CULPA | M-H Y 23

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Hace tres años le hice un daño terrible a Dalia, pero ella no sabe que yo fui la culpable.

~Era el peor escenario que alguien podía escoger para fumar~

Fue lo que dijo el forense cuando acompañe a Dalia a reconocer el cadáver de su esposo horas después de verlo vivo por última vez, las investigaciones determinaron que la explosión de la fábrica de pólvora fue causada por una colilla de cigarro mal apagada que se encontró atorada en la bota de un trabajador.

En ese entonces me sentí una completa basura humana, menos mal que no quedo lo suficiente del cigarrillo para saber que yo era la única que había fumado en ese lugar unos minutos antes de la explosión, de lo contrario no podría estar escribiendo esto.

El asunto es que desde ese día Dalia quedo devastada y la culpa empezó a comerme viva, quise desaparecer, alejarme por completo de todo pero no pude, la culpa era demasiada, tanto que termine convirtiéndome en la persona que cuidaría de ella hasta que diera a luz.

Dalia estaba embarazada y su esposo jamás lo supo.

Fui yo quien la cuido, quien la alimento, quien dio parte de su salario para mantenerla durante la incapacidad, siempre motivada por la horrible culpa que no me abandonaba en ningún momento. Y es que solo me tenía a mí, sus padres la olvidaron después de que se escapó de casa para casarse con su esposo, no tenía hermanos y la familia de su esposo tampoco quiso hacerse cargo de ella luego de la muerte de su hijo, todos son gente despreciable pero siento que no se comparan conmigo, porque yo cause todo esto.

Dalia se recuperó rápido del luto, a los seis meses de la muerte de Erick (Su esposo) ella ya había decidido dejar de llorar, en parte creo que eso fue por mi causa también, estuve con ella todo ese tiempo animándola, dándole consuelo y acompañándola en las noches de tristeza por teléfono, la apoye a tal grado que me pidió vivir con ella unos meses mientras se recuperaba del embarazo, aunque lo cierto es que después de eso seguimos viviendo juntas, lo que me hace escribir todo esto.

Las cosas se han estado poniendo raras últimamente con ella. Hasta la fecha sigo siendo yo quien trae dinero a la casa porque ella no tiene tantos estudios para trabajar en algo bien pagado, yo tampoco tengo la gran cosa de estudios pero es lo suficiente para traer una buena cantidad para las tres.

La cosa es que cada vez que llego del trabajo ella me recibe de una forma diferente a la habitual, antes solo me abría la puerta (Porque siempre olvido mis llaves) y me decía cosas como "Te dejamos tal cosa en el horno, aún hay agua caliente por si quieres darte un baño o mañana hay que ir por mas leche" ahora es diferente, cada que llego del trabajo ella me lleva a la cocina y se sienta conmigo a hablar mientras me mira cenar, siempre de muy buen humor y asegurándose de que Miranda (Su hija) este dormida para estar a solas.

La hora de dormir también ha cambiado, o al menos así lo considero yo. Desde hace un par de semanas hemos tenido problemas con una plaga de hormigas, así que durante mi día libre acostumbro fumigar mientras Dalia y Miranda salen a caminar, se supone que la plaga no llega a las habitaciones, pero cada que es hora de dormir Dalia asegura que hay hormigas en su cama y me pide dormir conmigo en la mía. A mí no me molesta pero siempre que trato de dejarla en mi cama para ir a dormir a la sala me sostiene de la mano y dice "No te vayas, me da frío" aunque sea verano.

Los cambios siguen y siguen y no sé qué hacer, no quiero cuestionarla mucho o hacerle ver que me incomoda porque pienso que tal vez sea su forma de recuperarse del todo de la muerte de Erick...

(Dalia) ¡Luz ya casi son las 9, apresúrate a venir a desayunar!

(Luz) [Cerrar la computadora] ¡Voy!

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