Power ranger & señor conejo

Señor conejo dice.

Una semana pasó desde que durmió en la casa de Kageyama Tobio y desde que tuvo el ataque de ansiedad.

Hinata asistía a clases todos los días y para su sorpresa no vio al peli negro en ningún momento, se preguntó si habría faltado por andar en problemas con los yakuzas.

A esa conclusión llegó Hinata, Kageyama era un yakuza o trabajaba para ellos, no había otra forma de que los quisieran matar la noche del tiroteo.

También le sorprendió que su mejor amigo no lo visitara en los descansos como solía hacerlo siempre.

Terminando las clases Hinata salió de su aula y fue en busca de Nishinoya, no tardó mucho en encontrarlo.

Estaba en la jardineras como acostumbraba, regando las flores que nadie prestaba atención y hablando solo como...

–Le hablé de señor conejo y pensó que le estaba hablando de un conejo ¿puedes creer que pensó algo como eso? Luego le advertí que llovería y no me prestó atención hasta que terminó empapado ¡Que bobo!

Hinata avanzó un poco más hasta ver a su mejor amigo pero su sorpresa fue ver que no estaba hablando ni con las flores ni con su mascota.

El chico de la fiesta de té estaba a su lado escuchándolo y muy atentamente.

¿Qué se traían esos dos?

Hinata produjo un sonido con su garganta y eso llamo la atención de los dos chicos que se sobresaltaron.

– ¡Mandarina! –Nishinoya dejo caer su regadera de abejita y corrió abrazar al peli naranja.

–Me parece que estas muy ocupado como para ir a verme –escupió Hinata.

Nishinoya se alarmó al escuchar a su mejor amigo con ese tono y reconoció que en la última semana no había podido ir hacerle compañía por estar en la sala de pintura con su nuevo amigo.

Se sintió culpable.

–Solo no pude... pero ya que estas aquí ¿porque no me ayudas con mis amigas? No te han visto en mucho tiempo.

–Es tarde y estoy cansado además ya estabas terminando ¿no? –Hinata se soltó del abrazo– vámonos a casa, hoy me quedaré a dormir en la tuya.

– ¡Hina chan! Debes saludar primero –Nishinoya se molestó cuando no le prestó atención a su nuevo amigo.

Hinata puso los ojos en blancos y luego le brindó un simple saludo de manos a Asahi quien se mantenía en silencio.

– Es que habla tanto que casi me olvido que estaba ahí parado –Dijo con tono burlón.

– ¿Porque estas tan molesto? –Nishinoya le preguntó al ver el humor de su mejor amigo.

¿Enojado? Él no estaba enojado, ¡que tontería! que Kageyama no le buscara desde hace una semana no significaba nada, estaba mejor que nunca, ¿Por qué debía estar enojado? Así era su carácter.

–Solo vámonos que me estoy muriendo de hambre– dio media vuelta.

Hinata comenzó a caminar esperanzo que Nishinoya le siguiera el paso, alcanzó a escuchar que le dijo algo de una vaca a ese chico mas no prestó atención, desde pequeño a su mejor amigo le gustaba poner sobrenombres particulares, no le impresionaría que estuviera hablando de una persona.

Ya en casa de Nishinoya Hinata llegó directamente a prepararse unos bocadillos mientras ponía a cocinar algo de pasta en una olla con agua hirviendo.

Vio como Nishinoya fue por el hámster y luego bajo con él en sus manos a la cocina.

– ¿Qué te traes con ese chico? –preguntó Hinata mientras se acomodaba en el taburete.

Nishinoya dejó a señor conejo en la barra y volteó a ver a su amigo tras esa pregunta.

–Te vi muy cómodo a su lado –siguió Hinata– acaso estarás...

– ¡Es mi nuevo amigo! –chillo Nishinoya antes que Hinata terminara la oración.

Hinata no pudo evitar reír, pocas veces podía molestar al pequeño Nishinoya.

–Te vi bailando con él, muy cerca para ser un "amigo" –hizo un ademan con sus manos antes de morder otro pedazo a su sándwich.

–Le enseñaba a bailar... le enseñábamos–corrigió– señor conejo estuvo presente.

– ¡Oh vamos!, admítelo.

–Es mi nuevo amigo.

Hinata volteó a ver al hámster y le acarició el pelaje.

– ¿Verdad que está enamorado? –Hinata acercó su oreja al animal después de hacerle la pregunta- ¿Cómo? ¿Noya hizo eso? –Sus labios formaron una "o" – ¿en serio? Ajá... ¿si?...

–Q-que te está diciendo...

Las mejillas de Nishinoya se tiñeron de un rosa suave mientras veía como Hinata hablaba con su hámster.

–Señor conejo no digas nada –advirtió.

Hinata no cabía de felicidad, al parecer su mejor amigo estaba descubriendo lo que es el verdadero amor y no se daba cuenta. Con Tsukishima había sido totalmente diferente.

El chico le parecía ser un buen prospecto, tal vez le ayudaría.

Pronto actualizaré mas seguido, lamento esta espera!

gracias por leer y no olvides comentar y votar!

perdonen cualquier falta de ortografía :D