Autodecepciónate.

363 46 10
                                    


Al llegar a la parte trasera de los baños se encontró con la escena esperada: Eddy acorralado por dos jugadores contra la pared, dejándolo con ninguna escapatoria, y para estar en esa posición en realidad estaba muy a la defensiva.

—¿Cómo pueden asegurar que fui yo? —gritoneo sin aparente temor el enano—, puede que suela hacer ese tipo de cosas, pero piénsenlo, no soy la única persona a la que le gustaría hacerles algo —un jugador gruño.

— ¿Quién lo golpea primero? —ambos jugadores se miraron.

— ¿Por qué no lo golpean al mismo tiempo? —opinó kevin con burla, quien se encontraba admirando el dialogo desde hace unos segundos.

—¡Oye tú, zanahoria! Diles que estuve castigado por la tarde, es imposible que fuera yo.

¿Zanahoria? Ese imbécil si que era muy cojonudo, pero algo de lo que decía era cierto, Edd se lo había mencionado, la broma que los tarados le hicieron a Jimmy y el hecho de que los habían mandado con el director.

—Puede que tenga razón muchachos, no lo sé, solo denle una pequeña lección —a pesar de que podía ser inocente, por mas difícil de creer que esto sonase, no iba a dejar que se escapará tan fácil.

— ¿Solo una "pequeña lección", estás hablando enserio? ¿Ya viste cómo estamos? —habló uno de los jugadores que señalaba su uniforme en el cual se apreciaban 4 colores de pintura diferentes, amarillo rojo, azul y rosa. Kevin rio.

—Sí, es algo difícil de ignorar, saben, ytambién es algo difícil que si estuvieron en dirección pudieran hacerlo justo durante el entrenamiento.

— ¿Y cómo es que estas tan seguro de eso? —el otro jugado alzo una ceja algo impaciente por chocar su puño contra la cabeza de Eddy.

—Me entere —eso le hizo recordar el titubeo de Edd al mencionarlo, y ahora que lo pensaba, era mucha coincidencia... demasiada. Mierda.

Tomó a Eddy por el cuello de su playera

—Lo planearon ¿Cierto? Los tres —le dijo casi en un susurro demasiado enojado. Los otros jugadores se miraron entre si al ver el cambio repentino de su capitán.

— ¿De... qué hablas, calabaza? —no sabía que le infundía valor para seguir hablando así, aun cuando tenía a su enemigo a centímetros, tal vez es porque era muy idiota como para sentir miedo.

—¡Ves! te lo dije Edd, ya lo encontraron —llego Ed con su amigo, los dos se encontraban con la respiración agitada, al parecer habían corrido lo más rápido posible— Sálvalo.

—¡Chicos! —habló de inmediato Edd, al mirar a todos se dio cuenta de que ahí estaba Kevin ¿Por qué? Esto le hizo dudar por un momento pero aun así habló—. Sé que están muy molestos, sin embargo, no tienen las pruebas suficientes para demostrar que mi amigo es el culpable.

—Eso es, háganle caso al soso —gritó Eddy que ya iba temiendo el asunto recibiendo una mirada furiosa por parte de kevin.

—Kev... Por favor —dudó en acercársele así que no lo hizo—, suéltalo, él no... —no terminó ya que Kevin soltó a Eddy tirándolo bruscamente al piso.

¿Por qué demonios lo defendía tan fielmente? Que tenia de bueno ese papanatas para ganar tal devoción, el simple hecho de que viniera corriendo solo para ayudarle le hacía enfurecer mas ¿Acaso sientes algo por él? Fue lo que pensó en preguntarle, pero eso sonaría muy estúpido, además estaban aquí sus compañeros, no era buena ocasión para humillarse, aún más. Volteo a ver a Edd y este tenía una cara de preocupación, pero sobre todo de culpa, como si se sintiera responsable de lo que le pasaba a ese inútil, su cabeza iba a explotar por tantos pensamientos, sólo quería desquitarse y en todo caso golpear algo, a Eddy, pero si lo hacía Doble D jamás lo perdonaría ¿sería así? No quería averiguarlo, no se arriesgaría a perderlo.

Prohibido EnamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora