Asahi llegaba tarde a su clase de artes, amaba dibujar desde que tiene conciencia. No lo hacía mal, de hecho sus cuadros casi siempre eran puestos en las paredes de los pasillos de la escuela. Usualmente andaba con manchas de pintura en su largo cabello, sus mejillas o su overol de trabajo pero no le importaba en lo mínimo.
Corría tan rápido como podía, odiaba que su salón estuviera en la tercera planta.
—Ya es la tercera vez que usted llega tarde —su maestra le dijo al verlo entrar agitado.
—Tomé el autobús equivocado y me llevó a un campo, de verdad—contestó Asahi tratando de recuperar el aliento.
—La última vez dijo que su auto fue raptado por ardillas.
—Pero no fue mentira.
La docente tenía una mirada de cansancio, ya no sabía que creerle aquel alumno— Tome asiento y póngase al tanto de la clase —
El chico asintió y tomo su lugar cerca del ventanal.Asahi adoraba su escuela. Sobre todo por los jardines que le daban una vista espectacular, se sentía relajado al ver el paisaje desde su lugar.
—No olviden que este proyecto ayudara para la calificación final, deben elegir que pintar
Escuchaba lo que decía la maestra sin quitar la vista de su paisaje, se dio cuenta por la posición del sol que pronto sería medio día, eso lo había aprendido de su abuelo desde pequeño y casi nunca necesitaba reloj para saber la hora mientras fuera de día.
Y ahí estaba.
Un lindo niño de sonrisa brillante, regaba las flores y pequeños árboles que estaban a la orilla de los salones, era el momento favorito del día del pintor y por más que se le presentara algún contratiempo Asahi se esforzaba en llegar y no perderse la clase, todo para ver aquel chico.
Ese momento se había convertido en especial para él desde tres meses atrás que empezó acosarlo.
—Fue amor a primera vista —le dijo a su primo.
Suspiraba cuando lo veía platicar con las diversas flores de las jardineras, Asahi no le importaba si los demás miraban como loco al chico de las flores para él era una persona especial, alguien que es muy difícil encontrar en un mundo lleno de chicas que solo se preocupan por si mismas o chicos que no quitan la vista de su teléfono.
—Se llama Nishinoya Yuu.
Uno de sus compañeros de la clase de deporte le dijo, casualmente conocía a Nishinoya por compartir una clase de química.
Asahi en ese momento pensó en lo bonito que le quedaba el nombre.
Uno de ellos al escuchar la conversación no pudo evitar unirse y después de una breve descripción supo de inmediato a quien se referían y le compartió una pequeña información de Nishinoya.
—Es de segundo año y no sé si sepas pero habla...
—Solo.
La frase había sido terminada por otro de sus amigos, pero lo cierto es que Nishinoya no hablaba solo.
Al principio Asahi también creyó eso pero después de tres meses de ser su acosador (algo de lo cual no estaba orgulloso) se dio cuenta que cuando hablaba con sus flores era diferente de cuando hablaba en su soledad.
Pues Nishinoya hablaba de la nada, así se encontrara en la cafetería de la escuela o en pleno descanso con muchos alumnos a su alrededor.
Cuando traía una flor en su macetero todos daban por sentado que hablaba o reía con la planta pero al estar solo ¿con quién lo hacía?
Una bolita de pelo yacía en la palma de la mano de Nishinoya. Le daba un poco de comida mientras sonreía y seguía platicando historias, historias que no entendía muy bien pero con gusto Asahi amaría escuchar.
Era un hámster. Un pequeño roedor de un pelaje color blanco con un café muy suave.
Cuando descubrió a quien le hablaba Asahi sonrió con ternura y en ese instante quiso llenarlo de besos en toda su rostro pero se mantuvo detrás del árbol conteniendo sus deseos.
La incógnita había sido resuelta, sin embargo Asahi no estaba dispuesto a compartir ese secreto con nadie.
Hubo una vez que lo vio reír a carcajadas mientras comía su desayuno en la cafetería, Asahi luego se daría cuenta que era el hámster que se colaba debajo de la ropa del pequeño Nishinoya.
Pero nadie se daría cuenta a esta altura en la escuela, Nishinoya era raro y aunque al principio lo miraban de manera extraña luego se acostumbraban a su presencia.
No dejaban meter animales a la escuela pero ese hámster era pequeño a la vista de Asahi y de todos así que no se daban cuenta además pocos se acercaban a Nishinoya ya que tener una conversación con él era casi imposible por lo tanto era pasado desapercibidamente.
—Por favor dejen sus propuestas en mi cubículo, las recibiré antes del viernes al medio día.
La voz de la maestra le saco de sus pensamientos y antes de salir de clase miró por última vez al castaño y sonrió.
Espero estén disfrutando de esta rara historia xD
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Power ranger & señor conejo
Фанфик-Kageyama Tobio, mi nombre es Kageyama Tobio. -Ugh... Que nombre tan feo -Sin embargo Hinata no pudo evitar enamorarse. ------ -Kagehina -Asanoya Cover by @MOCHIZOUKING