Capítulo 2: "el accidente".

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Ana
Me dirijo hacia el ala este de la universidad, donde se encuentra la facultad de derecho. Voy a toda prisa ya que he quedado en nada para comer con mi amiga Aitana. Ella está estudiando otra carrera y también ha terminado este año, pero ha acabado un par de días antes que yo. Fue una de las primeras personas que conocí aquí y desde entonces hemos estado inseparables estos 5 años, nos hemos apoyado en todo y ayudado siempre que lo necesitábamos.
Venga Ana, te queda poco para llegar a clase. Hice disimuladamente un pequeño sprint para poder llegar a tiempo, ya que el edificio cerraba en 5 minutos. Pero justo cuando iba a girar la esquina, me choqué, mejor dicho, me estampé contra alguien. En aquel momento solo me salía mirar al suelo, y, joder, se me habían caído todas las hojas de los apuntes por 1000 sitios diferentes. Menudo cabreo llevaba encima.

-Joder, a ver si miramos por donde vamos. (Comenté recogiendo todos los libros a toda prisa).

Pero justo cuando los estaba recogiendo, esa persona me contestó. Era una chica, por su voz.

-Oye, que tampoco es mi culpa del todo, si no hubieses ido como si el campus fuera una pista de atletismo, igual ni te hubieras chocado conmigo. (Dijo soltando una carcajada irónica)

Cuando me levanté para ver quien era, descubrí que era una chica alta, rubia, bastante atractiva, y con pinta de chula la verdad. Pero yo no me iba a quedar callada.

-Mira, si corro por aquí tendré mis motivos para hacerlo, en cambio, me parece que tú estabas empanada sin motivo, porque sí.

-Y tú que sabrás lo que iba haciendo yo tía.

Os juro que la rubia aquella me estaba poniendo de los nervios.

-Bueno ya que te veo aquí tan paradita, podías ayudarme a recoger los folios por lo menos.

-Si anda, toma tus folios. (Me dijo dándome los últimos que quedaban en el suelo.)

-Gracias. (Dije secamente.)

A todo esto, la chica me miró intentando finjir y una sonrisa amable y acto seguido, se fue.
Llegué a toda prisa al edificio, pero me encontré la puerta cerrada, así que me acerqué a preguntarle al señor que estaba cerrando.

-Perdona, ¿no se puede entrar ya? Tengo que entregar esto y es urgente.

-Lo siento señorita. Haber venido antes. Tiene que volver esta tarde partir de las 5, es la única opcíon que le queda.

- ¿De verdad que no puede hacer nada para que entre ahora? Será solo un segundo.

-Lo siento chica, no puedo hacer nada. (Dijo encojiéndose de hombros.)

De puta madre todo. Yo pensando que hoy por la mañana acabaría de hacer todo, y ahora resulta que tengo que volver esta tarde. Y todo por culpa de la chica esta, que me había entorpecido.

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