XIX

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Me acerco a ella con el vaso de agua para que se tranquilice. Me mira, y a pesar de sus ojos llenos de lágrimas, me dedica una sonrisa tan resplandeciente como siempre

-gracias- la miro, sentándome a su lado y tomando sus manos

-se que no debo, pero ¿Que sucedió?- suspira resignada y trata de levantarse, pero la agarro de la mano, obligándola a que me mire- bella, háblame. Estoy contigo

-lo siento, pero no puedo- evita mi mirada observando un punto fijo en la nada- no ahora

Se suelta de mi agarre caminado de nuevo al cuarto. Suspiro resignada mientras camino hasta el balcón, mirando como la noche resplandece ante mi

-papa, ¿Que puedo hacer?- le hablo a la nada mientras observo las estrellas- me gusta y la quiero. Odio verla mal, odio que se cierre ante mí- bajo la mirada observando las luces de la ciudad y el murmullo de la gente. Cada uno metido en sus vidas y problemas propios, ajeno a lo que pasa a su alrededor- ¿Sabes? Apenas la conozco y siento que quiero estar con ella, apoyándola en todo. No quiero verla sufrir- miro de nuevo el cielo sonriendo- solo me queda, estar a su lado apoyándola

Me devuelvo sobre mis pasos, observando la sombría casa ente mi. La oscuridad reina en ella y no puedo evitar compararla con el corazón de ella.

Rápidamente borro esa imagen mientras camino hasta el cuarto para encontrar a bella, con un cigarrillo en la boca, mirando al igual que yo el cielo

-¿Cuanto tiempo me queda?- aspira el cigarrillo mientras fija su mirada en mi. Lentamente lo suelta mirando de nuevo el cielo- el tiempo pasa tan rápido, que es imposible detenerlo. Ya faltan cuatro meses y algunos días, para que todo termine

-¿Exactamentes, qué terminara?- se levanta, botando el cigarrillo por la  ventana. Se acerca lentamente, hasta que su respiración juega entre mis labios

-todo mi mundo- me besa desesperada, mordiendo mi labio inferior para que le permita la entrada a mi boca

No pongo resistencia, y la besó con igual fervor empujándola hasta la cama. No hace falta desvestirla, ya que su desnudes ha estado presente todo este tiempo

Sin perder el tiempo, entro en ella despacio, sintiendo como su interior, apreta con fuerza la intromisión de mi pene. Vuelvo y entro en ella, con mayor facilidad gracias a lo mojada que se encuentra

-bella, me gustas- no me detengo y sigo penetrándola con fuerza, mientras sus manos, arañan mis espaldas, rodeando mis cintura con sus piernas

Jadea en mi oído y con fuerza, cambia de posición dejandome debajo de ella. Mueve sus caderas, torturandome con cada movimiento, mientras agarro sus pechos, amasandolos con fuerza

Brinca levemente encima de mi, clavando sus uñas en mis hombros con fuerza. Me corro, y a los pocos segundos lo hace ella conmigo

-también me gustas- gime en mi oído, antes de caer rendida a mi lado. Arrastro las sábanas, cubriendo nuestros cuerpos con ella.

Miro por la ventana y sonrío como idiota. Le gusto, y esa confesiones es más que suficiente para mí. Rápidamente, caigo dormido con una sonrisa que dudo, se borre para mañana

Mucho más tarde en esa habitación

Es el tercer cigarrillo que se fuma en toda la noche mientras se regaña mentalmente.

Cómo pudo ser tan estúpida de decirle que le gusta. No es boba, el chico es muy guapo, tierno, atento un amor de persona y por eso mismo, se odia a sí misma, ya que lo único que está haciendo es jugar con el

Juegas con el, y lo invitas a conocer a tus padres. Ah y no te olvides que conociste a los de el. Que le dijiste que te gustaba, cuando ambas sabemos que tu podrido corazón no puede querer a nadie

Golpea su cabeza con rabia, tratando de callar las voces que la atormentan

Dime, el se abrió ante ti. Te contó sobre su padre, sobre su vida y que haces tú, utilizarlo ya que eso solo sabes hacer. Jugar con la gente, como el lo hacía con ella. Tu hermana

Abre los ojos mirando al chico que duerme en su cama plácidamente. Se percata de las lágrimas que empezaron a caer, limpiandolas rápidamente.

Se acerca y acaricia el lado donde debería estar dormida, pero solo puede observar a semejante chico tan lindo en su cama. Tanto física, como emocionalmente es hermoso

Sin pensarlo, coge un traje cualquiera, se organiza y sale, en busca de unos labios que puedan olvidar lo que aquel chico que dejó en el apartamento, ha hecho en casi dos meses junto a ella

Eros

La luz pega directamente en mis ojos, levantándome lentamente. Busco señales de un cuerpo a mi lado, más no lo encuentro.

Extrañado me siento en la cama, mirando en todas direcciones, más ella no está. Camino por toda la casa, con mi desnudez a flor, más ella no está por ninguna parte. Ni siquiera un mensaje celular. Agarro mi ropa, entrando a la ducha para aclarar mi mente

El agua cae por cada músculo, liberándolos de sus tensiones. No estoy borracho y se muy bien que sucedió anoche, entonces ¿Donde esta?

Salgo y me visto lentamente, dándole espera para ver si llega. Busco mis anteojos, limpio un poco el cuarto y salgo de la casa, un tanto preocupado por Bella

Camino al elevador, las puertas se abren dejando ver a una Bella en un estado deplorable. Con los tacones en la mano, su traje gris hecho mierda. Arrugado, mal puesto y hasta roto. Su cabello desordenado y maquillaje corrido. Camina hasta mi, mientras ríe a carcajadas

-a menos de que no quieras follar, puedes seguir tu camino- trato de detenerla, pero me mira molesta, con un toque de lujuria en la mirada- te lo dije, de mi solo tendrás sexo- se acerca a tratar de besarme y el olor a alcohol, cigarrillo y a aroma de diferentes hombre, me entristecen y repugnan. Nota mi mirada incómoda y sonríe- ¿ahora te doy asco?

-no preciosa, solo que me entristece mirar el estado en el que estás- me observa, y su mirada se entristece un poco, más se recompone mirándome sería

-esto soy yo Eros, y no pienso cambiar en este poco tiempo que me queda- da media vuelta, entrando de nuevo al apartamento, dejandome solo

Camino hasta el elevador para irme de este lugar.

Un mensaje me alerta. Miro el celular confundido

Mujeriega

Se que de mí no quieres saber nada, pero te aseguro que tengo miedo a todo lo que pueda pasar. El tiempo corre y yo solo quiero disfrutar del tiempo que me queda. Sabias a que atenerte conmigo, por eso te pido que no te alejes de mi, no ahora por favor
Atte: mujeriega

Apago el celular, mientras camino por las calles de Moscú. El frío es insoportable a medida que camino

Mi cuerpo choca con una persona tirándome al suelo por el duro golpe

-miren nada más con quién me encuentro. Moscú si es pequeña- levanto la mirada y ante mi, esta Zoo, la prima de bella, con una gran y resplandeciente sonrisa

•••••••••••

El tiempo que le queda a bella, irá pasando rápidamente por si lo notaron

Disculpen la falta de ortografía

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"La mitad de su belleza, era su extraña manera de pensar"

MujeriegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora