Policías y ladrones p.2

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Ambos chicos giraron lentamente al ser descubiertos, Hinata sabía que esto era el fin, por dios que lo era. Los matones venían tras de ellos y justo cuando habían encontrado una manera de escapar fueron pillados intentando robar esa Harley.

–Chico mandarina ¿en serio planeabas robarme?–Preguntó divertido.

El peli naranja nunca creyó que el mundo fuera tan pequeño como para que precisamente el dueño de esa moto fuera nada más y nada menos que Kageyama Tobio, el chico vestia completamente de negro y con unos guantes de negro Hinata tuvo que admitir que ese hombre se veía bien.

– ¡Blueberry! –Nishinoya al ver a su salvador se abalanzó hacía él y lo abrazó agradecido de verlo, era como agua en el desierto.

Kageyama intentó quitar al chico mas no pudo.

–La necesitamos para escapar –sentenció Nishinoya quien se sentía seguro al lado del chico.

Hinata por su parte no quería ni verle la cara, su noche terminó siendo un asco. No pudo tomar ni divertirse como él hubiera querido, a cambio estaba siendo perseguido por hombres que querían patearle el culo y sobre todo con el imbécil que ponía patas arriba sus sentimientos.

– ¿No dirás nada? –Preguntó Kageyama.

–Ya te lo ha dicho Noya, estamos huyendo y necesitamos tú...

– ¡Ahí están!

Escuchó el gritó y se giró solo para ver que lo matones estaban próximos a ellos. "Mierda" pensó Hinata, ahora si estaban jodidos.

–Parece que tienen grandes problemas.

Hinata escuchó un leve tono de burla en las palabras de Kageyama, estaban a punto de ser golpeados y aquel chico reaccionaba como lo más normal del mundo.

–Blueberry ayúdanos por favor –Nishinoya se aferró más a Kageyama.

–Hasta que lo pida él –Sonrió mirando a Hinata.

A Hinata casi se le fueron los ojos al escuchar eso.

–Oh no, ni muerto.

–Sho chan ¡nos van a golpear! –Nishinoya estaba desesperado.

Hinata se encogió los hombros.

–No quiero morir –Nishinoya casi lloraba – ¡solo dilo!

La desesperación y el miedo se podían ver en los ojos del más pequeño pero el peli naranja era tan orgulloso que no quería admitir ser ayudado por ese, ese imbécil.

–¡Shouyou dilo! –suplicó por última vez Nishinoya.

Hinata levantó la mirada encontrándose con aquellos ojos tan profundos de Kageyama Tobio quien parecía divertirse con la situación. El peli naranja odiaba su maldito orgullo pero sabía que Nishinoya nunca lo perdonaría si se negaba, no tuvo mas remedio que tragárselo y decir esas palabras que le parecieron como masticar vidrios.

–Ayúdanos, por favor ayúdanos –Hinata dijo firme.

Kageyama se regocijó y disfruto cada palabra que salió de esa pequeña boca, una vez satisfecho encendió la moto y justo antes de que los alcanzaran lograron acomodarse e irse de ese lugar de mala muerte.

Kageyama se regocijó y disfruto cada palabra que salió de esa pequeña boca, una vez satisfecho encendió la moto y justo antes de que los alcanzaran lograron acomodarse e irse de ese lugar de mala muerte

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– ¿Qué hacías en ese callejón? –Hinata preguntó tan fuerte como pudo mientras Kageyama conducía a toda velocidad.

– Así que te importo pastelito –se burló.

Hinata puso los ojos en blanco, odiaba el estar sujeto a la cintura de ese chico pero no había otro lugar de donde sostenerse, Nishinoya venía detrás aferrándose a su mejor amigo. Claro que le daba miedo estar en una moto pero era mejor que ser golpeado por eso hombre fuertes, no pondría en peligro a señor conejo.

– Oh mierda –Susurró Kageyama.

– ¿Pasa algo? –Hinata cuestionó preocupado.

–Nos están siguiendo.

Hinata trato de voltear y vio un auto venir tras ellos, ¿Quiénes mierdas eran? Ahora si se sentía en un verdadero peligro. Kageyama aceleró haciendo que ambos chicos se sujetaran aún más fuerte.

Entraron a un túnel y eso ayudo a que Kageyama les llevara ventaja pero un disparo los puso alerta a los tres.

– ¡Oh santa mierda! –Hinata logró ver a un hombre apuntarles– ¡nos están disparando!

Kageyama vio por el retrovisor y esquivo las balas que pudo, ordenó al peli naranja sacar un arma de su chamarra mientras Hinata palideció al escuchar eso mas no dijo nada e hizo lo que le ordenaron.

–Tienes que apuntar y disparar en la llanta del auto –Explicó Kageyama.

– ¡Estás loco! –Hinata gritó horrorizado– nunca he usado una puta arma en mi vida.

–Felicidades es hora de que aprendas –Kageyama al parecer no estaba bromeando.

– P-pero... -Hinata titubeo.

– Solo hazlo Sho chan! –Nishinoya lloraba aterrado de escuchar cada disparo hacia ellos.

Hinata tomó mejor el arma y contuvo el aire, apuntó en dirección al Cadillac rojo que venía a toda velocidad hacia ellos. Si puedes mierda, puedes hacerlo; se animó así mismo mientras visualizaba su objetivo, apretó el gatillo mientras sujetaba bien la pistola para que no le rebotara.

– Será mejor que afines esa puntería precioso.

Hinata gruñó y más confiado volvió a disparar esta vez dando en uno de los retrovisores, maldijo y volvió a intentarlo logrando esta vez su objetivo.

– ¡Oooh si mierda! –Gritó al ver como el vehículo iba disminuyendo la velocidad.

Media hora después los tres bajaban de la moto frente a la casa de Nishinoya que fue la más cercana para resguardarse. El más pequeño llamó a los de seguridad y pido que vigilaran toda la casa.

Una vez dentro Nishinoya sirvió bebidas para poder procesar lo que había pasado dentro del túnel.

–Esos no eran los hombres que nos querían moler a golpes –Hinata fue el primero en hablar.

Nishinoya esperó a que Kageyama dijera algo.

Después de un largo silencio Kageyama por fin habló –No lo eran.

Después de un largo silencio Kageyama por fin habló –No lo eran

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Lamento actualizar tan tarde TT_TT espero les haya gustado!!!

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Hemos llegado a las mil lecturas!!!!!!

Estoy tan feliz desde que lo vi esta mañana, en serio gracias por leer este fanfic, me hacen muy feliz!!!

Power ranger & señor conejoWhere stories live. Discover now