-Bien, ahora sólo tienes que disfrutarlo- Kate aplaudía a su trabajo -
-Bien... ¿y eso que es?- dije señalando un icono de un globo de diálogo.
-Tus mensajes privados. ya sabes, tus -inbox- .- Sonrió contenta
-ah!... okey...- dije aún no muy convencida
-Tranquila, te va a gustar. pronto te acostumbrarás -
-okey... eso espero - miré la pantalla de mi celular y mis ojos se abrieron hasta casi salir de su espacio.
-Bianca tienes un seguidor !- Kate Brincó de la emoción
¿-Y... que hago ahora? - era una estúpida con esta cosa
-pues... nada, sólo... déjalo ahí- se escogió de hombros. - escribe algo, claro, que no exceda los 140 carácteres.
-okey... sonreí distraída - espera, como que ¿140 caracteres? - fruncí el ceño
- sólo debe contener 140 letras- dijó obvia mirando el techo
-Pero, ¿tengo que contarlas?!! - pregunté asustada. era muy perezosa y pensar que tengo que contar cada letra me da mucha flojera.
-no tonta se cuentan solas- Katherine volvió a poner su cara de obviedad
-Mh..- gemí en un tono incrédulo
-Bueno, mira esto es para...
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Los días pasaron como unos hermosos Rayos en un cielo nublado y gris en Los Cabos.
deben saber que cuando aquí llueve, hay que sospechar, ya que es muy raro.
no vaya a ser que una gran parvada de aves con vejigas muy pequeñas, estén soltando sus líquidos, y uno esperanzado y contento, que piensa que es una lluvia.
En fin, era viernes, gracias a dios .
Los viernes eran geniales en la escuela, pues teníamos 3 horas libres.
la primera clase pasó rapidísimo y la segunda ni se diga. ahora, lo bueno. dos horas antes del recreo, el recreo y una hora después de este, para platicar y hacer estupideces.
Kate y yo estábamos sentadas en una mesa (de esas que ponen en algunos parques, que tienen asientos pegados a las mesas) del pasillo principal platicando de mi nuevo pasatiempo. Twitter.
-Ya tengo 26 seguidores! - dije emocionada
-bien, espero algún día me alcances- Kate parecía orgullosa
-¿cuántos seguidores tienes? - estaba muy curiosa a decir verdad
- 2,513 - dijó la cifra lentamente presumiendo a todo lo que daba
-dios!- grité sín darme cuenta
-Shhhh! - Kate puso su dedo índice en sus labios
-lo siento, es que... son muchos- susurré lo último
- lo se, y mucho me ha costado - dijó mirando sus uñas con un toque de arrogancia fingida
Connor llegó a nuestra mesa y se sentó a lado mío.
yo se que quería disimular.
-Que tal chicas - saludó muy animado a decir verdad.
-¿por que tan contento?- me giré para verlo mejor.
-es que... mamá y papá no estarán este Fin de semana y quería saber sí quieren ir a mi casa - Connor parecía entusiasmado con la idea. su ojos avellana bailaban con emoción.