Prohibido Enamorarse

Arregla errores.

Seguía sentado en el piso, la verdad no tenía muchos ánimos de ir a entrenar, sin embargo debía hacerlo, lo que en verdad quería era ir por Edd, ver como estaba, suplicarle que lo perdonará, implorarle si era necesario, pero no, muy a contrario de lo que quería se encontraba tumbado en el césped oyendo a su amigo gritarle tantas cosas que ya hasta había perdido el hilo, y es que una vez acabado las confesiones, Nat decidió soltar todo aquello que llevaba dentro y hasta ahora le había llamado "mal amigo" "desconfiador" y "remplazador", también se había puesto a llorar unas tres veces (dramáticamente) en lo que llevaba de su conversación. Por ahora solo se encontraba él, él y su mejor amigo quien no paraba de maldecirlo, hace rato que los Edd's ya se habían ido, y eso le consolaba un poco ya que tan siquiera ellos irían a ver como se encontraba DobleD y suponía que lo animarían un poco, al fin y al cabo son sus amigos, ellos deben saber que hacer en una situación como esta, o eso esperaba.

—¿Hace cuantos años que somos amigos? —volvió a ponerle atención a la charla que sostenía con su amigo, en realidad esto nunca acabaría ¿la pregunta era retorica o debía contestarla?

—Hace muuuchos años —dijo en el tono en el que le respondes a tu madre cuando te está dando un sermón.

—¿Y entonces? —se acercó a él para tomarlo del cuello de su sudadera.

—No lo sé, Nat. Ni yo sabía de la seriedad del asunto, y se lo dije por equivocación a Nazz... mierda —susurro para sí, y es que su amigo no estaba enterado de que cierta rubia lo sabía, ella lo sabía y él no. Definitivamente, esto no acabaría nunca.

—¡¿Nazz?! ¿Nazz? ¿Ella lo sabe? —Kevin rodo los ojos y rogó porque sus dramas terminarán ya.

—Sí, Nat, pero ya te lo dije fue una equivocación... fue aquella vez que bebimos en tu casa yo no estaba en mis cinco sentidos y ella se aprovechó para sacarme la verdad... Ese día estaba pensando en confesártelo a ti, pero comenzaste con tus pláticas bizarras de que tú me gustabas y esas cosas, la verdad no sabían cómo reaccionarias, no es que no confiará en ti pero no tenía planeado decirlo a nadie.

—Eso no quita que te odio —Kevin soltó un bufido sabía que su amigo no decía nada de eso en serio. Después de mencionar eso ultimo el peliesmeralda guardo silencio como por 5 segundos en los cuales el pelirrojo esperaba más "regaños" pero muy contrario a lo que esperaba Nat tan solo preguntó:

— ¿Estás seguro? —esta vez volteo a verlo directamente y comprendió que la pregunta iba enserio—. ¿Te gusta el bobo? no me sorprendería tanto si el que te gustará fuera yo, hasta tendría más lógica, pero él, casi ni hablas con él, no convives mucho con él, ¿y de la nada... te gusta?

—No me digas que esos son celos, nadie te alejará de mí...

—Hablo enserio ¿Por qué te gusta? —de pronto el ambiente de la conversación se tornó más madura de lo que ambos creyeron, debía admitir que no esperaba esa reacción en su amigo, a lo mucho esperaba alguna broma, chistes, algo así, pero no eso, que reaccionara tan enserio. Antes de responder a la pregunta soltó un fuerte suspiro.

—Bien, en primera, esto no fue de la noche a la mañana, de hecho, tarde meses en darme cuenta, al principio no captaba muy bien lo que sentía, siquiera creía que fuera una atracción, mucho menos que estuviera yo enamorado, pero todo fue acumulándose y las horas que me sorprendía pensando en él eran cada vez más. No sé cómo explicártelo Nat, amo cada parte de él, y el hecho de no pasar tanto tiempo junto a él me pone de malas, no sabes lo que daría por tenerlo a mi lado a todas horas, amo su forma de ser, como siempre es tan lindo y modesto con quien menos te imaginas, hasta conmigo, después de como los trate cuando éramos niños no puedo creer que el no me tuviera rencor, y que fuera muy diferente a sus otros amigos. Él es inteligente, adorable, educado y creo que es parte de su inocencia la que acabo por cautivarme, sabes que uno no elige de quien enamorarse, solo sucede y ya, y Edd, él me enamoro sin darse cuenta.