XXVIII

304 22 1
                                    

-¿Te gusta?- su aliento golpe en mi nuca, lanzando miles de sensaciones por todo mi cuerpo. Me giro encarandola, notando como cierra la puerta, bajando las tiras de la camisa que está usando, mostrando ese maldito encaje que me enloquece

-me encanta- sus manos recorren mi abdomen, abriendo botón por botón con suma paciencia. Suspira cuando la camisa cae al suelo observando y tocando mis brazos

-eros, eres hermoso- se acerca acariciando mi espalda besando mi cuello con suma delicadeza. Un celular interrumpe todo lo que estábamos haciendo. Maldice en portugués, volviendo a besar mi cuello, pero vuelve a sonar con mayor intensidad

Se aleja con rabia agarrando el celular. Más, al ver la pantalla, palidece temblando levemente

La veo caminar hasta el balcón, cerrando la puerta con fuerza. La observó, golpetear al aire con ira acumulada como si estuviera peleando con alguien a través del celular

Aparto la mirada de ella mirando el cuarto a mi alrededor, deshaciendo las maletas que aún reposan al lado de la puerta

-vendré más tarde- ingresa de nuevo a la habitación, agarrando su bolso con fuerza. Me acerco deteniendo su paso, más antes de que diga algo, acomodo su camisa abotonando uno a uno sus botones

-¿Estás bien?- ella niega,as se acerca y besa delicadamente mis labios, sonriendo

-no, pero no te preocupes. Esta noche, ponte guapo, que iremos a un buen restaurante y luego, miramos lo que suceda el resto de la noche

La veo caminar fuera de la habitación, controlando la respiración que tenia un tanto agitada por la rabia. Suspiro resignado, mirando aún ka habitación, y mi celular que tiene varias llamadas pedidas

Zoo, mi madre y mi hermano son las llamadas que enseguida empiezo a devolver

.........

Aproximadamente son las diez de la noche, y bella no llega, ni siquiera una llamada ni nada

Venecia ha sido una gran aventura, su comida y cultura es algo increíble de esta ciudad que llamó mi atención en todos los sentidos. Un hermoso collar que llamó mi atención en un escaparate de la avenida, descansa encima de la almohada de bella

La puerta se abre, mostrando a una bella, bastante borracha y sonriente. Se tambalea, tarareando alguna melodía, con los tacones en la mano

-buenas noches precioso- trata de besar mis labios, más besa mi mejilla resoplando molesta

-veo que pasaste buena noche ¿O me equivoco?- se desviste lentamente desviando la mitad a alguna parte de la habitación

-si te soy sincera, no. No pase buena noche, pero el alcohol todo lo olvida- sigue sonriendo mientras una lágrima cae por su mejilla- el alcohol ayuda a olvidar y borrar las penas

Me acerco, sintiendo como desprende un olor fuerte a alcohol. La observo, viendo como se rompe ante mi. Acaricio su mejilla, mientras se restriega en contra de mi palma buscando contacto y un poco de calor. Sus manos se aferran con fuerza en mi camisa tratando de buscar contacto con mi piel

-por favor, acariciame, dame un poco de cariño te lo pido- restriega su cabeza en mi pecho, aferrándose a mi espalda en un abrazo sofocador

-bella, bella- la separo observando como sus ojos se humedecen cada vez más. Se aleja, mirándome con tristeza

-¿Ya no me deseas? ¿Te doy asco después de lo que te conté? ¿Después de todo sentís repulsión de mi?

Niego mientras me acerco, abrazándola. Trata de librarse de mi agarre, pero se termina rindiendo, llorando as fuerte contra mi.

MujeriegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora