Sig.: La comprensión de que cada persona tiene una vida tan intensa y compleja como la nuestra.
Muchas.
Muchas son las veces
en las que me preguntan
si lo que escribo es real.
Me extraña,
Pues yo creo que nadie escribe sin dejar la huella de sus sentimientos propios en,
al menos,
la mitad de sus palabras.
Claro que adornamos lo catastrófico
con una pizca de poesía,
Lo inútil en mágico,
Lo insignificante en lo más poderoso
del planeta tierra.
Pero son palabras que salen de
una lágrima ardiente en la noche,
De una pelea familiar sofocante,
De una tarde perfecta con la persona de quien estás
perdidamente
enamorada.
De un terrible desplome de ilusiones.
Cada palabra que lean de mí,
Serán reales
En cierto modo.
La magia está en no revelar
en qué rincón de la página
estoy yo escondida,
Sangrando.
Cuando preguntan
¿Por qué escribir?
Lo típico es decir que escribir
es el modo más eficaz de deshaogarte,
De evadirte de los problemas,
De relajarte,
De vaciarte, en pocas palabras.
No sé,
En mi caso es confuso,
Pues escribo cuando estoy falta
de emociones y no llena de ellas;
Escribo cuando por las noches
dejo de soñar,
Escribo cuando necesito conocer
un tema
y sacar problemas al respecto,
Cuando quiero encontrar respuestas.
Escribo después de leer un mensaje
de un desconocido
que parece conocerme mejor
que el que está durmiendo en la habitación de al lado
cada día.
Escribo por muchas cosas,
Pero sobretodo para que las pocas personas que me piensen lo hagan conociendo mi historia,
Capitulo a capítulo.
Palabra tras palabra.
Y sé
Que ni ustedes ni nadie sacarán
Nada en claro de todo lo que sale
de esta cabeza mía,
Tan rara como cutre.
Pero yo sólo hago poesía,
Y espero que algún día
Entendáis mi manera de soñar despierta.
Y
Quién sabe
Quizás algún día
Alguien me encuentre.
