Motel | NamJin

¡Al diablo!

Jin cierra los ojos antes de abrir la puerta. YoonGi tiene una expresión extraña en el rostro, algo como preocupación mezclada con molestia y tristeza. Son las once con cuarenta y nueve minutos y Jin se pregunta si la noche será lo suficientemente larga para ellos y todo lo que tienen que hablar.

YoonGi entra con pasos cortos, se quita el abrigo y suelta un suspiro antes de dejarse caer sobre uno de los sillones de la sala. Luce agotado pero aun así le da una mirada a Jin mientras este vuelve de la cocina con varias botellas. —¿Quieres hablar sobre ello?

Ahora es Jin quien suelta un suspiro, luce derrotado pero, de alguna manera, también resignado. —Eventualmente tendré que hablar sobre esto, si no lo hago ahora me ahogare en mis propios sentimientos y mañana ya no será una opción.

YoonGi asiente ligeramente sin decir nada, por ahora no hay palabras que decir. Jin empieza hablando sobre el día en el que SooYu le pidió que fuera a su habitación, ese en el que se puso a llorar mientras se disculpaba, y termina con lo que ha pasado apenas la noche anterior con NamJoon y su renuncia, se lo cuenta todo y YoonGi lo escucha en silencio, solo bebiendo y cambiando de una expresión a otra, la mayoría completamente indescifrables. Cuando Jin termina de hablar YoonGi simplemente deja su botella sobre la pequeña mesa al centro.

—Sinceramente justo ahora no me siento capaz de aconsejarte o decirte algo alentador, creo que estoy ebrio, pero esto es la mierda más grande que he escuchado en toda mi vida. Las relaciones apestan y agradezco que nunca entraras en una con NamJoon, ese hombre no te merece. —Hay cierto rencor en sus palabras y Jin no lo pasa por alto.

YoonGi parece que se pondrá a llorar en cualquier momento y Jin sabe que es porque, efectivamente, esta ebrio. Con cuidado toma su celular de la mesa el centro y revisa la hora, son casi las tres de la madrugada, por como siente que su mano se mueve deduce que no está mejor que su amigo. —¿Qué sabes tú de relaciones? —pregunta Jin, restándole importancia a su propio estado, mientras se lleva su botella nuevamente a los labios.

—Solo sé que son la cosa más horrible del mundo y que no quiero saber nada sobre ellas —dice YoonGi arrastrando las palabras ligeramente—. Odio el amor. Lo odio.

Jin ríe. —¿Qué te hizo ese imbécil? ¿Por qué lo odias Yoon? —pregunta sin saber de dónde saca preguntas tan claras, o siquiera trata de indagar en la vida amorosa de su amigo, si su mente está hecha polvo y algo dentro de su pecho también.

—Porque me rompió el corazón ¿puedes creerlo? A mí —dice en voz baja—. A las personas insensibles se nos rompe el corazón más rápido ¡lo peor es que ni siquiera notan que nos importa! Para los demás siempre eres un insensible, incluso con el corazón hecho polvo. Tú, Jin, no eres un insensible porque tu corazón duro cuatro años en romperse por completo.

Y YoonGi se ríe y Jin se ríe también. —Estás ebrio, no sabes lo que dices.

—Sí, estoy ebrio pero sé lo que digo. Tal vez no lo recuerde mañana pero lo sé perfectamente.

Jin no puede negarlo. —¿Por qué terminaron?

—Buena pregunta, ni siquiera yo lo sé —confiesa YoonGi—. Al parecer sus razones son algo "complicadas" y, sabes, yo no estoy para esas mierdas y aunque si lo estuviera daría lo mismo. Me boto.

Jin niega con la cabeza. —Entonces no vale la pena —declara Jin mientras deja de lado su botella vacía. Es momento de parar—. Ya son las tres ¿te quedas a dormir?

—¿Tengo opción? —pregunta un YoonGi muy ebrio.

—No precisamente.

—Entonces sí.