Capítulo Ocho

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¿Paoz? Iban a Paoz, Milk miró el correo que le había enviado Goku. Juntos durante un viaje de tres horas y se alojarían en una casa. Solos. Estaba a punto de llamarlo para decirle que era imposible cuando le sonó el teléfono.

-Inversiones G. Son.

-Señorita Ox -escuchó la voz de Goku, aparentemente tranquilo.

Al contrario que ella, que aún tenía el pulso acelerado. Escuchó el claxon de un coche al fondo... ah, claro, iba en el coche con Mai, que estaría escuchando la conversación.

-Señor Son -respondió ella, repiqueteando con las uñas sobre el escritorio-. ¿Quería algo?

-Imagino que habrá leído el correo.

-Sí, claro.

-Tenemos mucho que hacer y quiero que se familiarices con los detalles antes de irnos el miércoles, estaré en la capital sur el lunes y el martes, así que hablaremos durante la cena, mañana por la noche.

Milk abrió la boca para discutir, pero volvió a cerrarla. De modo que era una cena de trabajo, qué astuto ¿Cómo iba a negarse?

-Muy bien.

-Iré a buscarla a las ocho. Hasta mañana.

Él cortó la comunicación.

~♡~

-Cuéntame los últimos chisme -le pidió la peliazul mientras tomaba la sopa de pollo que la pelinegra le había llevado.

-Solo soy una empleada temporal, nadie me cuenta chisme.

-Pero tienes que haber oído algo. Algo bueno que ilumine mi miserable vida.

-Pobrecita -Milk miró a su amiga, cubierta de ampollas, y casi tuvo que hacer un esfuerzo para no rascarse ella misma-. ¿Seguro que no necesitas nada?

-Gracias, pero por el momento tengo todas las medicinas que necesito y me encantan las flores que has traído. Goku es un encanto.

-Sí, bueno...

-Vamos, cuéntame algo.

Milk quería hablar de Goku con alguien y Bulma era la única persona en la que confiaba.

-¿Seguro que quieres saberlo?

-Seguro.

-Muy bien, pero luego no me culpes si te desmayas y me tienes que prometer no contárselo a nadie.

Bulma apoyó los codos en la mesa. -Lo prometo.

-Todo empezó hace dos noches, cuando le envié el informe Lyn por correo...

Cuando terminó de contar la historia, la peliazul se echó hacia atrás, mirándola con los ojos de sorpresa.

-Madre mía. Si no me lo hubieras contado tú misma no me lo creería.

-Ni yo misma me lo creo.

-Goku y tú... es como... no sé, tengo que pensarlo, no me hago a la idea.

-No lo pienses demasiado, por favor -Milk notó que le ardía la cara-. No ha pasado nada.

Pero después de ese encuentro en la escalera, cuando le rozó los labios con los dedos, había tenido que hacer un esfuerzo para no abrir la boca y...

Y luego la había besado, un beso rico, oscuro, ardiente, aunque demasiado corto.

-Goku nunca ha dado un escándalo -la voz de Bulma interrumpió sus pensamientos-. Me pregunto quién empezará con los rumores.

Las Fantasías De Milk 《GoChi》(Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora