-Kageyama Tobio, mi nombre es Kageyama Tobio.
-Ugh... Que nombre tan feo -Sin embargo Hinata no pudo evitar enamorarse.
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-Kagehina
-Asanoya
Cover by @MOCHIZOUKING
Los siguientes días habían sido desesperantes para el peli naranja, evitaba a toda costa a Kageyama en la escuela e incluso si podía se ausentaba por varios días. Él sabía que Kageyama no lo quería para una relación de amigos y el aceptar seguir a su lado implicaba aceptabar sus sentimientos.
La mente de Hinata era un desastre.
– ¡Ya levántate shouyou! –Su mamá tiró las sabanas de él– no puedes estar faltando así, la escuela está llamando para saber porque no vas y yo no voy a estar dando excusas.
–Solo diles que morí –Hinata se volvió acurrucar.
Cansada de ver como su hijo se encerraba solo para jugar videojuegos toda la noche y dormir durante el día, la mujer no tenía otra opción más que amenazarlo y sabía perfectamente cómo hacerlo.
– ¿No quieres ir? –La mujer sonrió–perfecto, te dejaré en paz no obstante haré una llamada con el doctor Takeda...
Hinata volteó a verla, ella no se atrevería a jugar tan bajo.
–Y le diré –Prosiguió– que te traslade a otro psiquiátrico, ya me había hablado de uno en Tokio donde podrían aceptarte por unas semanas y eso te vendría bien, hacen muchas actividades recreativas y lo mejor de todo es que tomarás tu medicamento sí o sí.
–Eres una bruja –respondió enojado Hinata.
Ahora se encontraba entre la espada y la pared, ir a otro psiquiátrico era lo que menos quería así que de mala gana se levantó y le lanzó una mirada de enojo a su madre quien se veía feliz al ver que su amenaza había funcionado mejor de lo que ella pensaba.
–Y apresúrate que llegaras tarde –Se burló antes de dejarlo a solas en su habitación.
–Jodido día –murmuró Hinata comenzando a cambiarse.
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Aunque Hinata rezó a todos los dioses del mundo para que en su camino se topara con algo que lo hiciera retrasar para su mala fortuna no pasó absolutamente nada de hecho el autobús llegó más temprano de lo normal a la parada y cuando entró a la escuela aún era temprano.
Tenía que entrar a clases solo por hoy, mañana vería la manera de escabullirse.
Mientras tomaba asiento Nishinoya entró apresurado a su salón con las mejillas sonrojadas por tanto correr, dejó el pequeño cactus en la mesa de Hinata y abrazó a su mejor amigo.
– ¿Qué quieres? –preguntó arisco Hinata.
– ¡Mandarina te extrañé tanto! –lo llenó de besos por todo el rostro.
– ¡Ya! –Gritó el peli naranja alejando al más pequeño– ibas todos los días a mi casa a verme ¿por qué actúas como si no?
–Bueno es que la escuela y tu casa son diferentes –Nishinoya sonrió- te vendré a buscar en el descanso, es hora de atender a mis niñas.
Nishinoya desapareció de la vista de Hinata, el peli naranja se recostó en su mesa buscando paz y tranquilidad. Tenía sueño y estaba seguro que no se concentraría en las clases, cerró los ojos un momento y recordó esa noche.
Claro que tenía curiosidad sobre Kageyama, pero era alguien a quien no podía entender en ningún sentido. ¿Por qué el alejarse de Kageyama Tobio le resultaba tan difícil?
Era guapo, dios que sí lo era... alto con un cuerpo delgado y el cabello suave o eso es lo que pensaba cuando lo tenía en frente y podía apreciar mejor cada rasgo de ese hombre.
Hinata nunca creyó pensar en un hombre como posible amante aunque estar de novio con una chica tampoco era algo que estaba en sus planes, no pensaba en el amor.
"Hinata, un día vas a enamorarte en el momento menos indicado con la persona que jamás pensarías y ¿sabes qué? Va ser bonito porque así es el amor, algo indescifrable y difícil de entender"
Aún recuerda las palabras de su padre esa tarde de abril mientras pescaban en el rio cerca de casa, ese día le habló de muchas cosas que a su edad no comprendió muy bien pero ahora ya de grande se dio cuenta de lo sabio que era ese hombre.
–Tomen asiento por favor –La maestra entraba cargando varios libros y mientras los dejaba en el escritorio esperó a que todos estuvieran en su lugar.
–Hoy se sumara un alumno nuevo a la clase, trátenlo bien y denle una cálida bienvenida, por favor pasa –dijo mirando hacia la puerta.
Hinata prestó atención, era muy extraño tener un alumno nuevo y a mitad de curso.
Por esa puerta entró. Él era alto... el chico más alto que había conocido Hinata, su apariencia exigía respeto y parecía que los demás hombres se sintieron cohibidos al tener su presencia mientras que las mujeres parecían hipnotizadas.
–Mi nombre es Ushijima Wakatoshi a partir de ahora estudiaré en esta escuela.
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