Capítulo 7: el bus.

689 28 4
                                    

Ana

Me sobresaltó el sonido del despertador. Las 4.30, pf. Me vestí y cogí mi maleta para bajarla al coche. Conduje hasta la Uni y lo dejé en el aparcamiento. Cuando llegué a la puerta ya estaban allí la mayoría esperando el bus. Me reuní con los de mi facultad, en especial con Raquel, que era una amiga de la facultad con la cuál siempre he tenido más confianza que con los demás. Llegó el bus, soltamos las maletas y nos sentamos medio adormilados en nuestros sitios. Me puse con Raquel. Estuvo contándome que ella había venido varios años y que mayormente iban estudiantes de la facultad de turismo, ya que casi todo lo organizaban ellos. Me dijo que la mayoría eran muy simpáticos y muy divertidos, pero otros algo estirados, y se les calaba bien desde el primer momento. Me contó que en los años anteriores, se habían ido juntando varias personas que solían ir todos los años, entre las cuales estaba Raquel, y que eran de confianza, y que en estas dos semanas me juntase con ellos, que seguro que disfrutaría mucho. Al llegar allí me los presentaría, supongo.
Recliné mi asiento hacia atrás, pero, sin saber como, la palanca se soltó y supuse que había aplastado al de atrás. Me giré abochornada por mi torpeza.

-Ostia, lo siento, estoy medio dormida y no sabía ni como poner esto, yo...

-No me jodas, ¿tú otra vez?-Dijo riendo.

Sí, indudablemente era ella otra vez. La chica rubia del otro día que me tiró los libros.

-Joder, vamos de accidente en accidente.-Dije avergonzada.

-Vaya. Pero esta vez no he sido yo la que estaba empanada.-Dijo en tono burlón.

-Ya te he dicho que lo siento, chica.-Dije poniendo los ojos en blanco.

-Me llamo Mimi. Por si quieres llamarme más veces. Suena más bonito que "chica".-Dijo mirándome fijamente.

-No creo que lo haga mucho más.-Dije volviéndome a mi asiento. 

Pero cuando iba a cerrar los ojos, Raquel me preguntó:

-¿La conoces?

-No, es solo que el otro día me tiró los libros y no es que empezásemos muy bien. Además, vamos de mal en peor, porque ya has visto ahora jajajaja. 

-Pues es una pena que no hayáis empezado bien. Mimi es super divertida y tiene muy buen rollo. Forma parte del "grupillo de viaje" del que te he hablado. La mayor parte de las veces, cuando nos agobiamos, ella le pone soluciones a todo. Y eso en alguien se agradece. 

-Vaya, que bien me vendes amiga.-Dijo una voz que venía de atrás. Era ella. 

-Para que veas, jajaja. Ya que me había dicho que no habéis empezado con buen pie, tenía que arreglarlo.-Dijo guiñándole un ojo. 

-Intentaré enderezar la cosa.-Contesté seca.

-Perfecto.- Dijo mirando hacia el techo. 

Por fin, tras un rato intentándolo, pude retomar el sueño otra vez. Para cuando volví a abrir los ojos, ya estábamos en el aeropuerto. Pensando que había dormido una eternidad, resulta que solo dormí media hora. Claro, de Madrid capital al aeropuerto, el viaje era muy corto. Lo bueno venía ahora, con 14 horas de vuelo. Menos mal que había llevado un libro y bastante música para amenizar el viaje. 

Bajamos las maletas y pasamos los controles. Todavía quedaban 15 minutos para embarcar, así que fui a la máquina a coger algo de comer. Joder, en el aeropuerto te cobran un riñón por todo. Cuando cogí mi kínder, al darme la vuelta me di cuenta de que me había alejado más de la cuenta y me había perdido. Anduve un par de pasos a ver si me acordaba de por donde había venido, cuando entonces noté acercarse a alguien detrás mía y darme un toquecito en la espalda.

NUESTRO DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora