Sig.: un momento de sorpresiva revelación.
No tengo cuerdas con las que agarrarme
En este puente de marfil;
Mis pies resbalan
Como si fuesen agua
Y me impiden seguir.
No tengo la vida delante
diciéndome que aguante;
Pues ya nadie vigila
Mis pasos inquietantes.
Ya no quiero tus súplicas,
Ni tus ásperas palabras
Obligándome a seguir.
No estuviste cuando apenas
podía respirar
Y estaba ahogándome.
Borré posdatas,
Conclusiones,
Finales.
Me quedé con lo del medio;
Pues lo demás ya no le importa
A nadie.
Ahora me pides
que te mire a los ojos
Y vea en ellos una historia nueva;
Sin embargo,
no fuiste tú el que me quería
con la mirada limpia
y certera.
Ahora quieres que te cuente
Cómo me va la vida,
Por qué hoy estoy tan perdida;
Y me pregunto
Si realmente quieres
Que de emociones
Me desvista.
No pienses que saber
Que fui débil ante ti
Te ofrece la libertad de entrar
Y salir de mi vida
Cual vagabundo sin rumbo.
La verdad es que
no recuerdo un mundo
en el que me hablaras
con el corazón en la mano
Y los sentimientos a flor de piel.
Tú siempre supiste
Todo lo que yo sería capaz
de hacer por ti
Y no fuiste tan valiente
de dejarme ir.
Seguiste con la misma farsa,
Finjiendo llorar por mí.
Dajaste que a mis amigos
Les fallara,
Sólo por cuidarte a ti.
Me hiciste comprender
Que estaba obligada a
Regarte
Como si fueras
la única rosa del jardín.
como si tuvieses derecho
a pincharme;
Como si la sangre
nunca dejase de fluir.
Hiciste que todas
Y cada una
De mis lágrimas
Fueran por ti.
Y ahora,
Que mis ojos se han cansado
De llorarte,
Que mis labios se han cerrado
y ya no hablan;
Que mis manos sólo son rabia.
Ahora,
Que ya me cansé de luchar
contra corriente;
Que prefiero ver la muerte
A ser otro día sin luz
Ni suerte.
Ahora
Ya en calma,
Tan en calma que asusta,
Vuelves;
Después de haberme destrozado
Vienes y me pides
Que te mire de otra forma,
Que vuelva a querer tenerte;
Que no llore,
Que tengo que ser fuerte.
Y después de escucharte
Me pregunto
Por qué de ti
Es tan difícil deshacerme.
