore quiere esperar a ver los acontecimientos! ¡Como el hombre no tiene que sufrir acosos de hurones! ¡A qué espera! ¡¿A que todo Slytherin se una a quien-vosotros-sabéis?!

Harry abrió los ojos enormemente.

-¡Eso es, Ron!

Hermione le miró con el ceño fruncido hasta que el mismo pensamiento la asaltó.

-¡No pienses estupideces, Harry!

-¡Pero Ron tiene razón! ¡Malfoy lleva muy extraño desde la vuelta de Voldemort, la cicatriz no me ha dejado de escocer incluso en Hogwarts y no le hemos visto nunca el antebrazo! ¡Malfoy es un mortífago!

-¿Se puede saber qué conclusiones son esas?- interrumpió antes de que Ron se emocionara- ¿desde cuándo son sospechosas de mortífagos todas las personas a las que no hemos visto el antebrazo?

-¡Es un maldito mortífago y lo sabes, Hermione!- ya era demasiado tarde. Ron había abierto la boca.- ¡Harry, tenemos que seguir vigilándole a todas horas!

Ya claro, como ayer, ¿no?, pensó para su interior. Rodó los ojos pidiendo más y más fuerzas a Merlín. Últimamente abusaba de su propia paciencia.

-Haced lo que queráis, yo me voy a clase de Ruinas Antiguas antes de que llegue tarde- suspiró cogiendo sus cosas. Sus dos amigos no se dieron cuenta de su salida, tan absorbidos que estaban en meter a Malfoy en Azkaban. Desde luego ella no iba a descuidar sus notas por Malfoy. Eso sí que no.

La mañana pasó rápida sin tener que escuchar más conjeturas acerca del antebrazo del Slytherin. Pasaron los días y las palabras del supuesto mortífago quedaron más y más olvidadas. Nadie le había intentado atacar, sus amigos seguían jugando a vigilar al hurón, el director le seguía llamando al despacho para perder el tiempo,... Todo seguía igual. Incluso consiguió sacar tiempo para ir con Harry y Ron a Hogsmeade. Compraron alguna cosa en Zonko y se dirigieron a Las Tres Escobas a tomar un poco de cerveza de mantequilla.

-No me explico cómo hay siempre tanta gente- se quejó Ron sirviendo las bebidas en la mesa que habían guardado sus amigos.

-La cerveza de mantequilla está buena y es mucho mejor que Cabeza de Puerco- se encogió de hombros Harry- ¿Os habéis fijado? Allí está Malfoy.